ENTER THE VOID // Teen Wolf [03]

11. But she's perfect that way

C a p í t u l o   o n c e
❝PERO ELLA ES PERFECTA DE ESA FORMA❞

๙

Narrador Omnisciente

—¿Tienes alguna idea de a dónde vamos? —después de casi una hora de viaje, el chico de ojos azules que se encontraba en el asiento de copiloto por fin se decidió a preguntar.

     —Nope —Noll contestó sin más, evitando reír.

     —De acuerdo —él asintió, en un tono no muy convencido para luego voltear hacia la ventana.

     —Te diré qué... paremos en la próxima gasolinera para comprar algo y tal vez pedir indicaciones, ¿está bien? —agregó con entusiasmo.

     —Suena bien —Isaac concordó con el plan y tan pronto como lo fueron veinte minutos después, se encontraron en una pequeña gasolinera a las orillas de la carretera.

     Noelle aparcó el auto y pronto ambos caminaron dentro del lugar en busca de provisiones. Su estómago le estaba recordando que de la emoción, no había comido nada en el desayuno más que una barra de cereal y ya empezaba a ser molesto. En su recorrido por los pasillos, ambos tomaron consigo un par de paquetes de galletas y frituras, al igual que botellas de gaseosa y agua. Al dejar todo sobre el mostrador, el pensamiento de Alex reprochándole por toda la chatarra que estaba a punto de consumir antes de comer algo decente, le hizo reír un poco.

     —Disculpa, ¿sabes de algún lugar por aquí en donde podamos hacer algo divertido? —Noll se dirigió hacia el joven que les atendía. Parecía de más o menos su edad, así que era algo viable el preguntarle.

     —¿Divertido? Mmm, déjame ver... casi nunca pasa nada entretenido por aquí —el chico de ojos grisáceos lo pensó un poco más, mientras checaba el código de barras en cada producto.

     —¿No estaba aquella feria del condado en Fortuna? —una mujer de veintitantos años había llamado ahora la atención de los tres chicos. Ella se encontraba acomodando cajetillas de cigarrillos en un estante. Por el parecido entre ambos, Noll había llegado a la conclusión de que probablemente compartían algún parentesco, como primos o hermanos.

     —Cierto, en Humboldt —el chico chasqueó los dedos y le señaló, antes de regresar la mirada hacia Isaac y Noelle —. Es el siguiente condado, a unos 30 minutos. Los chicos de aquí van cada año —explicó —. ¿Es eso lo suficientemente divertido para ustedes?

     —Sí, en realidad creo que sí —Noll miró por un segundo a Isaac, quien le devolvió aquella sonrisa de la misma forma.

     —Entonces ahí lo tienen. ¿Es todo? —el chico les miró expectante por un momento, mientras acomodaba las cosas dentro de una bolsa de papel.

     —Sí.

     —De acuerdo, son diez con noventa —dijo, después de hacer que la caja registradora hiciera el cálculo final.

     —Aquí tienes —Noll extendió un par de billetes hacia el chico, dejando a Isaac colgado con el dinero que había sacado hace unos segundos de su billetera —. Y muchas gracias por todo —dijo, tomando la bolsa de papel antes de empezar a caminar fuera de ahí.

     —¡Diviértanse! —la voz de la mujer se escuchó de nuevo, haciéndole sonreír.

     —Toma —Noelle observó por un par de segundos el billete en la mano de Isaac —. ¿Qué? —cuestionó.

     —Puedes guardarlo por ahora, Lahey. Pero te toca pagar el almuerzo —dijo ella, mientras observaba por el retrovisor, asegurándose que el camino se encontrara despejado para ponerse en marcha.