Capítulo 11

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"¡Reino de Tristein, su Majestad, la princesa Henrietta, ha llegado!"

Entrando a la Academia, dos carruajes tirados por fuertes caballos del monte trotaban con firmeza. Con dos grandes grupos de personas a sus costados,  conformándo por todo el alumnado de la Institución.

Mientras que el primer carruaje tenía una apariencia más humilde el segundo denotaba 'realeza' en todo sentido.
Con solo mirar una vez ese color blanco brillante y encajes dorados, era más que obvió, sabiéndose al instante del quién había arribado en la escuela.

Parado justo frente al director y los profesores de la Academia que permanecían firmemente arrodillados en muestra de la máxima capacidad de lealtad y cortesía que les era posible.

Del primer carruaje salieron varios guardias reales junto a dos Sirvientas, las cuales fueron las primeras en posicionarse junto al magnifico carruaje. La más joven de las dos abrió la puerta con suavidad mientras que la más madura se posiciono justo al lado de la puerta para recivir al propietario que salía con delicadeza del carruaje.

Nadie más que la Princesa de Tristein. La cual tenía una apariencia maravillosa y delicada.
Con un color de pelo morado oscuro, unos ojos color celeste cristalino y un cuerpo de reloj. La princesa simplemente hizo suspirar a más de uno e inclusive a más de una.

Caminando en dirección a los maestros/director presentes junto a sus guardespaldas sin nunca perder esa amable sonrisa que expresaba bondad y amabilidad.

Detras de algunos estudiantes, Louise miraba con una sonrisa propia pero un tanto apagada, mirando a aquella mujer con algo de tristesa en sus ojos.

"Me disculpo por mi repentina y egóista petición, Sr.Osmond."

"Para nada, junto con todos los estudiantes estábamos aguardando su llegada." Respondió rápidamente el ancestro.

"Tenía muchas ansias de ver a los estudiantes de este año con mis propios ojos."

"¿Y cuál seria la razón si me permite preguntar?"

"Es un asunto personal *risa*."


















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Ya en la media noche, se podía ver a una somnolienta Louise que se revolvía entre sus sabanas, en una clara muestra de falta de sueño.

Esto siguió por un periodo de tiempo relativamente largo. Hasta que al final decidió levantarse y salir de su habitación para poder enfriar su mente tan revuelta.

Ya parada y con su capa puesta para tolerar un poco más el frio que invadia la atmosfera. Estubo dispuesta a salir, hasta que al abrir la puerta se encontro con una persona encapuchada que por su gesto estaba a punto de tocar la puerta.

La figura pareció un tanto atontada aunque en este momento no era la única, ya que Louise no esperaba visitas en la madrugada en lo absoluto.

Pero en una reacción rápida, la figura se lanzo sobre una desprevenida Louise, en un abrazo de oso muy cariñoso, dejando a una ya muy confundida Louise con aun más preguntas, hasta que...

"Ha pasado mucho tiempo..."

"¿He?...."

"¡Louise Françoise!..." No fue hasta esas últimas palabras que al fin se le encendieron los faros.

"¡¿Princesa?!." Con la revelación al fin, Louise hizo lo máximo para alejarse con suavidad del abrazo de la reina para ponerse de rodillas rápidamente.

Zero No Tsukaima El Nergigante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora