Capítulo 20

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*Aún después de la más poderosa de las tormentas, el Sol vuelve a salir y las estrellas vuelven a brillar*







Esa era una de las frases más célebres del libro que actualmente se encontraba descansando en las manos de Louise.

Su mente había estado dando vueltas los últimos tres días desde su ultimo gran fracaso, y no podía evitar el seguír con ese pensamiento carcomiendo su conciencia por más que la misma princesa le hubiera suplicado que no se culpara por ello.





Era inevitable sentirse culpable...






Con un profundo suspiro, esta cerró la cubierta del libro y se limitó a observar el hermoso cielo estrellado con ojos curiosos, dejando descansar el libro en su regazo.

Era una visión inigualable, casí como si las mismas estrellas danzaran por todo el cosmos.....más hermoso que cualquier pintura....más enigmático que cualquier hechizo....más brillante que cualquier lámpara...

Sin embargo, el movimiento abrupto y repentino del coloso al costado de esta la terminó por sacar de entre sus pensamientos de una forma abrupta, regresando a la joven de vuelta al mundo real.
Y sin poder evitarlo, una suave sonrisa se formo en los labios de la joven pelirrosada. Que con cariño, acercó una mano cuidadosa a las escamas del Dragón Anciano que descansaba a una escasa distancía de ella.

Acariciándo aquellos poderososos escudos naturales que cubrían en su totalidad el robusto cuerpo del poderoso ser Cornudo.

Siempre había sido una fracasada todos estos años, todo hechizo que intentó terminó en una absurda, humillante e inexplicable explosión. Pero, desde que este magnífico ser había llegado a su vida, finalmente las cosas habían cambiado....todos ya habían olvidado aquel apodo tan denigrante...
'Louise la Zero'.
"...No te merezco..." Murmuro cabizbaja mientras una solitaria lagrima caía por su mejilla.

Desde muy temprano ese mismo día, la más joven de los Vallière se había inclinado a pasar su mañana en la zona posterior del castillo junto al Dragón espinozo.

A pesar de lo vivido hace ya una semana, esta no había logrado apartar los ojos sin vida del príncipe fallecido de su mente...era algo que la atormentaba noche y día. No obstante, el descanso tanto mental como físico con la magnífica criatura había calmado ligeramente su pobre alma desgastada al apartarla temporalmente de aquellos tan deprimentes recuerdos.

Con un profundo suspiró, esta se reincorporó y se encaminó con dirección a su habitación, no sin antes despedirse del Dragón Anciano.
"Hasta otro momento..." Y después de esas cortas palabras, Louise regresó al interior de la gran Institución.

Encaminadose a sus aposentos para hacer el intento de que otro día pasará sin mayores dificultades.

No obstante, la vista de cierta mujer sin su característico traje de Sirvienta a la vuelta de la esquina llamó su atención.
"¿Siesta?" Preguntó curiosa, tomando a la mujer pelinegra por sorpresa.

"Mmmm...¡Ah,! Srta.Vallière, ¿Qué la trae por aquí?"." Preguntó amigablemente la chica, mostrando una linda sonrisa a la pelirrosa, provocando que esta se tensara y tragara saliva de manera dura.

Demorando en responder al saludo de la contraría. Perdida en esos ojos turquesas que la observaban con una inocente curiosidad.

"¿Mmmmm?....¿Srta.Vallière, se encuentra bien?" Preguntó un tanto preocupada al no ver reacción de su parte.

Y al darse cuenta de que guardo silencio por ya un buen rato, Louise agitó la cabeza en varias direcciones, despertando de su estado de estupor.
"¡No!...No es nada Siesta.....solo tenía curiosidad por la maleta que llevas ahí..." Cambió rápido de tema. Sus mejillas brillaban del mismo color que su cabello por la vergüenza.

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2022 ⏰

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