Capítulo 17

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El camino de regreso a la Escuela fue relativamente tranquilo para el grupo; un momento de paz complementado por los bellos sonidos de las aves que escondidas entre los arboles, cantaban armónicamente mientras el grupo recorría los matorrales montados en sus fuertes caballos; Trotando en tranquilidad por el largo camino de tierra, con la Escuela como destino.

El lugar desbordaba de naturaleza, que bella como era, los rodeaba. Un paisaje muy hermoso para la alegría de Montmorency que, fascinada, observaba el bosque con un gran interes; Un bosque que transmitía un aura mistico y saludable. La curiosidad desbordaba de todo su ser mientras olisqueaba un girasol-{Realmente amaba esto}-; pero aun con este agradable ecosistema por el que pasaban, la conciencía del único adulto presente no encontraba la calma.

Colbert tiraba de las cuerdas con prisa, dando a entender a su caballo que era hora de acelerar un poco el paso.

El hombre adulto miraba al frente con atención, su fuerte mirada no demostraba nada pero era claro que muchas cosas pasaban por su mente en ese momento.

Más una ténue respiración interrumpió su meditación, y dando una ligera mirada de reojo pudo ver el cuerpo recostado de la joven hechicera de pelo rosa que dormía placidamente sobre su espalda.
Finalmente la tensión que había en su cuerpo se fue esfumando y una pequeña sonrisa remplazo su semblante.

El hecho de que finalmente los esfuerzos que su estudiante estuvo haciendo por quince largos años hubieran dado frutos lo animaba; pero esto solo era el comienzó para ella. La más joven de los Vallière aun tenía un largo camino por delante sí quería volverse una gran hechicera.

Y Colbert confiaba en que así sería....















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Inicialmente fue dificil, pero al final pudo abrir sus ojos adormilados, sintiendo la pesades de levantarse después de un agradable y dulce sueño.

Sentandose sobre el borde de su cama y dando un largo bostezo mientras estiraba sus extremidades; por momentos no tuvo la suficiente conciencía como para tener sus sentidos al máximo y saber que rayos había pasado y como era posible que ahora se encontraba de nueva cuenta en su amada alcoba.

Dandose cuenta que aun conservaba el uniforme con el que había partido a su más reciente misión.

Más un repentino pero suave toque en su puerta llamo su atención tan dispersa, y torpe como pudo, la más joven de los Vallière se arreglo lo más rápido que pudo para recibir al invitado inesperado, algo adormilada y confundida.

"¡Puede pasar!."

Asomando su rostro por el borde de la puerta, Siesta apareció, saludando con la mano a la chica que apenas se podía mantener en píe.

"Buenos noches Srta.Vallière, le e traído algo de té." saludo la Sirvienta mientras Louise se hacia a un lado al mismo tiempo que la chica pelinegra entraba a su alcobá con una tacita en las manos.

"Buenas noches Siesta." Correspondió al saludo un poco más despierta, recibiendo a la pelinegra con su mejor animo.

Encontrando algo de calma gracías al té que la chica le había entregado, y sus ideas finalmente pudieron fluir como suaves corrientes de agúa.

En cuanto trago el té, la sensación amarga golpeo su garganta antes de que el dulzor la remplazara.
"Muchas gracías por el té Siesta." Termino con un largo pero satisfactorio suspiro.

Zero No Tsukaima El Nergigante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora