3era Carta a Adrien

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Te negaste rotundamente, dijiste que esa idea era demasiado descabellada y que jamás te irías de mi lado; estaríamos juntos en las buenas, en las malas y en las peores.

Me llamaste loca por haberte propuesto irte con otra mujer para que tuvieras tus propios hijos, ya que al ver que no cumplimos con todos los requisitos para la adopción, no me había quedado otra alternativa. Tú querías más que a nada un hijo conmigo, pero mi operación aún no me permitía embarazarme y en verdad que todo me empezaba a deprimir aún más de lo que ya estaba, mirando a las embarazadas y a las madres con sus hijos; sintiendo envidia por aquellas mujeres que lograban dar a luz y que no querían a su bebé, o de las que tomaban la decisión de abortar... Todo era una injusticia para mí, pero a pesar de tu decisión de quedarte conmigo, te dejé la opción de irte con alguien más por si cambiabas de opinión.

Tiempo después nos tuvimos que cambiar de departamento para poder tener otro inicio, y al principio todo iba bien, pintaba un nuevo ciclo para nuestras vidas, y aunque sabía que nunca íbamos a superar nuestra tragedia, al menos podíamos distraernos un poco con la mudanza.

Y lo que me agarró por sorpresa fue el hecho de que dijiste, como el pervertido que eras, que querías marcar cada parte de nuestro nuevo hogar con nuestra esencia, que no quedara rincón alguno sin experimentar, claro, siempre y cuando tomando las debidas precauciones conmigo.

Durante varios meses salíamos como novios otra vez, sentía que mi vida se estaba reparando poco a poco y lo mejor de todo es que tú estabas a mi lado, soportando mis recaídas y aguantando mis ataques de ansiedad cada que escuchaba una sirena de ambulancia. Hacíamos viajes, cenas improvisadas, noches inolvidables o simplemente quedarnos en casa viendo televisión comiendo chatarra después del trabajo, todo parecía que nuestra felicidad volvía a nosotros. Nuestros amargos recuerdos, que parecían pesadillas, de vez en cuando surgían a flote haciéndonos caer en llanto de nuevo. Pero lo superábamos juntos y con ello, también la depresión que me atacaba silenciosamente.

Pero no sólo nosotros nos ayudábamos, sino que tambien nuestros familiares y amigos nos apoyaban en todo momento, saliendo de vez en cuando con ellos a reuniones o fiestas. Aún puedo recordar el día en que el bebé de Alya iba a cumplir años, yo estaba muy feliz por ella, Nino y el pequeño Noam, y como era la tía favorita del pequeño, me propusieron ser la madrina de mesa de dulces en su fiesta, obviamente acepté gustosa.

Mi mejor amiga parecía con impaciencia y felicidad por el anhelado día de su hijo, miraba en sus ojos un brillo que jamás pude ver antes, escuchando cada una de sus experiencias como madre primeriza, tanto buenas como malas; tras ver esas expresiones en ella, yo quise experimentarlo de nuevo junto a ti, me visualicé con gran ilusión una enorme barriga, soportando el peso y con nuestra criatura sacándome el aire con sus fuertes patadas, luego siendo más grande corriendo por toda la casa, dejando desatres por doquier al igual que un gatito. Y fue cuando decidí firmemente que quería tener otro hijo.

Ya habían pasado casi 2 años desde la cesárea, y me sentía mucho mejor tanto de forma emocional y físicamente, así que no perdíamos nada con intentarlo. Aunque probablemente tuvieramos algunos inconvenientes, sabía por dentro que en esta ocasión todo marcharía bien, o al menos eso quería creer.

Tras finalizar la tarde con Alya y mi adorable sobrino, llegué a la casa con los nervios por contarte la decisión que había tomado. No sabía como lo tomarías, ya que no volviste a tocar el tema de tener a nuestros pequeños, tenía miedo por saber si habías cambiado de opinión. Cuando vi que no estabas ahí, me desilusioné un poco y recordé que te habías ido con tus padres esa tarde.

Cuando regresaste unos minutos después, venías algo pensativo, y yo sin ganas de esperarme por más tiempo, al vernos a los ojos, ambos dijimos al mismo tiempo: "tengo algo que decirte". Por tu caballerosidad, me cediste la palabra primero, pero al ver tu semblante abstraído y serio, decidí que comenzaras tú a hablar. Fuera lo que fuera, yo sabía que probablemente mi decisión te iba a alegrar después de desahogarte un poco.

Aceptaste y me dijiste que tomara asiento, yo sólo estaba dispuesta a escucharte y a mejorar tu estado de ánimo, como últimamente lo veníamos haciendo. Pero lo último que me esperaba escuchar, eran esas palabras que me dejaron atónita y sin aliento...

"Decidí aceptar tu propuesta de tener un hijo con otra mujer"

"Decidí aceptar tu propuesta de tener un hijo con otra mujer"

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Hola! *ce ezconde de los tomatazos*

Jej aquí traigo otro capítulo cortito... Por favor, no me odien 😂

En estos días (probablemente el viernes) se estará subiendo un one-shot mío en la página "Miraculeros" en Facebook. Vayan y denle amor a la página ❤❤❤

También estoy subiendo algunas novedades y memes de la misma en mi Instagram @tetedmz para que me vayan a seguir

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Estoy al pendiente de cada uno de sus comentarios... Y de nuevo, porfa no me maten 😂💔

Abrazos de oso virtuales ❤

"Sin ti"- Miraculous Ladybug AdrinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora