"Ley de los signos"
1/2—Entonces... ¿un perro con cara de rana?—. Preguntó confundido.
—¿Qué? No. Tal vez una rana con cara de perro, vamos Bakugou concéntrate.
—No entiendo esto tarado, combinar animales no es lo mío—. Ambos chicos se encontraban peleando en la cafetería donde Bakugou trabajaba.
Kirishima lo convenció de ir a algún lado cuando las clases terminaran, el se negó... al principio, después de tanto parloteo de su amigo dijo que si amablemente, "Si te digo que si, ¿Te callarás?" Obviamente el pelirrojo dijo que si. Y ahora estaban ahí.
—Bueno cambiemos de actividad, como a... hum no se me ocurre nada.
—Que raro, pero ya me tengo que ir y...
—¡Hey Bakugou!—. Su amiga y compañera de trabajo se sentó a lado de Kirishima.
Camie saludo a los dos, solo se limitó a rodar los ojos mientras ella habló sobre el trabajo, lo raro que está el clima y cosas absurdas. Así pasaron el rato juntos platicando sin sentido ni coherencia, el se mantenía por ratos callado, no se sentía cómodo estando con más de una persona -platicando-, hasta que estos lo metían a la conversación.
Todo estaba normal hasta ahí, él había solicitado una semana vacacional que su jefe le debía y solo esperaba que un auto lo atropellara de camino a su departamento, e internamente sabía que eso jamás pasaría pero bueh soñar no cuesta nada.
Claro si nada significan múltiples migrañas como si Liu Kang hiciera su movimiento de patadas y el fuera el blanco, justo como en esos momentos, viendo a sus dos -únicos- amigos platicando como si se conocieran desde pañales, excluyéndolo olímpicamente.
—Me voy—. Se levantó de la mesa dejando cambio por el café, espero a que lo escucharan y dijeran algo... pero no fue así. Susurró un —: Nos vemos mañana—. Y partió del lugar.
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Cuando llegó al departamento iba con pésimo humor, ni siquiera le devolvió el saludo a Monoma cuando pasó frente a su puerta y casi se avienta por las escaleras cuando la llave no entraba en el cerrojo.
—Por fin...—. Suspiro entrando al pasillo, camino hasta la cocina sirviéndose un vaso con agua.
Solo había pasado como un día, pero aún así el lugar se sintió más solo que nunca. Apenas eran las seis de la tarde y ya tenía sueño de nuevo, regreso al pasillo tomando su mochila para hacer la tarea y con eso eran horas y horas que debía estar pegado a la silla tecleando sin parar, pff como si su trasero no cargara con las consecuencias de estar, como diría su madre; arranado sin hacer nada.
La soledad era más horrendo de lo que imagino, eso siempre fue un problema, estar solo era lo que hacía con rutina o al menos hasta que Deku apareció. Se hicieron amigos y estaban todo el día todos los días junto a él, siempre él, quería ir a comer algo y llamaba a Deku, quería probar un videojuego nuevo y llamaba a Deku. Siempre era Deku y él, claro que contaba con uno o dos amigos más pero no era igual.
La amistad que creo con Deku fue más fuerte de lo que al comienzo pensó, aún así se sentía cómodo ante la presencia del chico, derrumbó sus barreras para dejarlo entrar porque con él, la sensación de soledad se esfumaba.
Creyó que esa amistad tal vez iba para más, qué tal vez jamás se separarían, que estarían ahí para el otro cuanto se necesitaran, creyó tantas cosas...
Lastima que no sea un buen creyente...
Porque el mismo la cago.
Echó a perder esa fuerte amistad con su lamentable sentimiento de vacío, arruinó, quebró su lazo con el chico. Aquel lazo que tardó en aceptar, aquel que tardó en crear y solidificarse, y él... lo derrumbó como papel.
Un gruñido salió del fondo, enojo, ira, temor, arrepentimiento y culpa, esas emociones iban codificadas en el gruñido, uno tan vacío y débil que apenas podía considerarse uno.
Enojo e ira, esas emociones fuertes fueron las que predominaron en él durante años, tanta ira dentro de él, enojo hacia los demás, por no aceptar lo que era, por no ver lo que en verdad era, quien era el realmente. Temor por aquellos a los que alguna vez hirió, por que si, no importaba cuanto control tuviera sobre su lobo el instinto siempre gana, el temor de poder herir a sus amigos, a su madre. Pero en el fondo sabía que no lo haría o más bien, no podía.
La culpa y el arrepentimiento provenían de un lugar tal vez más profundo, aquel sentimiento que nunca lo dejó y sólo tal vez evolucionó. Desde que huyó no había sentido otra cosa que la culpa, el dolor y arrepentimiento, porque al escapar no solo dejo a su madre y a Deku, dejo su vida y una parte de él mismo, una parte que nunca volverá, jamás será el mismo, lo sabe más que bien y aún así no está dispuesto a regresar a su hogar.
Que después de tantos años duda que siga siendo su hogar.
—Bien... terminemos con esto—. Con la Laptop encendida y el mouse deslizándose a su lado comenzó a teclear, terminar el SO era unas de las tantas tareas que le asignaron, demasiado pesado pero ¡hey! Esta es la universidad. Algo bueno debía sacar.
ꕤ
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•Algo corto para mi gusto pero meh es mejor que nada, ademas de casi quedar como Patricio después de pensar en cómo podía hacer el siguiente capítulo jsjs
Bueno como dije fue demasiado corto pero en el esta la intención de hacer saber cómo Bakugou se sintió y sigue sintiendo, a mi parecer lo expresé bien y con buen ambiente para que más adelante no cuestionen sus acciones.
Trankis compas que eso pasara mucho pero mucho después, así que por ahora disfruten de la tranquilidad xd no van a sufrir ni nada de eso así que idk
Pregunta del día -o mes- bah da igual; ¿Que quieren estudiar? Y ¿Por qué?
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Delta - BAKUTODO
FanfictionPorque él quería morir, solo deseaba desaparecer, que ese sufrimiento de soledad y desesperación en el que se encontraba se fuera. Lo hubiera hecho de no haber sido por conocerlo a él, era en verdad gracioso, quería terminar con su vida pero él le h...