- Ut ibi ex ignavo...
Apenas escucharon al desconocido, comenzaron a correr en dirección a las escaleras que llevaban a cubierta. Allí encontraron a Magnus, el encargado de la primera guardia, en el suelo boca arriba y sujetándose la garganta como señal de asfixia.
(N/A: voy a poner lo que digan en latín en negrita, porque me da pereza traducirlo después)
- Hasta que sales, cobarde- todos se giraron hacia la voz, para encontrarse a una figura oscura difuminada.
La figura no se distinguía muy bien en la oscuridad de la noche, pero sí sabían que había una persona desconocida. La voz era de un tono femenino, aunque no estaban muy seguros, las piernas, los brazos y el torso parecían moverse con el viento, como un fuego oscuro.
- No puedo ni despertarme de mi siesta sin ser atacado- Roma comenzó a acercarse lentamente al atacante-. Así que eres tú... No creí que te utilizarían en mi contra- se lo veía bastante desanimado-. ¿Cómo has estado, hermana?
Aunque Sadie no entendía lo que decían pudo intuir es lo que les habían dicho los dioses: que sus enemigos utilizarían el alma de una persona querida por los poderes. Lo supuso porque Roma no se veía con ansias de pelear.
- Lo sabía, siempre fuiste así de débil, una deshonra para nuestros maestros- el romano apretó sus puños, lo que aquella figura decía parecía molestarlo, pero en su cara no se veía nada más reflejado que su tristeza.
- No estás aquí, eres sólo una sombra- habló ahora en español, sorprendiendo a todos con su fluidez-. Por ende, todavía no es el día de la batalla, pero haré una excepción- mientras hablaba un rayo de luz comenzó a salir de su mano y, al apagarse el brillo, apareció una espada larga de oro imperial, el mango estaba decorado con pequeños rubíes y en la hoja había(qué sorpresa) una inscripción en latín que decía: "Telum in deum". Luego le preguntaría qué decía.
Se puso en posición de combate, flexionando sus rodillas y la espada cerca de su rostro, apuntando al enemigo. Apenas lo vió, ya que se movió con tal velocidad que, de un solo ataque, acabó con su enemigo.
Como si solo hubiese sido un espejismo, la espada desapareció de sus manos y él comenzó a dirigirse hacia el rubio, el cual ya no parecía estarse asfixiando, ya que con lo que batallaba debió haberse ido cuando Roma atravesó a esa "sombra", supuso Sadie.
- ¿Te encuentras bien?- el poder antiguo, se inclinó para quedar a su nivel y acercó su mano a su cuello-. Te apretó muy fuerte- dijo, mientras tocaba los moretones que, al igual que la espada, se desvanecieron al instante.
- Oye, no quiero sonar grosero, pero, ¿Desde cuándo hablas español?- saltó Leo, mientras el poder seguía controlando que el hijo de Frey no tuviese ningún otra herida.
- Lo fui aprendiendo apenas desperté- la mirada de confusión era más que clara, así que agregó-. Apenas desperté, los conocimientos sobre lenguajes de esta era fueron llegando a mí, aprendí un par de lenguas más pero sólo eso... Lenguas, nada de historia ni nuevas tecnologías.
Bueno, eso ayudaba bastante en la comunicación, ahora se preguntaban si eso también ocurriría con el resto de los poderes. Parece que lo van a tener que ir arreglando sobre la marcha.
Con Magnus ahora recuperado, decidieron cambiar la guardia. Quedándose Piper y Carter, no parecen ser muy compatibles a la hora de combate, pero Piper insistió en que con su charmspeak podría ayudarlo.
Al volver al comedor, los magos y semidioses estaban más que curiosos respecto a lo sucedido, pero el poder romano, antes de que pudiesen siquiera preguntar cualquier cosa, insistió en que había un tema a tratar de suma importancia con los semidioses romanos.
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La luna y el mar van juntos
RandomEsta es prácticamente una historia sacada de mi propia imaginación, pero acá va: Qué tal si los dioses del Olimpo (por consecuente romanos), nórdicos y egipcios nunca le contasen a sus semidioses y magos que existen personificaciones del poder que s...