Capítulo XXXIII

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PHIRE VUUR

Everest Frost

Los desterrados colapsan en el suelo, y cuando sé que están sin vida los dejo ir, los ojos horrorizados del maldito viejo Phire quedan en los míos, veo a Ugovum estremecerse cuando lo miro.
Me siento tan impotente, tan… dolida.
La dejaron entrar en su vida y ella los traicionó.
Nos traicionó, Everest, no solo a ellos
—Eres una…
—Cuidado con tu boca, Phire—El rey Noel interviene.
—Ay, ya debes estar feliz, Noel, ya tienes a tu hijita de vuelta—Le dice Phire—. Debiste verla cuando los desterrados la torturaban, era divertido ver a La elegida ser sometida.
Mi padre hace un ademán de lanzarse contra él pero lo detengo.
—No te rebajes—Le digo, él suspira y aprieta sus puños.
—Cuando Andrew me dijo lo que le había hecho… Cuando tú pequeñita fue follada por un desterrado—El viejo soltó una carcajada carente de humor, sentí mi sangre hervir de rabia.
—Te lo advierto...—Sisee.
—Cuando tuvo la osadía de negarse después y Andrew tuvo que enseñarle quien mandaba—Sentí mi estómago revolverse cuando solté una ráfaga de aire que hizo que el viejo chocará contra la pared y perdiera el aire de sus pulmones.
Cuando me fui a acercar a él Ugovum intento detenerme pero Gunter lo agarró por el cuello haciéndolo chocar contra la pared.
—No la tocas—Le advirtió
Seguí acercándome al viejo tomando su rostro con fuerza él me miró con asco.
—Eres un malnacido, imagina que eso se lo fueran hecho a tú hija—Su mirada se endurece.
—Pronto vendrán refuerzos y los destruirán—Yo sonrío.
—Al parecer los desterrados no saben que estás aquí—Su semblante cambia completamente y se ve asustado.
»Tú y tu gente no me dan miedo
Me pongo de pie y le hago unas esposas de hielo.
—Tenemos que salir vendrán refuerzos—Dice André, observo fijamente a Ura quien tiene marcas alrededor de su cuello, Macaia la toma bruscamente por el brazo y la pone frente a mí.
—¿Qué haremos con ésta?—Inquiere con repudio.
—La mataremos
Jadeos horrorizados suenan por toda la sala
—No, no, ¡No! Por favor no me maten, yo… perdón, haré lo que sea, no me maten—Ella empieza a llorar y se arrodilla en el proceso.
Yo rompo a reír, todos me miran extrañados
—Ay, ya, cálmate, ¿Por quién me tomas? Era broma—Ella sigue llorando mientras Macaia me observa entre divertida y asustada.
—Tú humor es peculiar—Me dice, yo sonrío.
—Tenía que hacerlo, lo siento—Digo mientras caminamos a la salida.
Noto que mi padre le hace esposas a Ugovum y Ura en el camino.
Uris va muy callado por lo que me acerco a él, colocó una mano en su hombro.
—Lo siento mucho, Uris
—Supongo que… He quedado solo.
—No estás solo, nos tienes a todos nosotros y tienes a Purple, ella nunca te abandonará—Él me sonríe pero lo sigo notando alicaído.
—Quizás… algún día puedas y podamos perdonarla.
—No puedo creer que se aliara a mi padre solo por…—Él se calla
—¿Solo por estar enamorada de Gunter? Sí, es egoísta, pero…
—No hay peros, pudiste morir…  y contigo todos nosotros, ha sido una estúpida—Dice, y no puedo contradecirlo, tiene razón.
Cuando llegamos al frente veo las tropas venir, los heridos son atendidos por Mónica, Mary y el grupo de brujos que son custodiados por Mekir y André.
Cuando los soldados ven a Phire, Ura y Ugovum se alarman.
—Ni siquiera la elegida puede con un ejército—Dice Phire, lo miro con desdén.
—No estoy sola—Digo viendo a los reyes prepararse. El viejo sonríe y veo sus manos liberadas.
Mierda.
Me lanza una ráfaga de fuego que esquivo por poco, Ura se libera y luego Ugovum.
—Ura es mía—Dice Purple, la observo.
Los truenos empiezan a sonar y la batalla empieza.
Me veo impresionada de la destreza de los reyes mientras atacó a diestra y siniestra, Phire me mira y en ese momento sé que quiere venir por mí.
Una lengüeta de agua se dirige hacia él, él la destruye con una explosión de fuego.
Mi padre se detiene a mí lado sonriéndome y se coloca en posición.
Pelearemos juntos.
Una ráfaga de aire lo impulsa hacia atrás, aprovechó su desequilibrio para atentar un golpe con agua.
Él jadea de cansancio.
—¿Está pegando la vejez?
—¡Cállate!—Exclama molesto lanzando una bola de fuego que deshago en un movimiento. Él lanza fuego hacia el rey Noel pero él lo contrarresta con hielo.
Los veo a ambos luchar con destreza. Por el rabillo del ojo observo a Sivor acorralado, por lo que lanzo una cuchilla de hielo y se clava en la yugular del soldado, este cae al suelo inerte.
Giro justo en el momento que Phire me ataca de nuevo pero yo lo esquivo.
Él parece muy frustrado.
—¿Sabías qué puedo deshacerme de la mitad de tu ejército alzando las manos?—Digo divertida. Mi cita favorita
—Quiero verte intentándolo—Casi me río de su clara estupidez.
Él nos ataca a mí padre y a mí con fuego, suelto un quejido cuando no logro esquivar bien un ataque, mi padre lanza hielo pulverizado hacia él, dándole de lleno en el pecho, Phire sale volando por el aire cayendo al suelo dolorosamente. Cuando débilmente se pone de pie hago un movimiento y enredaderas cubren su cuerpo apretándolo.
Alzo las manos al cielo sintiendo el poder fluir y cuando bajó las manos los rayos impactan con más o menos la mitad del ejército. Mi padre me observa entre sorprendido y maravillado.
Me giré hacia Phire quien me observaba horrorizado.
—Les dirás qué se retiren—Digo—. O te mataré sin darte opción a un juicio.
Él pareció pensárselo
—Morirás tú, Ura y Ugovum serán los siguientes—Murmuro insistiendo.
El viejo suspira—. Bien.
Hasta nosotros llega el rey Malaik y me entrega unas esposas de hierro, deshago las enredaderas esposandolo, entonces cuando da la orden los soldados corren despavoridos.
Ura y Ugovum también están esposados, nos dirigimos al interior de la casa y sorprendentemente en el sótano hay celdas, donde dejan a los tres, en tres celdas distintas.
Cuando todos están subiendo el rey Malaik me detiene
—Tú…—Empieza—. Lo siento por haber sido tan hostil
Le sonrío
—La integridad de una persona viene de su capacidad de admitir que se ha equivocado—Le digo mirando las puestas de metal de las celdas—. ¿Todo bien?—Digo mirando sus ojos esmeralda elevando mi mano, él la observa y me la estrecha antes de sonreír
—Todo bien

Everest: La caída [EDITANTO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora