Capítulo XVIII

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Gunter Snow

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Gunter Snow

¿Saben ese típico grito en las películas de piratas "Tierra a la vista"? Bueno es algo así pero letal, muy letal.

La palabra "Desterrados" aun flota en el aire y el caos ya se ha desatado.

Hay flechas, hielo, fuego, hechizos y sangre mucha sangre. Solamente yo he matado como diez y la verdad mataría el doble si así lo necesitara.

Un desterrado se acerca a mí y de un salto lo decapito, lanzando su cabeza hacia otro lado, hay gritos, ordenes, simple caos.

Sigo atacando, uno a uno, hasta que ya no hay más a quien atacar.

Cuando vuelvo a mi forma de humanos, nos dedicamos a investigar, era un campamento, un campamento de vigilia, esto solo nos asegura una cosa: Everest está cerca

—Son alrededor de cuarenta desterrados, nos encontraremos con más—Escucho la voz de André

—Estamos cerca—North habla fuerte para que todos escuchemos, me agacho cogiendo una de las espadas de los desterrados, detallándola

—Esto se pondrá feo—Escucho a Mónica. Me pongo de pie y me giro caminando hasta donde ellos están aún con la espada en mi mano

—Prepárense, sin piedad, estamos cerca de ella—Digo y sin más dejo caer la espada y me transformo de nuevo a lobo, emprendiendo nuevamente el camino siendo seguido por los demás.

Tal como lo habíamos previsto a kilómetros nos encontramos con más desterrados, que simplemente perdieron la batalla, sorprendentemente al avanzar no nos encontramos con más nadie, y el camino frente a nosotros ahora forma una Y, por el camino derecho es un poco oscuro, incluso psicodélico, parece rodear una montaña, pero el camino izquierdo es lo empinado de la montaña.

¿Qué camino tomaremos?

El carruaje detiene su curso y noto que de él bajan todos, vuelvo a mi forma humana, al igual que Macaia, Sivor y Gracie.

Nos acercamos a ellos y entonces Uris habla

—Debemos subir la montaña

—No sabemos con qué nos encontraremos—Dice André, asiento

—Muy bien, andando—Digo dirigiéndome al carruaje sacando armamentos y mi mochila, todos hacen lo mismo y empezamos a caminar colina arriba

El ambiente es tenso durante unos minutos hasta que Sivor con sus estupideces ayuda a aliviarlo.

—Vale, vale, sincerémonos, ya estamos por llegar a conseguir a nuestra chica, ¿Cuál es el recuerdo más loco que tienen con Eve? —Pregunta Sivor animadamente, inmediatamente sonrío, porque no esta mala la idea.

—Una vez...—Comienza North—, Teníamos nueve años y estábamos en la escuela y un niño se metió conmigo por mi cabello, yo nunca he sido de pelear, de hecho soy muy pacifico, Everest siempre fue la impulsiva y peleona, yo me sentía mal y con la cabeza gacha aceptaba lo que él decía sobre mí...—Él sonríe con sus ojos cristalizados—, Recuerdo muy bien que en el patio de recreo había un cuadro de arena, no sé de donde salió Everest, yo estaba sentado en un banco y el niño me decía cosas directamente, el banco estaba retirado pero justo en frente del cuadro de arena—Él empieza a reír—, Pues Everest agarro al niño por su cabello negro y lo halo hasta el cuadro de arena, lo tiro bocarriba, se sentó en su espalda y le llenaba el cabello de arena diciendo "No te metas con mi hermano tonto, feo, nuestro cabello es único, el tuyo es negro, feo y común" —Hace una mala imitación de una Everest pequeña que nos hace reír—, Luego le metió la cara en la arena, yo pensé que lo iba a asfixiar, pero le levanto de nuevo la cara y sorprendentemente dijo "Así de feo como se siente la arena en tu nariz y tu cara, es lo feo que eres por dentro" —Empezamos a reír todos—, Es que en serio ella era dinamita pura a punto de estallar

Everest: La caída [EDITANTO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora