Capítulo XVII

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Gunter Snow

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Gunter Snow

Mis manos empiezan a temblar y siento que no puedo respirar, porque estoy teniendo un ataque de ansiedad justo ahora, y yo que pensaba que por ser hombre lobo no me daría este tipo de cosas, pero me equivoque, como la mierda que me equivoque.

Las palabras no es algo con lo que pueda expresar todos los sentimientos que me atacan en este momento, ella...está cerca, ya pronto podré verla, no sé ni siquiera si sonreír, o llorar, o gritar creo que estoy en...

— ¿Está en shock? —Escucho a Macaia preguntarle a Gracie

Yo niego con la cabeza para después asentir, no puedo decir nada en este momento, no sé ni siquiera cuanto tiempo ha transcurrido después de que Uris dijo esa oración, porque Ura ha logrado incluso que deje de llorar.

Quiero sacudir a Uris por no haberlo dicho antes, por no dar más información.

Todos pacientemente nos dirigimos a la sala y Gracie verifica que yo me siente, porque parece que voy a caer de culo en cualquier momento, o eso es lo que ella dice.

—Uris...—Esa es Ura hablando—, ¿Cómo que encontraste a Everest?

La situación con Uris ebrio es un poco complicada, porque él da muchas vueltas en el asunto, porque él se enfoca en la muerte de Purple, y hasta quiero gritarle que ella no está muerta y que cierre la maldita boca y me cuente donde está Everest.

— ¡Uris, maldición! —Él se sobresalta por mi voz, al igual que todos en la sala, que voltean a mirarme—, Di de una maldita vez en donde esta Everest

Él me mira, fijamente y un poco ido a la vez, mi corazón martillea fuertemente en mi pecho, mi respiración es errática y siento que en cualquier momento podré desmayarme.

—Iba a decírselo... A Purple, que todos ustedes tenían razón, que mi padre trabajaba con los desterrados y que él la tenía oculta, que ella... que ella estaba a kilómetros de distancia pero demasiado cerca. Everest está acá en Uguns.

Suelto el aire que no sabía estaba conteniendo y paso mis manos por mi cabello antes de rascar mi crecida barba, simplemente no sé cómo reaccionar, no sé si gritar, o llorar, estoy en una crisis, mi respiración esta agitada. Llevo las manos a mi cara tapando mis ojos y me quedo así, siento unos brazos sostenerme, pero no quito las manos de mi cara.

Entonces, tengo mi primera reacción... Sonreír, pero la sonrisa se convierte en una mueca para luego ser llanto, mi cuerpo empieza a sacudirse, y lágrimas salen de mis ojos como una cascada.

Ella estaba tan cerca y quiero tanto verla, pero también tengo miedo

¿Y si está herida? ¿Y si le han estado haciendo cosas malas?

Miles de escenas pasan por mi mente, y no me gustan, mierda.

—Calma, Gunter—Susurra Macaia, mi cuerpo tiembla pero gradualmente logro calmarme, noto que no soy el único afectado pues todos en la sala tienen los ojos llorosos, al menos la mayoría.

Everest: La caída [EDITANTO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora