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Sus pasos eran constantes, pero se notaba que iba lento, sin demasiada prisa, tomándose con calma su simple caminata, sin prestarle mucha atención a su entorno u clima.

Bajo el rosa cielo del atardecer, un tibio aire de primavera y sin tareas al ser día sábado. Recordando con cierta vergüenza ciertas palabras, una charla, solo recordando la misma entre todas una y otra vez, al igual que un disco rallado.

── Sabes, a menudo sueño contigo.── Rió un poco ante la situación en la que se había metido a sí mismo, nervioso pero manteniendo su compostura relajada. Ignorando la mirada que lentamente se posó sobre él.

── ¿Enserio?── De forma incrédula y burlona el chico de cabello naranjo habló, sin creerle en nada a su acompañante, sonriendo mientras admiraba como el azabache volvía a reír, tirando un poco su cabeza hacía atrás mientras mantenía sus ojos cerrados.

── Oh, cariño, créeme que es verdad. ── Ocupando un juego de palabras que le recordaron a una letra de cierta canción que solía escuchar pero que nunca pudo acordarse del nombre. Sintiendo como su corazón latio rápido, pero sin llegar a afectar sus mejillas o nariz en un tono rosa como otras veces.

Para nada intentando ser romántico, simplemente contando algo que le ha pasado más de una vez, y que a diferencia de un sueño normal, estos sí los podía recordar a la perfección. Desde cualquier palabra hasta la mínima expresión que formulada u hacía el pecoso, dejándole una sensación extraña cada vez que recordaba esas escenas en su mente.

Abrió sus ojos para bajar la mirada, comprobando con su vista que sus manos estaban juntas, haciéndolo de todos modos cuando ya lo sabía por el tacto que generaban sus dos extremidades al estar entrelazadas.

Manteniendo un ambiente algo extraño pero no incómodo, sentados en la banca bajo ese silencio que no le desagradaba a ninguno de los dos, y que podía pasar las veces que quisiera sin que fuera extraño.

Rió para sí mismo una vez más, recordando el día anterior por quien sabe cuantas veces ya en el día, siguiendo sin rumbo según él, pero dándose cuenta que había terminado cerca de la casa de Keef, él chico que ocupaba su cabeza hasta cuando dormía.
Se quedó quieto un momento, estuvieron toda la tarde del día anterior juntos, pero verse de nuevo no era ni extraño ni malo.

Manteniendo su mano elevada a pesar de estar saludandolo con palabras, algo idiota pero que no le importaba. Entrando a la casa después de que el otro adolescente le dijiera que pasara y le preguntara que qué hacía ahí, sin intenciones de que se fuera pero queriendo saber, con una respuesta que solo le sacó una pequeña risita.

Subiendo a su habitación para hablar, dejando atrás a su madre que ha había sido saludada por el azabache, dejando fluir esa pequeña charla que solían tener cuando iba a ver a Keef y que siempre era interrumpida por el mismo chico.

Sentados en la cama del de ojos que pareciera que tuvieran tres tonos distintos de verdes al mismo tiempo; hablando de distintas cosas haciendo alguna que otra acción para hacer cosas banales, quedando en silencio algunas veces sin estar pensando en qué decir para que ese bajo sonido desapareciera.

Mirando a la nada mientras recordaba su sueño más reciente, apretando inconscientemente de forma muy leve la mano de Keef, estando ambas entrelazadas sin que alguno lo notara hasta ese momento. Era algo muy común entre los dos, tomarse de la mano en cualquier momento y lugar sin importarles si había alguien más, una simple acción que uno comenzó un día y que nunca paró desde esa vez.

Desde es vez en la que uno de los dos se sintió solo y decidió realizar tal acción, haciéndolo cada vez que se sentía de la misma de la forma, acción que a pesar de que ambos ejecutaban bajo las mismas circunstancias al principio, no ayudaba mucho a que esa soledad se disipara, incluso bajo el manto de la calidad de la mano del otro.

Siendo en este caso Keef quien ejecutó la acción mientras que su amigo se encontraba distraído, recibiendo el apretón que solía recibir incluso cuando no se percataba del toque en sus manos. Elevando sus ojos para encontrar los contrarios, mirándose fijamente sin ser nada incómodo, sonriendole mientras le preguntaba con la mirada el por qué le miraba así.

Viendo y sintiendo por el peso de la cama como se acercaba a él, uniendo sus labios en un impulso que Gir ya no pudo contener y que ambos sabían que pasaría algún día. Mirando sin comprender su acción al estar algo aturdido mientras sin decir ni una palabra Gir ya sabía que ahora le preguntaba el por qué lo besó.

Esperando aunque sea que le levantara los hombros para intentar decir que no sabía, pero viendo como apartó la mirada mientras que bajo el suave tono del cielo el mismo se plasmó en su pálido rostro de una forma delicada que se deshizo al igual que una nube

Saltando por la sorpresa cuando el pelirrojo le pidió que lo hiciera de nuevo, mirándose ahora con el mismo tono en sus mejillas que comenzó a florecer gracias a la rápidez de su corazón, acercándose para hacer la misma acción.
Quedando en nada pero en mucho, con ambos quedando con la idea de que ahora eran pareja, pero la verdad es que quizá siempre lo fueron, ocultando sus sentimientos bajo una soledad real pero que al mismo tiempo ocupaban para demostrar lo que sentían con un simple agarre de manos.

enamour      [KaGr] [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora