regen

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Sin ganas miraba de lejos como Keef recibía otra carta de una chica de quien sabe qué clase, suspirando molesto por ese echo. ¿Por cuánto tiempo más tendría que ver eso? Ya era la cuarta chica y nisiquiera estaba cerca el almuerzo. El día San Valentín le molestaba.

── Oye, ¿Me estás escuchando?── Zim tiró los cuadernos del más bajo sobre su propia mesa, llamando su atención por el golpe.

── Eso creo.── Estiró sus brazos sobre la mesa, con su cabeza muy levemente ladeada al lado izquierdo, esperando a que Zim dijiera algo más pero sabiendo por su mirada que estaba esperando a que él le dijiera lo que le decía momentos atrás.── ¿Qué hoy cenaremos pizza?

Sacó su lengua involuntariamente, esperando a que su hermano mayor aceptara.

── ¡Por no oírme no!── Se paró de golpe, golpeando la mesa con su mano, haciendo que él contrario apartara las suyas rápidamente al
ver que provenía el golpe.

── ¡No Zim, espera! ¡No lo decía enserio!── Lloriqueó agarrando el brazo de su hermano, esperando a que se retractara respecto a su decisión, solo consiguiendo miradas curiosas u molestas de sus compañeros.

🍓..⃗.

Hora de salida, a diferencia de su familiar, él no tenía ningún taller, prefería ver tele en la comodidad del salón de su sala. Pero se quedó estancado bajo el techo de la entrada de la escuela cuando las gotas de lluvia se estrellaron contra el pavimento, mirando sin ganas como cada gota caía y caía.

No tenía un paraguas, quizá lo tuviera si no se levantara tan tarde en las mañanas como solía hacer para llegar casi tarde al colegio. Miró con una mueca el cielo, tenía hambre, y esperar a Zim hasta que terminara no era un opción.

Tenía varias opciones: Correr hacía
su casa sin así bajo la lluvia para mojarse entero y probablmente resfriarse, quizá caerse por culpa
del agua y lastimarse, o descubrir
que no tenía las llaves de la casa y
que no había otra forma de entrar más que esperar a que Zim llegase.
No importaba mucho, tal vez le pasarían todas.

── ¡Hola, Gir!── Se enderezó con nerviosismo cuando sintió que estaba tras suyo, siendo la persona que menos quería ver en esos momentos por los celos que le provocó ver como chicas se le confesaban. Claro, era un chico amistoso, sociable y realmente amable, era un chico encantador, y él chico del cual gustaba Gir, pero eso no lo admitiría.── Oh, parece que no tienes un paraguas, sí quieres puedo llevarte hasta tu casa.

Una sonrisa cálida intentando que aceptara, con una risita llena de nervios con un intento de negación que terminó siendo de aceptación. Caminaban con ningún ruido más que el de insistente lluvia, mojando de vez cuando por el agua en el suelo y los autos que pasaban, aunque eran pocos, considerando que no estaban caminando por calles muy recoridas más que de la misma que vivía ahí.

── Oh, claro, no tengo mis llaves.── Dejó de buscar en su bolso, sin saber qué haría ahora.

── Podrías venir a mi casa y después Zim podría ir a buscarte.── Intentado negar una vez más, provocando un ceño fruncido por parte del pelirrojo por su terquedad.── Gir, sé que tienes hambre, frío, y acabas de salir de un resfriado, no puedes quedarte aquí.

Maldijo en sus adentros, nisiquiera sabía como era qué estaba enterado sobre su resfriado, pero logró convencerlo. Por lo menos en su casa no tendría frío.
Volvieron a caminar en silencio, tendrían que caminar más ahora, su casa estaba en la otra dirección.

── ¿Cómo lo haces?── Preguntó en voz alta, recibiendo una mirada confusa de Keef.── Ya sabes, lo de las confesiones, varias chicas se te han confesado tanto en persona como en cartas.── Intentó a recalcar lo obvio, sabiendo por la cara y leve expresión que hizo el pelirrojo que ya le había entendido.

── Entonces eso decían las cartas.── Gir se descolocó demasiado, preguntando exaltado si siquiera las había leído.── La verdad es que no, no me interesaba mucho siquiera abrirlas.── Elevó la vista, una gran mirada de desconcierto no dejaba de fijarse en él.

── ¿Por qué harías algo así?── Seguían detenidos en esa ni vereda u calle, era como si ambas se mezclaran en esa parte y no hubiera ninguna de las dos en específico.

── ¿Por qué?── Se encorbó para quedar un poquito más arriba a su altura, besando rápidamente su nariz para sonreírle.── Porque solo tu me interesas.── Ahora besó sus labios, sin ser rechazado por Gir, aunque tampoco aceptado, la verdad era que no sabía como corresponder.

── Tu también me gustas pero no sé como besar.── Y la tinta color rosa llenó sus mejillas en un enorme rubor por culpa de su acelerado corazón, apretando fuertemente la correa de su bolso y aún anonadado por el beso e la gran cercanía que aún mantenía junto a Keef.

── Si quieres yo puedo enseñarte, aunque primero deberíamos ser novios.── Bajó la mirada, como si estuviera pensando.── ¿Quieres serlo?

Gir asintió avergonzado, mareado por la situación, posando sus manos sobre los labios de Keef cuando intentó volver a besarlo.

── Primero vamos a tu casa, tengo frío y hambre.── Sonrió contra sus manos, aceptando y besando rápidamente su mejilla cuando
apartó sus manos de sus labios. Volviendo a caminar.

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Se supone que es como
una escuela japonesa.

enamour      [KaGr] [Hiatus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora