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.Octubre 12, 2012
Recuerdo ese día. Faltaba solo un día para su cumpleaños número diecisiete. ¿Qué tan extraño era esperarlo con ansias? Dejar la preparatoria estaba convirtiéndose un gran problema. No quería irme sin antes hacerlo. Sabía que él ya no era el mismo tímido niño, él podía estar bien solo cuando yo me alejaba. Habíamos progresado mucho. Jamás había estado tan enamorado. Creo, nunca me había enamorado siquiera alguna vez antes de verlo. Antes de llegar a California, antes de conocer a Park Jimin, mi vecino.
Mi padre y yo habíamos cambiado de domicilio al menos seis veces ese año debido a su trabajo. La vida de un agente era difícil por el constante peligro. Estábamos solos y por ende, debía cargar conmigo para todas partes. Siempre lo odié.
Trasladarse de una ciudad a otra era un fastidio. Escuela tras escuela, nuevos rostros a los que evitaba recordar. Para mi mala suerte y a pesar de que no lo quisiera, me era fácil conseguir personas a mi alrededor y mezclarme en cada ambiente. Parecía tan sencillo hacer amigos temporales. Otra cosa que odiaba; personas falsas.
Yo era una persona tan aburrida rodeada de personas que me creían genial. Una persona que disfrutaba más de leer que del baloncesto en el que todos me aplaudían y apoyaban. Amaba dibujar, más que destacar en mis calificaciones. Pero siempre presenté una imagen frente a las personas, mientras que mis verdaderos gustos permanecían en el interior de mi habitación. Estaba tan harto de guardar apariencias a pesar de odiarlas. Eso, hasta que vi a ese niño curioso husmeando por la ventana el día de la mudanza.
Jimin se convirtió en mi mejor amigo. Aquél con el que podía hablar de mis gustos, aquél con quién hablar horas se volvía lo más divertido del día, con el que me sentía realmente alguien genial, al que podía mostrarle tal cual era yo y seguía creyendo que era genial.
De verdad, no sabría decir en qué momento fue que mis sentimientos cambiaron hacia él, solo supe que me encantaba estar a su lado, compartir cada instante del día, protegerlo, enseñarle a ser más valiente y arriesgarse a intentar nuevas cosas. No sé en qué momento me enamoré de su dulzura al sonreír, de su timidez, de su risa escandalosa. Pero si recuerdo bien el instante en que mi estómago se oprimió con fuerza con furia al ver esos chicos que lo molestaban. Supe que no debía dejarlo solo. Supe que debía protegerlo. En ese entonces no sabía que en realidad ya estaba enamorado de él. No, hasta que mis ojos captaron por primera vez el brillo de sus ojos, la suavidad de sus manos, el color de sus labios y esos gestos adorables que hacía cuando estaba muy concentrado en sus cuadernos o libros de ejercicios.
Los días, meses e incluso años después de eso, fueron tan duros. La palabra "amigos" se volvió una de las peores. Ante sus padres, ante sus amigos, ante todo el mundo. Éramos buenos amigos, los mejores... Y tras un tiempo eso me hizo sentir insatisfecho. Cuando nos besamos por primera vez, pensé, que quizá todo cambiaría. Fui la persona más feliz al saber que también le gustaba. Quise darle todo el tiempo necesario para que él estuviera listo, para que fuera fuerte, y mi amor fuera lo suficientemente bueno para ser duradero. Él debía saber que yo estaría ahí para él, sin importar nada, sin importar nadie.
Pero pasaron dos años más. En tan sólo unos meses me graduaría, entraría a la universidad y debería mudarme. Dos largos años más de ser el mejor amigo de Park Jimin frente a los demás, mientras que estando a solas no podíamos quitarnos las manos de encima, ni nuestras bocas separarse. De cierta forma, ¿nos convertimos en amantes? ¿Amantes furtivos?
No negaré que me fastidió la idea de no poderlo tocar, ni besar, decirle a todo mundo que se jodiera si no lo aceptaban. Pero a él le importaba, y por eso callaba. Al día siguiente era su cumpleaños y mi mente no había podido mantenerse quieta un segundo. Pensando, una y otra vez. Una loca idea se había atravesado en mi cabeza, negándose a irse. Quería decírsela y estaba esperando a que el día llegara para poder mencionarlo. Tan solo esperaba que dijera que sí.
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Love Me Or Leave Me | Yoonmin
Fanfic"Dónde la falta de comunicación es el peor enemigo de una relación" O dónde dos personas pueden herirse mutuamente por el miedo y las inseguridades. Donde Jimin intenta remediar su matrimonio destrozado por la sombra del pasado." • Yoonmin. Menció...