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.— Me encantó compartir la tarde juntos. Lyn incluso se quedó dormida de tanto jugar. —murmuró Jackson a la entrada del apartamento.
Debía admitir que me había servido de gran distracción compartir estos días a su lado y la pequeña Lyn era un encanto.
Jackson se acercó a darme un corto beso en los labios antes de sonreír y despedirse. Sonreí de vuelta.
— Nos vemos después. Descansa. —mencionó.
— También descansa.
Se dio la vuelta y anduvo por el pasillo hasta el elevador al cual entró. Esperé a que las puertas se cerraran antes de entrar por fin al apartamento. Estaba exhausto. Solo quería ir a la cocina por algo de cenar y acostarme a dormir por lo menos ocho horas continuas antes de continuar trabajando en mi tesis. Al menos, algunas cosas estaban por terminar y sería menos carga a cuestas. Al parecer, no todo estaba tan mal. Comenzaría a respirar más tranquilo. Mi vida continuaba luego de largos meses agobiado, pensando que todo había terminado.
De cierta forma, era así.
Un ciclo había terminado luego de lo que pareciera una eternidad. Trece años de mi vida debían comenzar a ser olvidados y reemplazados por nuevos recuerdos. Por mi bien, por mi salud mental. Debía soltar todos mis recuerdos. Dejar el pasado. Un dulce y amargo pasado.
Busqué algo de cereal y leche para ponerlo en tazón. Era noche y lo menos que quería hacer era cocinar. Estaba sirviéndolo cuando una voz cercana me asustó.
— ¿Tan en serio van? —preguntó Seokjin, recargado de la pared a la entrada de la cocina.
— Me asustaste... Y buenas noches para ti también. —dije sarcástico.
— No cambies el tema... —interrumpió. — ¿Pensaste lo que te dije? —inquirió. Llevé una cucharada de cereal a mi boca, masticando ruidosamente. Él entornó sus ojos, mirándome con interés. Suspire.
— No tenemos nada más de que hablar. Sería incómodo. Estamos divorciados... —me interrumpí yo mismo al recordar que no era del todo cierto. — Bueno, casi... Él está con esa tipa y yo...
— ¿Tú qué? —continuó preguntando.
— Yo... Quiero intentarlo con Jackson. —musite. — Él es gran persona, es un gran padre, es... Atractivo...
— Mm, hasta parece que estás leyendo una especie de currículum del chico perfecto. —comentó. Él se acercó a mi. — Pero dime algo, o mejor aún, debes preguntarte a ti mismo esto... ¿Sientes algo por él? —inquirió.
— Él es muy bueno...
— No pregunté eso. —dijo con una sonrisa. — Jimin. Sé sincero, ¿crees poder llegar a amar a Jackson? Recuerda que no puedes utilizar a las personas para olvidar a otras. Siempre termina mal. Los corazones heridos son difíciles de sanar y si te digo esto es porque no quiero que vuelvas a pasarla mal. —aconsejó.
— Lo sé. No quiero jugar con él pero...
— Pero nada. Si ese chico te quiere como dice, debe darte tu espacio para que tu corazón pueda sanar por completo. Debes enmendarlo antes de entregarlo a alguien tan pronto. Querer no es lo mismo que amar, y sabes que tu no lo amarás. —dijo.
Por supuesto, no estaba seguro de alguna vez poder sentir algo tan fuerte de nuevo por alguien, pero tampoco podía quedarme toda la vida esperando a que mi corazón dejara de amarlo a él. Era tan difícil.
— Gracias. —le dije simplemente. No tenía mucho más que decir.
— Nada de gracias. Quiero verte feliz Jimin, extraño al Jimin que conocí. —mencionó mientras se acercaba a abrazarme.
Tardé unos segundos antes de darme cuenta que él tomó mi tazón de cereal y se apartó llevándoselo mientras escapaba sin siquiera decir buenas noches. Negué con la cabeza con una pequeña sonrisa antes de alcanzar mi chaqueta y caminar en dirección a mi habitación.
¿Podría realmente amar a Jackson?
La pregunta rondó mi cabeza en tanto me sentaba a la orilla de la cama, dejaba mi teléfono sobre el buró y desataba mi calzado. Aún con la ropa puesta decidí recostarme y cerrar los ojos escuchando mi respiración solamente. No tenía sueño pero mi cuerpo y mis ojos estaban cansados. Quizá por aquello mismo fue que salté en mi lugar cuando mi teléfono comenzó a sonar.
Estiré el brazo y lo alcancé. Me sorprendió ver que no se trataba de ningún número agendado si no más bien, uno desconocido. Pude reconocer ese último dígito. Era el mismo número del que alguna vez recibí un mensaje. Lo sabía porque lo había visto varias veces pensando en quien podía ser. Y ahora... me estaba llamando.
Ignoré su llamada y el teléfono dejó de sonar. Era tan extraño. Estaba por ponerlo de vuelta en el buró cuando la pantalla volvió a iluminarse y una nueva llamada entrante apareció. Contesté.
—¿Quién habla? —pregunté a la nada. Nadie contestó durante veinte segundos antes de que colgaran.
¿Que rayos?
Dejé el teléfono nuevamente y me obligué a dormir cerrando los ojos. Algo dentro de mi, estaba ansioso. Pasaron varios minutos quizá una hora cuando el teléfono volvió a sonar. Esta vez me levanté de golpe y lo tomé, contestando sin ver de quien se trataba.
— ¡Quién es! —exclamé algo agitado. Escuché un leve murmullo.
— Ah... ¿Es usted Park Jimin? —preguntó una mujer del otro lado de la línea. Me tomó por sorpresa.
— S-si... Perdón, ¿quién habla? —indagué apenado. Frote mis ojos con cansancio.
— Le llamo del hospital Reel. Hay un paciente que dio su nombre al entrar a urgencias hace poco tiempo. ¿Podría venir? —murmuró ella.
Despegue un momento la bocina de mi oído. Mi corazón se detuvo, apretujado en mi pecho.
— ¿Joven? ¿Se encuentra ahí? —escuché que hablaba. Debía saber... Debía saberlo...
— ... ¿C-cual el nombre del paciente? —balbucee. Mi voz estaba hundida en mi garganta mientras me levantaba rápidamente y volvía a ponerme los zapatos.
— El señor... Min... Min YoonGi... —respondió.
El teléfono casi cayó de mis manos temblorosas y ojos se nublaron. Escuché que la mujer siguió hablando antes de colgar y salir corriendo.
Él no...
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MIN∆BRIL
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Love Me Or Leave Me | Yoonmin
Fanfic"Dónde la falta de comunicación es el peor enemigo de una relación" O dónde dos personas pueden herirse mutuamente por el miedo y las inseguridades. Donde Jimin intenta remediar su matrimonio destrozado por la sombra del pasado." • Yoonmin. Menció...