16. Sacrificios

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Necesitaba encontrar a Bon. Ese era el único pensamiento que inundaba la cabeza de la reina de Corazones.

Debía hallarlo antes de que se encontrara con alguno de los aliados de Deuz, los cuales no sabía quiénes eran pero sabía que podía confiar en los suyos, siempre lo haría y ahora se daba cuenta del error que cometieron al separarse por una estúpida idea.

Sus sentidos estaban completamente alerta, con navajas entre los dedos de la mano derecha y dispuesto a atravesar el corazón del primero que se cruzara en su camino, nada lo detendría de atacar primero y preguntar después si no encontraba a su familia. Si creían que, porque en Corazones no les gustaba el conflicto eran débiles, él les demostraría que estaban equivocados.

Unos pasos resonaban en la piedra, justo a la vuelta de donde estaba el de cabello morado, estuvo a punto de atacar hasta que reconoció la voz de su esposo y corrió para abrazarlo, sorprendiendo al pobre Bon, al que casi le da un infarto por la impresión. Le sobraron segundos a los reyes para besarse de forma rápida y asustada porque la situación era mucho más grave de lo que habían creído.

Onnie tuvo que aclararse la garganta para hacerse oír en la tierna escena y recordarles que seguían en medio de algo.

—Encontré al rey perdido entre los pasillos, buscándonos. —Aclaró con una sonrisa ladeada el As de dientes afilados ante la irreverente imagen con la que se encontró, aún en esta situación tan complicada.

—Busquemos a Lily y vámonos de aquí. —Ordenó la reina, ante algo que no le negaría nadie. —¡Deuz es el traidor!

—Lily está peleando con Usagi, ella me pidió que me fuera. —Contestó Bon, confundido— Creo que todos los de Picas están unidos en esto.

—El rey Félix me pidió que los buscara –Dijo Onnie, convencido de que el mencionado no podría estar de acuerdo con su esposo si Eak le había encargado tanto su seguridad, lo que le hizo tener una alarmante revelación—¡¡¡Félix está en peligro!!!

★★★

Por fin los traidores se habían decidido a actuar y eso le quitaba un poco de ansiedad a Félix porque ya no temía un ataque mientras dormía.

Sí, él siempre supo —o sospechó— que Deuz y Bonbon estaban planeando algo. Si dependiera de él, renunciaría y los dejaría en paz pero se debía a su pueblo, a su gente y porque también creía en la unión y armonía entre los reinos; no podía renunciar para darle la libertad al Rey. Las cosas debían seguir un curso y _la Reina_ aceptaría que, la felicidad, no era parte de su camino.

Unos pasos firmes se acercaban a él y se tensó, sacó la daga que le diera Eak hace tanto tiempo y se quedó quieto, mirando el cielo a través de la ventana que aún no se iluminaba de otro color. En un pensamiento egoísta, deseó que la luz anterior no significara que perdió a Springtrap... No soportaría perderlo, a él que se ofreció a ser su amigo y lo apoyó cuando pensó que no soportaría más esta forma de vida, lo quería tanto que el nudo en su garganta empezó a ahogarlo porque le aterraba la idea de que muriera... Él no, por favor... Antes de seguir con esa fatalista posibilidad, una conocida voz atrajo su atención, ocasionando un escalofrío por su espalda.

—Félix, es peligroso que estés solo. —Deuz llevaba la espada en la mano y miraba alrededor, seguramente verificando que estaban solos y llegó hasta él sin bajar su arma y con una sonrisa torcida que pretendía pasar por confiable.

—Mandé a Onnie a buscar a sus reyes. Creo que pronto vendrá Eak.

La mirada del más alto ya no estaba tan llena de adoración y anhelo cuando veía al de mirada azulina, ¿Cómo podría hacerlo si no hacía más que burlarse de él? El castaño pareció darse cuenta que no podría engañar al otro, por primera vez veía al chico estoico, sin una pizca de desenfado o coquetería... Finalmente lo veía como el Rey que siempre fue.

Para evitar la guerra (FNAFHS AU CARDS KINGDOM) GOLXY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora