Para evitar la guerra (FNAFHS AU CARDS KINGDOM) GOLXY

8. Reyes sin amor

Parecía que nada podría salir mal ese cálido día, muy a pesar de que aún no estaban liberados de la cruel profecía pero tampoco había un culpable a la vista, lo que era una falsa esperanza de que quizá no ocurriría nada pero esperanza a final de cuentas.

Sin embargo, los integrantes de otros lugares convivían felizmente en Corazones y esa era una visión que encendía el ánimo del rey que los visitaba... Al menos hasta que Golden se encontró a Foxy cerca de un jardín privado, besándose con Joy.

El rubio observó a la pareja a lo lejos, estaban felices por el reencuentro, era evidente pero eso le causó una extraña sensación de perdida a pesar de lo ilógico del pensamiento, los integrantes de Tréboles ya eran una pareja desde antes que comenzara a consagrarse su amistad con el pelirrojo, por lo que no era un inconveniente pero dentro de sí, sentía como si trataran de arrancarle algo que no sabía que estaba ahí.

El sentimiento de tristeza y oscuridad empezaba a anidarse en un corazón cálido y amoroso que nunca había sido corrompido pero eso era porque no había conocido lo terribles que podían ser los sentimientos bellos.

Era imposible para el rubio saber que el As también se sintió incómodo con ese beso -por primera vez- con la que era su novia porque, esos besos que tanto creyó ansiar, ahora le sabían amargos aunque ella no hubiera cambiado de la última vez que la vio.

La vida que había llevado y las personas que había conocido se habían ampliado para Foxy y, muy a pesar de su renuncia inicial, descubrió que era bueno. Aún así, extrañaba su vida anterior o, al menos eso creía hasta que tuvo de nuevo a la rubia de ojos azules frente a él.

Mientras la Jack le hablaba sobre la ternura que le ocasionaba Loon o lo mucho que lo había extrañado, el pelirrojo estaba distante, mirando de reojo a los lados, como si buscara algo o, más precisamente, a alguien. Joy lo sabía o al menos intuía que se trataba de Golden porque todas las cartas que le escribía llevaban ese nombre, al principio de forma agresiva, después con un poco de curiosidad y, finalmente, la emoción inocente de descubrir algo nuevo y fascinante. Nunca antes había visto a su novio así y no sabía lo que estaba sintiendo al saber que el rubio lo ocasionaba.

-Esto es muy difícil. -Comentó de repente el más alto sin centrarse en ella pero sin buscar más al rey de Diamantes. -Te quiero pero es extraño estar tanto tiempo separados...

Joy sabía que no era la distancia lo que estaba alejando a Foxy porque cuando aparecieron los reyes de Diamantes en su vista, hubo una sonrisa en ese rostro del que se había enamorado, una sonrisa dulce y cálida que antes no estuvo ahí: ni cuando se encontraba con Chica antes de la coronación, ni cuando sus mejores amigos se casaron y fueron nombrados reyes, ni cuando entre balbuceos le pidió que fuera su novia después de un entrenamiento ni cada vez que le declaraba su amor... Era tan distinta y, a la vez, tan dolorosamente bella que supo cuál sería el probable final de esta historia.

-Han sido días muy hermosos contigo... Quizá al terminar todo esto, todo deje de ser tan difícil para los dos. -Su corazón se ralentizó ante sus propias palabras porque se rompía ya que imaginaba que lo que hoy terminaba, no volvería a suceder. Un alivio culpable cruzó por los ojos dorados del As y se inclinó para besar en la mejilla a la rubia, preguntándose si una separación en realidad dolía tan poco.

La de ojos azules se retiró, diciendo que tenía algo muy importante que resolver, dejando a Foxy para que conviviera con el resto. Así, la Jack de Tréboles se acercó al rey que hasta hace poco se despedía del monarca de Picas.