~El Juicio de la Luna~

~Tomar las cosas con diplomacia~

En la habitación de Kyoka ya se habían llevado los instrumentos, sólo se quedó el bajo y la guitarra que iba a usar Kaminari. La chica entonces comenzó a darle una clase rápida para aprender a tocar, primero comenzando con las notas.

- Mueve los dedos. – Kyoka se vio a sí misma ser demasiado torpe con la guitarra y suspiró. – A ver dame. – Le quitó la guitarra y se la colgó y se levantó. – Mira. – Pero se dio cuenta que él la miraban embelesado. - ¿Qué pasa? –

- ¡Me veo super! –

- ¡Pon atención! – Soltó con vergüenza.

- Espera. –

- ¿Qué? – Pero el chico sacó el celular y apuntó. - ¿Qué haces tonto? Soy yo. –

- No, en la foto no eres tú. Haz eso que hacías. –

- ¿Qué cosa? –

- Toca. – Kyoka torció los ojos y tocó las notas y el chico se puso a tomarle fotos.

- Insisto eres narcisista. –

- De verdad me veo como todo un rock star. –

- Pero claro, yo soy la de la pose, a ti no te sale. –

- Pero nadie sabrá eso. – El chico estaba encantado poniendo la foto de fondo de su perfil del chat mientras la chica dejó la guitarra a un lado y luego sacó su teléfono y se lo puso en frente. - ¿Qué? –

- Este es tu teléfono. –

- Ah, pero no importa, guardaré las fotos en la memoria. –

- ¿Y si sacaste tus porquerías? –

- ¿Mis qué? -

- Las cosas que tengas en tu teléfono, no quiero ver tus cosas. –

- No tengo nada. –

- ¿Y las cosas que te pasa Mineta? –

- Las borro. –

- No te creo. – Lo escudriño, pero el chico la miró igual y como se vio a sí misma le gano la risa. - ¡Ppppffffftt! No hagas esas muecas. –

- Tú también estás haciendo muecas. –

- Pero tú te ves gracioso en mi cuerpo. –

- Te hubieras visto en la mañana, con los pelos desgreñados. –

- Tu estabas en ropa interior. –

- Y me puse short, hasta eso dejaste el pantalón a la mano. –

- Bueno tú tienes un desorden por todos lados. –

- Que no está desordenado. – De pronto la chica se quedó callada y se sentó en la cama. - ¿Estás bien? –

- No... voy a extrañar mi habitación. –

- Pues duerme aquí, después de todo esto es demasiado complicado. –

- No, está bien así, es que estás en el peor piso, hay demasiada gente contigo y si te ven sería un problema. –

- Iida no tardaría ni medio segundo en correrte del piso. –

- O reportarme. -

- Ya sé, llévate algo de aquí que te haga sentir más segura. – La chica giró el rostro pensando uno segundos y después caminó al closet, sacó una camiseta negra que decía "Brian the Sun" y se la puso contra el pecho.

- Esta me la regaló mi viejo para mi cumpleaños, la usaré para dormir. Me quedaba grande así que quedará bien en tu cuerpo. –

- ¿Sólo eso? –