~El Juicio de la Luna~

~Lo mejor de mí~

Por costumbre el chico bajó y cambió de elevador para subir al cuarto piso del lado de las chicas; nadie le dijo nada porque del mismo modo estaban acostumbrados a verlos; pero las cosas ya no serían como antes. Red Riot caminó de manera casual pero algo asustado, su corazón se había acelerado de golpe cuando llegó al piso de la chica y tragó saliva con dificultad al salir del elevador; se acercó a la puerta de la pelirrosa y tocó intentando parecer lo más normal posible pero estaba la mar de nervioso. "¿Cómo voy a verte a la cara como si nada cuando acabo de besarte? Ya no puedo pensar en nada más" Y el corazón le dio un vuelco cuando el tarareo del otro lado de la puerta se escuchó demasiado cerca y un instante más tarde lo que lo separaba de la chica desapareció; entonces esos ojos ambarinos volvieron a verlo y los poros de Eijiro se erizaron.

- ¿Hmmm?, ¿Kirishima? – Lo miró con sorpresa. - ¿Qué haces aquí? Te van a regañar. – Dijo sacando la cabeza y asomándose para ver si había alguien más.

- Am... no, solo vine a darte tu teléfono. –

- ¿Mi teléfono? Pero si el mío está... - Y se metió la mano en la bolsa y al sacarlo vio la carcasa negra y enarcó las cejas. – ¿Y esto? –

- ¿No... no te acuerdas? – Preguntó tentando a su suerte.

- Pues... ¡Ah sí! Aizawa sensei me dijo que sacamos 100 en nuestro proyecto de investigación y que ya podemos comenzar con lo del festival. ¿No es genial? ¡Nos sacamos un 100! Tu y yo. – Al parecer estaba más sorprendida de que fueran ellos 2 que otra cosa. Kirishima sonrió de medio lado enternecido con lo dicho pero también algo afectado. "Realmente borró todo" Pensó y ella lo sacó de sus dudas. – Lo que no recuerdo es por qué nos mandaron a hacer eso. –

- Cuando salimos por los materiales, nos tardamos comiendo en un restaurante. –

- ¡Ah si! Cierto... - Ella entonces entregó el teléfono y él se le quedó mirando. - ¿Qué? –

- Cambiamos las memorias. –

- ¿Porqué? –

- Es que... estábamos jugando, sólo por bobear, tú sabes. –

- ¡Oh! – Ella se veía confundida y él intentó apresurarse; abrió la tapa de su teléfono tras apagarlo y sacó el chip; ella lo miraba y entonces le ofreció el suyo; Kirishima no dijo nada pero abrió el de carcasa magenta e hizo lo mismo; ella sólo lo miraba mover las manos y llena de dudas. - ¿Por qué hicimos eso? –

- E-estábamos jugando Ashido, sólo por bobear. – No se le ocurría nada más.

- Ya veo... ¡Jejejeje! Hubiera sido lindo verte con mi teléfono. –

- ¿Lindo? –

- Si, tu todo macho con mi teléfono rosa. – "¡Demonios!"  Kirishima comenzó a sentirse mal y ella reía como si nada. - ¡Jejejeje! -

- Fue entretenido. – Y él terminó con el de ella ofreciéndoselo. – Toma. –

- Gracias Kiri; por cierto, que no te vaya a ver Iida kun de este lado o se pondrá loco. –

- Am... no, teníamos permiso por lo del trabajo, ¿recuerdas? –

- De hecho... Hmmm... la verdad no. – La vio confundida mirando a la nada con la mano en el mentón como si buscara recordar, pero no lo conseguía; el pelirrojo decidió que lo mejor era irse para no frustrarse. 

- Igual ya lo entregamos así que ya no estaré por aquí, je, que bueno que sacamos 100. –

- ¡Si yay! – Saltó emocionada y él sonrió. – Iré a bailar con Hagakure y los demás. –