~Cuando todo se puso de cabeza~

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Los sábados eran los días que los chicos podían dormir más tiempo, aunque no todos lo hacían,  Bakugou tenía la costumbre de levantarse temprano para salir a ejercitarse así que, como cualquier otro día, se despertó.

- Yaaaaaaawwwmmm. – Bostezó con pereza y se estiró en la cama sintiendo algo extraño; sus manos se sentían diferentes. - ¿Qué cojones? – Dijo y se escuchó la voz así que se llevó la mano a la garganta. - ¡Ejem! – Carraspeó, pero pronto notó que tenía guantes puestos. - ¿Y esta mierda de dónde salió? – Mentó, pero de nuevo la voz sonó extraña. – Estoy soñando. – Se sentó y se vio las manos enguantadas, frunció el ceño y se quitó los guantes, pero entonces giró el rostro notando la habitación. - ¿Dónde coño estoy?, ¿Qué mierda es esto? – Y por azares del destino bajó la vista para verse el cuerpo. Hubo una pausa de unos segundos y pronto carburó dando un brinco que lo botó de la cama hasta terminar pegado al closet; su cuerpo no era el suyo y por si fuera poco tenía pechos así que enarcó las cejas muy sorprendido. – Esto es un puto sueño de mierda, no puede ser que... - Pero sin demora se llevó las manos a los pechos y los apretó. – ¡AH! – Soltó dándose cuenta que en lugar de sentir agradable por estar tocando el cuerpo de una mujer, lo sintió de otra manera. - ¡Oh mierda! – Peor todavía comenzó a flotar y cuando vio que no alcanzaba el suelo comenzó a manotear para intentar agarrarse de algo, al final no pudo y terminó pegado al techo de espaldas. Fue entonces que los mechones de cabello le cayeron en la cara. - ¿Qué mierda? – Se movió el cabello, pero este cayó de nuevo. - ¿Qué putas está pasando?, ¿Por qué estoy flotan...? - Y no pudo terminar aquello; enarcó las cejas girando el rostro para ver las cosas en la habitación, la mochila rosa y rememoró cuando veía esa mochila yendo y viniendo de aquí para allá asi que se miró las palmas buscando explícitamente las yemas de sus dedos. - ¡URARAKA! – Berreó y conociendo el mecanismo del quirk ajeno unió las yemas entre sí y cayó al suelo pegándose en la cara y el torso. - ¡Ay joder! – Se levantó molesto y golpeado pero propuesto a mirarse por lo que caminó al baño en donde había un espejo, al encender la luz vio un par de tendederos de color verde con prendas íntimas colgando. "Esto es un puto chiste" Mentó bajando la cabeza porque sintió las mejillas calientes; no es que no hubiera visto ropa de mujer en su vida, pero esta era de su compañera y aquello lo incomodó; peor aun giró el rostro y se miró al espejo. "¿Cómo mierdas llegué aquí?, ¿Estoy soñando con la cara redonda?" Se dijo, pero se  quedó estático viendo la cara de Uraraka en el espejo, se tocó las mejillas y de nuevo se fue flotando en el aire, se pellizcó y siguió flotando, terminó repitiendo el proceso para bajar y aunque esta vez cayó de pie, en el camino se le atoraron los ganchos con la ropa y terminó en el suelo y para empeorar las cosas sintió una revoltura en el estómago. "Esto no puede ser real" Intentaba convencerse mientras se sujetaba el estómago, pero no era el único así. 


En otro piso la cosa era parecida. "¿Por qué me estoy hundiendo en el tatami?" Pensó Todoroki al darse cuenta que se sentía incómodo, acalorado y metido en una especie de colchón muy suave; terminó abriendo los ojos y viendo una cama con dosel. "¿Qué es esto?" Se preguntó al sentarse y fue entonces que vio la colcha blanca así que ladeó el rostro.

- ¿Y mi futón? – Y se escuchó la voz. - ¿Ah? ¡Ejem! – Pero lo mismo. - ¿Dónde estoy y qué me pasa en la voz? – Se dijo quitándose la colcha de encima y viéndose en pijamas; el pantalón a la rodilla con encajitos y moños y la mata de cabello que le cayó por los hombros. - ¿Qué es esto? – Elevó la derecha y quiso crear un poco de hielo, pero lo que salió de su mano fue un papel que decía "hielo" - ¿Ah? – De nuevo esa voz así que se levantó y cuando gateó por la cama para bajarse recordó el mobiliario, los libros de la repisa a un costado, así como el tocador. – Esta es la habitación de Yaoyorozu. – Dijo y entonces enarcó las cejas. - ¿Es un sueño? No tiene sentido... - De pronto se sonrojó notando que tenía pechos y una bonita pijama de mujer. – Debo despertarme. – Pensó en pellizcarse, pero vio la piel blanca y suave en el brazo así que desistió, pensó en darse en la cara una cachetada, pero cuando llegó al tocador y se miró al espejo simplemente se quedó estático; era Yaoyorozu, en pijamas, con el cabello suelto y con cara de asombro. – Esto no puede estar pasando, es un sueño y debo despertarme. - Dijo así que caminó al baño para echarse agua en la cara y conseguir despertar, pero no hubo cambio alguno, sólo era Momo con la cara mojada mirándose con mucho asombro. "¿Qué está pasando? ¿Por qué estoy en su cuerpo?" Pero Todoroki era un poco más tranquilo hasta para las situaciones más extrañas; el verdadero caos vendría en el tercer piso...

~El Juicio de la Luna~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora