¡Capitulo: 17!

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Extraño...

Tenía la sensación de sentirse atrapado junto con un vacío. El aire le faltaba a pesar de estar respirando. ¿Me estaré asfixiando? O ¿Estoy soñando? Sus ojos pesan mucho pero están inquietos a pesar de estar cerrados. El sudor resbalaba en su cuerpo y sentía pequeños temblores en sus manos y labios.

De repente sintió sequedad. Agua... Necesito agua.... Su melena estaba echada atrás de su cabeza pero pequeños mechones rozan su rostro sin expresiones. Sus ojos se abren sorpresivamente de golpe haciendo que sus pupilas se encogen para luego volver a la normalidad después de acostumbrarse a la luz. Sintió una flojera increíble en todo su ser, tenía que levantarse y perezosamente así lo hizo.

Soltó un pequeño gemido que casi sonó igual a un suspiro ronco. Su garganta esta seca y eso que no duerme con la boca abierta.

-¿Ya es de día...?

Desorientado miro a su alrededor. Al parecer se encontraba en una habitación simple; paredes de madera al igual que el suelo. La cama espectacularmente blanca al igual que la cortina del gran ventanal a su derecha. Alado de su cama había un pequeño escritorio junto con un vaso de agua y una carta con un sello extraño.

Se quedó mirando con la mente en blanco la carta hasta que su ceño de frunce.- ¿Qué haces aquí?- Le pregunto a la carta inútilmente. Últimamente hablaba solo y por alguna razón le entretenía.- Mm...-Se tumba a la cama sin apartar la mirada. Un bufido aburrió salió y extendió su brazo perezosamente para agarrar la carta.- ¿Debería abrirte? –Se cuestionó viéndolo en lo alto mientras usaba su brazo izquierdo como almohada.

Se negó a abrirlo y enseguida lo uso como abanico. Por un rato se perdió en sus pensamientos mientras miraba el techo como si fuera la mejor cosa que tenía que hacer. Rápidamente se sentó al borde de su cama con la espalda jorobada y le quito el sello a la carta.

¡Ray...!

Pero de repente, una jaqueca increíble le llego, sintió terror y sus manos temblaban.

¡Ray! ¡¡Corre!!

Despierta bruscamente con la respiración inestable. Automáticamente por reflejo observa todo con el pensamiento de peligro pero es opacado por los molestos rayos del sol. Al notar un abrazo algo posesivo en su cintura se calmó, era Emma.

Suspiro de alivio. -¿Un sueño...? –Murmuro.- Ugh.... ¿Un sueño dentro de otro sueño mientras soñaba? – Se sentía estúpido diciendo eso en voz alta.

Era una pesadilla pasiva. Soplo su larga melena haciéndola un lado para mirar el cielo que estaba siendo escondido torpemente por las hojas de los árboles. El viento azotaba en el suavemente relajándolo completamente. Pero se asustó cuando escucho un pequeño disparo, alarmado busco el causante hasta que encontró a los niños discutiendo a lo lejos.

-¡Hey, eso es mío!

-¡¿En dónde?! ¡Yo vi primero a esa ave! ¡Así que es mío!

-¿Ah? Tú no comes solo. Cuando se lo diga a Ray te romperá las piernas.

-¿Ah, sí? Cuando se lo diga a Norman te romperá el cerebro.

Ray suspiro con una sonrisa mientras acariciaba los mechones desordenados de Emma quien dormía profundamente todavía. Los niños ya despertaron y tan temprano haciendo escándalo.

-¿Qué...? ¿Cómo me va romper el cerebro?

-No sé. Es Norman, el terror psicológico está en su ser.

"Sacrificio" -[The Promise Neverland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora