"Sacrificio" -[The Promise Neverland]

¡Capitulo: 13!

-Ash...

Gruñe frustrada mientras se levantaba de la roca, extinguiendo el fuego con la botella de agua que había recogido de un rio horas atrás. Cuando se apagó por completo, deshizo y esparció los restos de la fogata para luego tomar sus cosas, dirigiéndose al árbol más cercano y comenzar a escalarlo con agilidad.

Al llegar a la cima; desplazo su francotirador que estaba en su espalda hacia sus manos, preparada para cualquier peligro. Levanto su rostro hacia el cielo un poco cubierto por las hojas para ver desde los agujeros de su máscara la oscuridad de la noche, donde también se encontraban pequeñas nubes que indican que unas horas lloverá. Analizo la zona para encontrar cualquier especie o demonio salvaje que encontrara y nada.

Sus hombros se relajaron. Sus orbes verdes reflejaron una profunda tristeza, el brillo de sus pupilas estaba apagado ligeramente.

<<Los extraños...>>

Ver el bosque nocturno le recordaba esos tiempo que era guiado por el señor cascarrabias y Ray. En cómo fueron separados y gracia a eso, conoció a los niños de Goldy Pond. Sus sentidos fueron devueltos para entrar en estado alerta cuando escucho un ruido extraño a lo lejos. Se agacho rápidamente para evitar ser descubierta fácilmente por los depredadores. Cuidadosamente con el francotirador, trato de ver a larga distancia si había algo merodeando, pero no pudo alcanzar a ver absolutamente nada, y volvió el silencio completamente.

Sin lograr entender la situación, no le tomo total importancia y se incorporó guardando el arma tras su espalda para empezar a descender hacia el suelo gracia una liana que colgaba en unas de las ramas de ese bosque tan exótico y extraño.

Un poco frustrada y aburrida, pateo una piedra. Estaba cansado de todo esto y ya quería estar con su familia nuevamente. Ladeo un poco la cabeza para sonarse la cervical, soltó un silbido para llamar a su corcel que estaba escondido en un pequeño hueco en los árboles que había creado.

Una sonrisa salió de sus labios cuando; luego de estar vagando sin un destino, pudo encontrar a un demonio salvaje que aún no se percató de su presencia. Para no gasta munición innecesario solo para uno; saco su arco y apunto con precisión antes de soltar y dejar que la flecha saliera disparada, atravesando su núcleo y matándolo automáticamente. Para aprovechar el momento, nuevamente disparo hacia una de las aves que casualmente pasaban por esa zona.

<< ¡Esta es la cena! >>

Antes de guardar el animal, intercepto la flor ceremonial en el pecho del animal, extrayendo su sangre para que perdure la carne. Los casco del caballo hacían un pequeño eco en la tierra y las hojas crujían, el viento helado soplaba haciendo que las ramas produjeran sonidos acompañados de los búhos y otras aves nocturnas que le hicieron recordar por un momento, de que no estaba sola.

De repente el caballo dejo de andar deteniéndose frente a una gran huella de demonio, este era peculiar; es extremadamente gigante, doblega el tamaño de los normales que ha visto anteriormente. Confundida y hasta curiosa, se bajó de corcel para ver de cerca la zona. Se quitó el aguante para tocar la tierra, y al parecer... esa marca es reciente. Sus sentidos de agudizaron, mirando a los lados alarmada de que estuviera cerca ese ser.

Pero le confundida una cosa... Si es así de grande, ¿Por qué no lo veía? ¿Invisibilidad? O ¡¿Es que vuela?! Enseguida descarto esas ideas pensando solamente que paso por las zonas unos aproximados 30 minutos.

Sabía que no se encontraba lejos, así que mando al corcel a esconderse en un sitio y con cautela empezó a cabalgar a los alrededores a ver si lo divisaba con la mirada. Camino por varios minutos con la guardia en alto y el arma en sus manos para prevenir cualquier encuentro inesperado. Pero no se esperaba que al girar la vista hacia atrás para verificar que no había nadie, se encontró con un pequeño demonio, asustándola completamente, tanto así que se resbalo cayendo al suelo.