Capítulo 11

2.2K 269 84
                                    

Cuando el despertador suena significa que el día comienza. En cuanto abres los ojos te topas con el rostro de Law, para ti se siente muy bien despertar de esa manera. Te hace sentir feliz y es un buen estímulo para comenzar el día.

Besas su frente y susurras un leve buenos días para no despertarlo, normalmente es él quien se despierta primero pero te tocaba hacer el desayuno a ti esta vez.

Hacía una semana desde que comenzaron a vivir juntos. Aún son torpes con algunas cosas como a la hora de lavar la ropa o incluso cocinar pero cada día es refrescante para ambos. Más que nada, el tiempo que pasan juntos ha aumentado considerablemente.

Su nueva vida está marchando suavemente sobre ruedas.

-Bien, es hora de levantarse.- susurraste para ti misma.

No diste ni dos pasos fuera de la cama cuando tu caída resonó en las cuatro paredes de la habitación. Tus caderas dolían y tus piernas estaban temblando como la gelatina.

En menos de nada ya tenías a Law precupado a tu lado, por el ruido que provocaste pensó que te habías golpeado en algún lugar y entró en pánico.

Recordaste entonces la noche anterior. Desde que tuvieron su primera vez Law había sido una bestia insaciable, literalmente. Justo la noche anterior había sido con rondas extras y terminaste súper cansada, entonces no era extraño que no tuvieras energías a primera hora de la mañana.

A pesar de que tus piernas no tenian la fuerza como para levantarte...

-¿Estás bien? ¿Te hiciste daño?

¡Law amaneció lleno de energía como siempre!

Bueno, esta situación le preocupaba desde antes de que comenzaran a vivir juntos. Tú estuviste de acuerdo con eso así que no querías precuparlo, no ahora que todo iba tan bien.

-No te preocupes.- sonreiste.- Solo tropecé con las pantuflas porque estaba medio dormida.

-Ya veo.- Law no tenía cara de creérselo.

Al final, estabas tan cansada que te dormiste en algunas clases y te desorientabas a veces en tu trabajo de medio tiempo. No estabas desempeñandote de la manera en que lo hacías normalmente.

Incluso en la noche cuando llegaste al apartamento te quedaste dormida en el sofá mientras mirabas el televisor esperando a que Law llegara del trabajo.

-____, hey ____.

Despertaste porque Law te sacudió un poco, sino capaz que hubieras continuado durmiendo.

-Ah Law, bienvenido a casa. ¿Qué hora es?

-Son un poco más de las 8.

Se sentó a tu lado en el sofá y apagó la tele ya que no la estabas viendo.

-Que tarde es, me pondré a hacer la cena. ¿Me ayudas?

Ibas a levantarte pero él no te dejó, avisó que por ese día él haría la cena, que descansaras un poco. Penguin, uno de sus amigos que te ayudó a conseguir el trabajo, le comentó que habías estado despistada en el trabajo como si estuvieras cansada o algo así.

Eso obviamente preocupó a Law.

-Estuviste extraña desde hoy en la mañana.

-Ya te dije que fue porque-

-Lo siento, creo que hay que poner un poco de distancia entre nosotros.

No querías oirlo, de eso era lo que tenias miedo. Si él reconsideraba la vida que tenian juntos no ibas a poder superarlo.

-Quiero estar a tu lado pero... voy a resistirme de tener sexo por una semana.

Aunque te tomó por sorpresa esa frase suspiraste tranquila, por un momento pensaste que volverian a vivir cada uno por su lado. Te sentias tan aliviada que soltaste una de las pequeñas lágrimas que estabas conteniendo.

-¿Porque lloras?

-No es nada, solo que... pensé que te irias.- confesaste tímidamente.

-Exagerar es propio de ti. No me iré de tu lado. Ya que comenzamos a vivir juntos resolvamos los problemas juntos.

Enseguida puso en marcha su nuevo plan. Esa noche se ducharon por separado e incluso Law se acomodó en el sofá para dormir.

-Ya dije que no tienes que dormir aquí.- intentaste persuadirlo de dormir en la cama, no era bueno para su cuerpo dormir en el sofá.- Regresa a la habitación.

-No puedo, estoy seguro de que querría tocarte.

-Vamos, no seas cabezota.

-Ya dije que no.- se dió vuelta.

Al dia siguiente fue un día libre para ambos, Law hizo un esfuerzo para agotar su exceso de energía corriendo un poco o jugando fútbol con sus amigos. A partir del lunes dejaron de darse un beso de despedida, incluso cuando estaban en la misma habitación mantenía su distancia con respecto a ti.

Si esta situación no cambiaba temias que Law se rompiera.

-Ah, la cuchara la tiene tan fácil.- suspiró mientras te veía comer.- Te besa todos los días. Si fuera a renacer tal vez lo haga como tu cuchara.- balbuceó.

Intentaste aguantar la risa por el comentario pero ciertamente era difícil.

Una sonrisa [Law X Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora