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Llegaba a ignorar el pasar de los días tan fácil que perdía la noción del tiempo, ya no esperaba nada, al parecer no había algo que me impresionara en esta faz, todo cambia tan rápido. Me veía en ocasiones obligado e incluso por voluntad propia a abandonar cualquier ilusión o sueño que tuviera, ves las cosas de otro modo y no son lo que parece, el mundo es algo cruel, un tanto depresivo e injusto que no veo que necesite la compasión de un músico o el talento de un pintor, no todo es servido en bandeja de oro eso me queda bastante claro, eso era mi vida, quedarte despierto hasta las 2 am o 3 sin nada mas que hacer mas que estar en la oscuridad del cuarto y estar en internet, despertar a las 6 am para tener un futuro asegurado y pues... Lo demás se pierde con dos o tres tazas de café que lo mas probable es que me mantengan despierto en la noche, tal vez le deba a la cafeína el poder escribir. Siendo franco no llamaría a esto vivir, mas bien es como estar dormido; todos me ven, yo los veo a todos pero siento como si no perteneciera a esa realidad, como si algo no encajara, tal vez sea yo, tal vez sean ellos o tal vez son supersticiones absurdas solo para esconder la inconformidad que tengo o que no tengo con mi vida o la vida en si misma, como sea, no durare mucho, la estancia en la tierra no ha sido del todo buena hasta la fecha, se que partiré algún día (no significa que muera) probablemente no tenga que ir a ningún sitio, probablemente me quede aquí, probablemente no cambie nada mañana, probablemente no cambie algo en días, meses, años, probablemente todo siga igual, probablemente nunca cambie nada.

Del rapto y otros pormenoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora