Por más que en años pasados haya habido huracanes devastadores (no me refiero a desastres naturales) no pudieron acabar con la poca alma que aún me quedaba, por que ese pequeño pedazo estaba guardado para alguien, alguien que volviera a construirlo, alguien que lo mereciera y alguien que conservara ese fragmento. Desconozco el futuro, el presente ya está andando, solo se que no quiero un futuro y un presente sin esa constructora de almas.