•𝔚𝔦𝔱𝔥𝔬𝔲𝔱 𝔢𝔰𝔠𝔞𝔭𝔢•[Pausada Indefinidamente]

15

—Izu....es por tu bien–Decía la fémina mientas preparaba la jeringa.El menor se seguía negando.

—¡No!¡N-no quiero!–dijo mientras se alejaba de la mujer para terminar arrinconado en un extremo de su algo pequeña habitación.

Habían pasado 4 años desde que empezó a cuidar del menor y definitivamente era la parte que más odiaba de todo su trabajo.

—Porfavor Izu...tienes que colaborar–Se empezó a acercar—Solo será un pequeño pinchazo–Intentó calmarlo.

Odiaba todo esto.Incluso se había arrepentido de aceptar el trabajo en varias ocasiones y pensó en renunciar muchas veces.Pero con el pasar del tiempo empezó a encariñarse con él y sinceramente no quería dejarlo a cargo de otra enfermera ni de Yagi ya que siempre estaba trabajando.

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Exactamente 4 años habían pasado.Cuatro años en los que Izuku pudo recapacitar un poco sobre su vida ,cuatro años en los cuales pudo entender lo que le sucedía y... en los que estuvo completamente solo...

Había salido de la Clínica para Discapacitados hace unas semanas,para empezar a vivir con su tío,el cual nunca estaba en casa porque empezó a trabajar más que antes al tener otra vida a la que mantener.

Fueron cuatro años en los que Izuku se sintió una carga para todos.Para Aizawa,para Yagi,para la bonita enfermera que lo cuidaba y sobre todo para su madre ,quien estuvo sufriendo en silencio por su culpa.... lamentablemente ahora ya no podía disculparse con ella...

Desde que empezó a vivir allí,una enfermera se hizo cargo del menor que respondía al nombre de Uraraka Ochako,una enfermera que fué contratada por Aizawa,con la cual se hizo “amigo”,aunque el prefería tener amigos de su edad.

Algo como la escuela dejó de existir en su vida para dar paso a clases en casa,las cuales otra vez se las daba ella.

¿Amigos?

No tenía.

Al no tener contacto con el mundo exterior debido a su enfermedad, algo como tener amigos o siquiera socializar con alguien se le era muy difícil.La única persona con la que podía conversar era con la enfermera y de vez en cuando con el peliceniza,el cual había dejado de hablarle desde que empezó a tomar las pastillas que le daba la mayor,ya no lo podía ver, simplemente había desaparecido y eso empezaba a preocuparlo mucho.

Se despertó por el pequeño rechinido en la puerta de su habitación.

—Izuku...–La castaña se asomó por el marco de la puerta.

—¡Uraraka-san!–Se sentó al borde de su cama,mientras sonreía–¿Qué pasa?–Preguntó dejando de lado sus pensamientos.

La fémina entró a la habitación lentamente,mientras se acercaba a Izuku.

—Adivina quien vendrá hoy–La mayor lo tomó de las manos ,mientras sonreía de oreja a oreja.

¿Por qué estaba tan contenta?

—Mhm no ,no sé–Dijo mientras la miraba con curiosidad–¿Es el tío?–Una sonrisa se formó en su rostro–¿¡Va a venir a comer con nosotros?!–Se emocionó.

Uraraka negó.

—No,Izu...–Rió levemente al ver la emoción del peliverde.–Ya verás,te está esperando afuera.–Dijo para después salir de la habitación dejando a Izuku extrañado.

¿No es el tío?

No conocía a nadie más ,además de Uraraka ,Aizawa y...

Una idea invadió su cabeza.

Se levantó inmediatamente de su cama ,tirando las sábanas al piso en el proceso,y salió de su habitación dando pequeños saltitos de alegría.No se preocupó por cambiarse de ropa,peinarse,nisiquiera en ponerse un calzado.
Bajó las escaleras de la casa en la que vivía mientras parecía querer estallar de la emoción por cada escalón que pisaba.

Abrió la puerta principal  dejando ver a la única persona que lo había visitado mientras estaba en la Clínica,la única persona con la que pudo conversar ,sentirse tranquilo,y sobre todo,la única con la que pudo sintirse un poco amado.

—Todoroki-kun..