I wanna be known by U

1K 77 441
                                    

CAPITULOCATORCE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPITULO
CATORCE

Entre miradas curiosas, aburridas y otras no tanto, la castaña recitaba lo más parecido a desnudar su alma de la manera más sincera que le han permitido las circunstancias. Es casi irónico que ese año comparta un inicio y un final basado en ella sentada en una comoda silla siendo analizada por ojos ajenos mientras intenta amigarse con su ser interno. Era realmente irónico, y siendo honesta no puede dejar de pensar en ello desde que ha cruzado la puerta de ese viejo gimnasio y vio la ronda de sillas plegables aguardando para que el grupo de diez humanos variados, entre adultos y adolescentes, ocuparan su lugar. Quitando las similitudes, se sentía completamente diferente, entrar a aquel lugar ya no le pesaba, ya no dolía, ya no le recordaba que era frágil, es más, la hacía sentir fuerte, más de lo que jamás se ha sentido antes. Ese era el gran cambio entre el inicio del año anterior y el principio de este: su fortaleza. Todo lo que ha pasado le ha brindado un coraje que antes no sabía controlar, que creía desventaja, impropio, y ahora lo usaba en cada sonrisa que esbozaba en el día, pues sabía que, luego de tantas caídas, tantas tristezas, tanto gris, siempre se podía volver a sonreír.

— Siempre estuve tan pendiente de ser perfecta, ser todo lo que querían que sea, todo lo que los demás no podían ser, que olvide que se sentía ser auténtica. A mis 15 alguien cuyo nombre no recuerdo en alguna fiesta me ofreció un poco de cocaína, dijo que me ayudaría a soltar las riendas, y , al probarla, creí conocerme por primera vez. Entonces me alivie, pues pensaba que podría ser la señorita perfección en la semana y ser auténtica de sábado a domingo, pero no conté con que no podría salir de eso.. —los recuerdos de aquella época, ya tan lejana, la atacan causando que comience a morder sus uñas de pura ansiedad.— y cuando lo hice pensé que podía dejarlo atrás, y me esforcé tanto en ocultarlo, en ignorar lo que me pasó, en esconderlo porque pensaba que si no lo comentaba el problema desaparecería, pero entonces mi secreto  comenzó a comerme por dentro, me arrastró a la necesidad otra vez.. y fue diferente. Em, ¿lo mejor? —pregunta para si misma— Creo que lo mejor fue tocar fondo. Dejar de controlarme, de retener la fantasía de ser perfecta, y asumir ser un desastre por primera vez en mi vida me ayudó a dejarme caer. Supóngo que eso era lo me faltaba, un golpe de realidad, estar a oscuras y no saber que hacer, necesitaba eso para conocerme. A mi, la Millie real. La que puede flaquear, equivocarse, perder la fe y reponerse. Se que jamás estaré segura de no volver a caer, pero también se que pase lo que pase me levantaré.

Una vez que ejecuta la sonrisa final, esa que avisa que su discurso ha terminado, los demás integrantes de la ronda aplauden con alegría por sus palabras. La castaña recibe la medalla de un mes limpia con orgullo mientras siente los brazos de los mellizos envolviendo su pequeño cuerpo con euforia, claro que de los tres la muchacha británica llevaba la ventaja en esa carrera de mantenerse libre de sustancias, luego seguía la jovencita de vestido verde y ojos pardos, Lexie, con 17 días limpia, y en el fondo de la columna, su hermano Louis con apenas 7 días sin pisar un antro.

Lucifer; fillieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora