Lucifer; fillie

somebody else

CAPITULO
CUATRO

— ¡Es obvio que la esta engañando! — exclama frustrada Millie mientras señala con desespero la pantalla en su cuarto. La profesora de Francés se ausentó ese dia, no tuvo mejor idea que secuestrar a su mejor amigo y pasar la tarde viendo películas.  The kissing booth 2 transcurría con simpleza mientras la comentarista oficial se quejaba de la mala relación de los protagonistas. Sobre todo de lo mal novio que era Noah Flinn, aún que se le ha escapado más de un suspiro por el chico. Su plan principal era despejar su mente de la vívida imagen que la atacaba: Iris saliendo del cuarto de Finn. Iris Apatow, mejor conocida como los dos cuernos que aún duelen en su cabeza saliendo del cuarto de su ex. En cambio, el film elegido parecía avivar la llama del odio.— Solo mira como la ve, ¡como la saluda! Nadie saluda a una "amiga" así. Nadie. — murmura enojada sin apartar la mirada de la pantalla, asesinando con sus dulces ojos a los dos desvergonzados.

Noah la ve de reojo, esta algo preocupado pero a la vez divertido por la exagerada reacción que la castaña tenía, totalmente escandalizada por la película. Era uno de esos momentos en los que compartían una privacidad ideal, sin los demás alrededor, y no es que les moleste la compañía del resto del grupo, solo que a veces necesitaban la soledad de tenerse y compartir momentos como esos: sencillos y puros.

— Cambiemos la película. — propone tomando el control que rápidamente es arrebatado por la señorita sentada a su lado.— ¡Millaay! — ríe con falsa molestia — No culpes a esta boba película por tus dramas, bruta.

Brown separa sus labios algo indignada por sus palabras, los problemas se le habían juntado y parecían burlarse de ella en su cara, además, estaba en su periodo, así que se encontraba extrasensible.— Que malo. — suelta haciendo un leve puchero.— Solo estoy diciendo que es obvio que el puerco promiscuo insaciable y pendejo de Flinn le está metiendo el cuerno a la pobrecita, inocente y dulce Elle.

La chica suspira pesadamente, si, había elegido mal la película. Quiso distraerse y ahora estaba apunto de tener una extraña y poco constructiva charla en tercer plano sobre su vida con Noah, para colmo ni siquiera le gustaba la película. Le parecía predecible, tonta y con un humor infantil, aún así, no podía dejar de verla. Estaba como poseída, y esto era por una clara y frustrante razón: cada vez que veía a ese tal Flinn con su media sonrisa y comentarios sarcásticos lo único que veía era a Finn, y por eso mismo no podía despegar los ojos de la pantalla.

— Para mi Elle es bastante idiota. — comenta Noah con una mueca obvia entre sus labios.— A ver, de todos los pendejos de esa película, que son exageradamente muchos, se elije al wey de cara de culo y arrogante hasta los huevos, que literalmente lo único que hace es tratarla como un objeto en las dos horas y la trata de la verga, cuando podría quedarse con el chico cool que si es lindo con ella. — oh genial, ya entro Romeo al drama. — Pero te aseguro que no lo hará, porque es una idiota.