♡CAPITULO 18♡

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                   Maratón 1/4☆

Aquella tarde invertí casi todo mi tiempo en arreglarme.

Había elegido una playera negra manga larga ajustada y unos jeans blancos ajustados.

Me di un vistazo antes de ponerme mis botines negros que había comprado en una rebaja hacía casi un mes.

Lucía bien. Tenía mucho tiempo sin conseguir verme bien y aquella noche, estaba seguro que podría arrancar un par de cumplidos de parte de Darian.

Ella siempre lucía espectacular.

Era el tipo de chica que, así usara bermudas y nada de maquillaje, lucía bien.

—¡Libi!, ¡Darian está aquí! —gritó mi mamá desde la planta baja.

—¡Ya voy! —respondí mientras tomaba mi bálsamo labial y mi cartera.

Besé las mejillas de mi padre al verlo sentado en la sala escuchando el televisor.

—Diviértete, corazón. No llegues muy tarde —me dijo con una sonrisa tímida en los labios.

—Claro, papá. —dije sonriendo.

Caminé hacia la entrada y pude ver a mi madre charlando cómodamente con mi mejor amiga.

—¡Dios!, ¡Estás precioso,
Libi! —chilló mi amiga al verme.

Una sonrisa tímida surcó mis labios mientras me ruborizaba.

Mi mamá me entregó la llave del candado de la entrada y me dio mi bendición. Salimos por la puerta y pude ver el jeep rojo oscuro que manejaba .

—¡Diviértanse! —gritó mi madre desde la puerta. Subí al auto y pude ver a Naim sentado del lado del conductor.

—¡H-Hola, Naim! —tartamudeé intentando sonar tranquilo.

—Buenas noches, Libardo. —dijo él amablemente mirándome por el espejo retrovisor.

Darian subió a su lado y arrancamos rumbo a casa de Jean.

Comencé a darle indicaciones a Naim sobre cómo llegar pero él sonrió amablemente mientras decía —He ido a casa de Jean antes Libardo, .

Me ruboricé por completo. Era obvio que había estado ahí antes pero ni siquiera me había pasado por la cabeza.

Bajé del auto de Naim de un salto al llegar a casa de mi novio, wow, que bonito suena; "mi novio".

Toqué el timbre y esperé a que me abrieran la puerta.

—¡Que me jodan!, ¡Estás hermoso, Libi! —chilló Mae después de abrirme.

—¡Ése lenguaje, señorita! —la reprendió doña Sandra desde atrás.

Mae rodó los ojos mientras me jalaba hacia adentro de la casa.

—¿Libardo? —la voz ronca de Jean me hizo alzar la mirada.

Se encontraba de pie a solo unos pasos de mí y lucía increíblemente atractivo.

Sus ojos color cafe resaltaban con aquella camisa blanca de botones que se le ceñía al cuerpo a la perfección. Llevaba unos jeans negros entallados y unos botines café oscuro mientras su cabello bailaba alborotado sobre su perfecto rostro. Una sonrisa bailaba por sus carnosos labios.

Jean caminó con el bastón blanco aferrado en una mano. Se puso de pie frente a mí y besó la comisura de mi boca en un disimulado beso de saludo.

—Hola —murmuró con voz ronca.

Todo mi cuerpo reaccionó ante la suave caricia de sus labios y comencé a temblar. Mi aliento se había atascado en mi pecho y lo miré hipnotizado.

—H-Hola —tartamudeé.

Él rió en entre dientes mientras nos despedíamos de su madre y su hermana.

Al subir al auto, la tensión se hizo palpable.

Entrelacé mis dedos con los de Jean y él me apretó la mano cuando saludó: —Buenas noches, Darian. Hola, Naim.

—¿Qué hay, hermano? —dijo Naim igual de tenso.

—No mucho. —respondió Jean con el cuerpo tenso de la angustia.

Sin decir más, el castaño arrancó el vehículo.

Jean me rodeó los hombros con un brazo mientras besaba mis labios, mis mejillas y mordía mi oreja.

Cuando llegamos a la zona de clubes yo estaba sin aliento al borde del jadeo por las caricias de Jean.

Bajamos del auto y me sorprendió ver las largas e interminables filas para entrar a los clubes, pero me sorprendió aún más ver como ellos se abrían paso entre la gente hasta la entrada principal del más abarrotado. El hombre de la entrada les sonrió y los saludó efusivamente.

Dedicó un segundo más a Jean. Era evidente que no estaba acostumbrado a verlo ahora que era ciego.

Nos dejaron entrar al instante. La música electrónica lo llenó todo. El ambiente olía a sudor, perfume, alcohol y humo.

—No sabía que eran tan populares —dije intentando sonar sobre la música.

Jean tomó mi mano y sonrió.

—Solíamos venir mucho a éstos lugares —dijo mientras besaba el dorso de mi mano.

Nos abrimos paso entre la gente. Naim y Darian iban por delante de nosotros.

—¡No me lo puedo creer!, ¡Estás aquí, Jeansito! —la voz dulce de una chica me hizo girarme.

Me encontré de frente con la figura de una hermosa chica.

Era casi de mi altura, su cabello lacio caía sobre sus hombros de forma suave perfecta, su piel blanca reflejaba sus ojos verdes. Su cuerpo delgado y estilizado estaba vestido por un ceñido vestido dorado y sus facciones delicadas estaban maquilladas a la perfección. Podría haber sido una modelo si lo quisiera.

Jean se giró y dijo —¿N-nicole?

La chica se le tiró en brazos apretándolo fuertemente.

Por un segundo creía que él iba a corresponder su abrazo tan íntimo, pero ella se retiró para mirarlo.

—Estás guapísimo —susurró ella colocando sus delgadas manos sobre las mejillas de Jean.

En ése momento me sentí tan enfermo. Era obvio que ellos dos tenían una historia.

Jean estaba completamente pasmado.

Entonces, mi pecho se hundió. Los labios pintados de rojo carmín de la chica se posaron sobre los de Jean y lo único que yo quería hacer era correr.

Un nudo se formó en mi garganta, mis manos comenzaron a sudar, mi pecho comenzó a arder con aquella dolora sensación y comencé a temblar mientras mis ojos picaban con las lágrimas.

Esto era demasiado...

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ESPERO Y LES ESTE GUSTANDO♡

AUNQUE NO PUEDA VERTE- LIEAN (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora