♡CAPITULO 31♡

1.5K 132 111
                                    


            ............ ☆1/2☆..........

Mi cuerpo se sentía débil. Las piernas me temblaban. Mi cabeza cayó sobre el hombro de Jean mientras intentaba recuperar el control de mi cuerpo.

—Mmm... —tarareó en aprobación. —, algún día te probaré correctamente.

Me estremecí con el tono de su voz y sentí el rubor en mis mejillas.

—Tan hermoso... —murmuró mientras depositaba pequeños besos en mi hombro. Ladeé mi cabeza al sentir sus besos, no eran fieros como los anteriores, eran tiernos, cariñosos, dulces...

Con las manos temblorosas, limpie el desastre que habíamos hecho y acomode mis bermudas mientras Jean depositaba suaves besos sobre mi cuello y hombro.

Me estremecí por completo al sentir sus cálidas caricias y me levanté de sus piernas sintiéndome débil. El tambien se levantó.

—¿Te encuentras bien? —preguntó con voz ronca. —, estás muy callado.

Sin decir una palabra, enredé mis brazos en su torso y presioné mi mejilla contra su pecho firme. Me era facil hacerlo por la diferencia de altura tan notoria, Jean era mucho más alto que yo.

Él ahuecó una mano en mi cabello mientras me abrazaba con la otra. El contacto cálido, tierno, dulce me sobrecogió. No podía creer como todo había cambiado de ser tan intenso, a algo tan dulce como un abrazo protector.

—Te quiero tanto, amor... —susurré contra su pecho.

—Te quiero aún más, príncipe—murmuró antes de besar la parte más alta de mi cabeza.

La puerta del baño se abrió.

—¡Mierda!, ¡Lo siento! —la voz de un chico me hizo levantar la vista.

Una pareja acababa de entrar al pequeño baño, seguramente pensando hacer lo que nosotros y me ruboricé escondiendo la cara en el pecho de Jean.

Él comenzó a reír suavemente y sentí su pecho vibrar con la risa y le solté un pequeño golpe en el pecho.

—Nosotros ya nos íbamos —dijo él reprimiendo una risita tonta.

Yo no pude evitar reír también.
Sin levantar la vista, Jean y yo salimos del baño. Él reía como jamás lo había visto reír y mi corazón latió rápidamente contra mi pecho.

El sonido fuerte, ronco, estridente y divertido de su risa se incrustó con fuerza contra mi pecho y comencé a reír también, prometiéndome a mi mismo que iba a hacerlo reír de aquella forma más seguido.

—No encuentro ésto para nada gracioso —me quejé en tono de broma.

Él me rodeó con un brazo mientras caminábamos y rió —Es lo más gracioso que me ha pasado en mucho tiempo, corazón.

Alcé las cejas sorprendido y sacudí la cabeza diciendo —Bobo.

—No soy cualquier bobo —canturreó, como si fuera un pequeño niño.

—¿Ah, no? —dije burlon.

—No. Soy TÚ bobo —presionó sus labios contra mi mejilla y reí.

—¡MIO!, ¡Sólo mío! —dije en tono posesivo.

—¡Tuyo y de nadie más ternura! —dijo él con una enorme y hermosa sonrisa en el rostro.

El resto del día fue increíble; comimos delicioso, jugamos en la piscina, bailamos, cantamos, tomamos el sol, reímos, nos besamos como jamás lo habíamos hecho..., Jean me hacía tan feliz, me sentía vivo con sólo estar a su lado.

AUNQUE NO PUEDA VERTE- LIEAN (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora