Once

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—Yo te ayudo —dijo WonWoo quitándole de las manos la mochila a SeungKwan y poniéndola en su propio hombro. SeungKwan se quedó mirándolo con ternura, WonWoo siempre era muy atento con él, y no le estaba costando nada acostumbrarse a ello.

Después de casi dos meses en el hospital, SeungKwan había conseguido que le dieran de alta, aunque tendría que seguir yendo al hospital para sus curaciones profundas y para ver al terapeuta, pero como eran dos o tres veces por mes no le molestaba del todo.

—¿Mamá puedes ir un poco más lento...? Por favor —dijo SeungKwan de repente, su madre lo miró por el espejo retrovisor, iba a 70 kilómetros por hora y aún así a SeungKwan seguía causándole pánico.

El terapeuta había dicho que no sería fácil para SeungKwan volver a viajar en un medio de transporte, por eso también había preferido no ir de copiloto, sino que en el asiento trasero con WonWoo, quien había entrelazado su mano con él para que se calmara.

—WonWoo, ¿te quedarás a cenar? —preguntó la madre de SeungKwan cuando bajaban las cosas de su hijo del auto.

—Oh, ¡di que sí! —pidió SeungKwan emocionado, no había otra cosa que lo hiciera más feliz en esos momentos, quería agradecerle el que haya estado con él de manera desinteresada en el hospital. WonWoo se sintió de repente un poco culpable.

—Claro que si... —dijo WonWoo a la madre de SeungKwan, y luego sonriéndole al mismo.

—Bueno, iré a comprar un par de cosas y preparamos la cena ¿sí? No tardo —dijo la madre de SeungKwan metiéndose nuevamente en el pequeño auto azul, SeungKwan movió la mano en señal de despedida.

—Muestrame tu habitación —dijo WonWoo dándole golpecitos en el codo a SeungKwan, este sonrió y lo invitó a pasar.

La casa de SeungKwan era acogedora, había muchas plantas por todos lados, y también libros y cuadros llenos de fotografías en donde salía SeungKwan con su madre o con otros niños e incluso con los que parecía ser sus abuelos. WonWoo observó con nostalgia aquellas fotos, a veces cuando estaba solo en su habitación, pensando en SeungKwan, en como hubiera sido si lo hubiera conocido antes de la cirugía, y con toda honestidad WonWoo sentía que SeungKwan debería haber llegado a su vida un poco antes.

SeungKwan tomó el brazo de WonWoo y ambos subieron las escaleras que estaban pintadas de blanco y cada dos escalones había una planta, cosa que le pareció interesante al chico de cabello gris.

Al llegar al segundo piso de la casa, había un pequeño pasillo con dos puertas a los lados, una de ellas tenía un bonito letrero, pintado a mano, y la otra tenía un póster de Daydream, WonWoo se congeló al ver las siluetas, sabía perfectamente de quiénes eran y eso no lo hacía sentir muy bien.

—Mi favorito es WooZi —dijo SeungKwan refiriéndose al póster—. ¿Preparado? -preguntó con cierta diversión en sus ojos y abrió la puerta de su habitación.

SeungKwan tomó el pomo de su habitación y la abrió dejando ver un montón de póster de diferentes bandas y solistas, en una repisa que estaba pintada de azul cielo tenía varios discos y álbumes, y a un lado había un ukelele colgado y su guitarra.

—Vaya, ¿te gusta mucho la música? —preguntó WonWoo fascinado con la habitación de SeungKwan, de hecho sentía un poco de envidia pero de la sana, SeungKwan sonrió avergonzado.

—Me encanta, pero me encanta más enseñarla, estaba estudiando artes musicales en la universidad, así luego podría dar clases a los niños y enseñarles a tocar la guitarra y a cantar, cosas así —dijo SeungKwan perdiéndose en sus sueños y WonWoo notó que sus ojos se habían puesto brillantes y llenos de ilusión.

—Eso es lindo de tu parte SeungKwan —dijo WonWoo impresionado dándole un vistazo, revisando entre los discos, luego se sentó en la cómoda cama de SeungKwan—. Ah, y yo también estoy estudiando artes musicales.

—¿De verdad? Woah —murmuró SeungKwan sorprendido y se sentó junto a WonWoo—. Oh, se me olvidaba, debo hacer mis curaciones yo solito ¿quieres ayudarme?

WonWoo ni siquiera lo dudo y buscó el botiquín en la mochila de Seungkwan, esta tenía un sinfín de cosas dentro para curar las heridas del chico, de las cuales algunas no eran tan profundas y en otras solo quedaban cicatrices oscuras.

SeungKwan se quitó la chaqueta y se quedó con la polera gris de mangas cortas, entonces desenrollo las vendas en sus brazos, y con cuidado WonWoo, quién se había arrodillado frente a él, comenzó a aplicarle una crema cicatrizante después de haber curado previamente las heridas.

—Quedaran las marcas de por vida... —dijo SeungKwan en un tono triste, desvió su mirada lejos de la de WonWoo y soltó un suspiro. Se sentía frustrado de que pese a todos sus esfuerzos por olvidar o más bien superar el accidente, las huellas quedarían ahí para recordárselo día tras día.

—Yo creo que eres precioso... no importa cuántas marcas tengas, siempre lo serás —dijo WonWoo con sinceridad, él no veía las marcas, sino que la forma en que SeungKwan lo hacía feliz con solo escucharlo sonreír o en como se interesaba por sus cosas que nadie más tomaba en cuenta.

—No digas eso... —murmuró SeungKwan queriendo esconder sus mejillas coloradas, WonWoo sonrió estremecido—. De todas formas, WonWoo yo... me gustaría darte las gracias otra vez por estar conmigo durante todo esto, jamás pensé que iba a encontrar a alguien como tú —dijo SeungKwan poniendo sus brazos sobre los hombros de WonWoo.

—No es nada SeungKwan...Soy feliz estando a tu lado —dijo WonWoo conmovido por las palabras de SeungKwan, pero sin dejar el remordimiento atrás, si tan solo SeungKwan se enterara de la verdad seria su fin, y esta vez si que se le rompería le corazón.

SeungKwan lo observó por un minuto, y se preguntó si ya era hora de dar el primer paso y terminar lo que había quedado en pausa la otra vez, su consigna era no pensar demasiado las cosas antes de hacerlas, así que como siempre la siguió al pie de la letra.

—Creo que me gustas WonWoo —dijo SeungKwan y un poco indeciso tomó entre sus manos el cuello del hoodie de WonWoo acercándolo a su rostro.

WonWoo abrió aún más los ojos al escucharlo, aquella confesión lo había tomado por sorpresa pero sobre todo había hecho acelerar su corazón más que cualquier cosa en su vida, y se sintió inmensamente feliz sin pensar en nada más que en esas palabras.

Los inexpertos labios de SeungKwan se estamparon con fuerza en los de WonWoo, y este puso sus manos en las caderas del otro, quedando en medio de sus piernas, mientras que SeungKwan puso ambas manos en el rostro de WonWoo como si no quisiera dejarlo ir.

WonWoo recorrió la pierna derecha del chico con una mano y con la otra tomó la nuca de SeungKwan, al momento en que el otro preferío abrazar a WonWoo por el cuello para estar más cerca de él —si es que eso era posible—, y en medio del beso SeungKwan sonrió. Luego de unos instantes tuvieron que separarse para tomar un poco de aire volviendo de golpe a la realidad, y SeungKwan se puso rojo de pies a cabeza.

—Lo siento, es que yo... —balbuceo SeungKwan desviando su mirada hacia el suelo avergonzado, luego de caer en cuenta de que él había besado a WonWoo y había sido mucho mejor de lo que se había imaginado.

—También me gustas SeungKwan... —dijo WonWoo peinando su cabello hacia atrás y tomando el mentón de SeungKwan para acercarlo a su rostro, lo vio directamente a los ojos y volvió a besarlo, esta vez con más suavidad y cariño, además de algunos mimos.

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awaken.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora