Doce

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SeungKwan se miró en el espejo de su habitación, y le sonrió a su reflejo con calidez, poco a poco se acostumbraba a su rostro y comenzaba a quererlo. Tocó sus mejillas que hace un par de semanas habían comenzado a sentir el tacto, y luego tocó sus labios, y recordó a WonWoo, cerró los ojos y repitió la escena en su mente donde los labios del chico de cabello gris no dejaban escapar los suyos.

Al rato chasqueó la lengua y negó con la cabeza quitando esos pensamientos de su mente, porque sino llegaría tarde a su encuentro con SeungCheol y JiSoo, quienes le habían escrito que tenían novedades acerca de su donante.

—¿SeungKwan? ¿A dónde vas hijo? —preguntó su madre levantando la mirada de su libro, y acomodó sus lentes redondos dorados esperando la respuesta.

—Voy a salir con SeungCheol y JiSoo —dijo SeungKwan esperando que su madre no le prohíba aquello.

—Oh, está bien, cuídate mucho ¿sí? —dijo la mujer y se levantó del sillón dejando el libro a un lado y abrazó a SeungKwan con cariño, eso conmovió su corazón, su madre era la mejor sin duda—. Si necesitas algo, me llamas —SeungKwan asintió y salió de la casa con su mochila negra en la espalda, era costumbre andar con ella aunque no llevara demasiadas cosas.

SeungCheol y JiSoo llegaron por separado a la cafetería en donde habían quedado para encontrarse con SeungKwan.

En esos días luego de que JeongHan les contara toda la verdad no sabían cómo manejarlo, JiSoo pensaba en como decírselo a SeungKwan sin que doliera demasiado, pero aunque fuera de mil maneras diferentes igual dolería, y SeungCheol no podía dormir en la noche, sentía un peso inmenso que JeongHan había cargado en sus hombros.

—¿Saliste con JiHoon? —preguntó JiSoo luego de darle un pequeño abrazo a SeungCheol cuando este entró a la cafetería.

—No pude...le envié un mensaje y le dije que tenía que seguir preparando mi coreografía —dijo SeungCheol sentándose a su lado y JiSoo hizo una mueca.

SeungCheol se veía tan animado con JiHoon, siempre estaba hablando de lo lindo que era y como su sonrisa era lo mejor en el mundo, por primera vez mostraba interés de verdad y resultaba que había una probabilidad de que JiHoon solo quisiera acercarse a SeungKwan a través de él.

—Lo siento Cheolie... —musitó JiSoo y este negó con la cabeza.

—No te preocupes, son cosas que pasan —dijo SeungCheol dando una sonrisa que no llegó a sus ojos.

SeungKwan entró en la cafetería, unos segundos después, buscando a ambos chicos con la mirada, JiSoo alzó la mano y la movió de lado a lado hasta que SeungKwan lo vio y fue hacia ellos sonriendo.

—Kwannie —dijo JiSoo levantándose y abrazando a Seungkwan, aferrándose a él como siempre lo hacía.

—¿Cómo estás? —dijo SeungCheol dándole un corto abrazo a SeungKwan y notando en sus ojos que algo había cambiado, se veía mucho más feliz que en los días que pasó en el hospital.

—Pues estoy muy contento —dijo SeungKwan sonriendo ampliamente y JiSoo se alegró por ello también.

—A ver, cuéntanos —dijo SeungCheol curioso, y compartió miradas con JiSoo, mientras que los tres se sentaban a la mesa.

—Pues...ayer me declaré a WonWoo, y él me correspondió —dijo SeungKwan sonriendo como nunca antes lo habían visto, JiSoo sonrió feliz por él, pero SeungCheol no pudo hacerlo.

—Eso es muy valiente... —murmuró SeungCheol.

—En verdad no tenía planeado hacerlo, pero es que no sé, solo salió y termine besándolo también —contó SeungKwan jugando con sus manos—. Pero bueno...voy a ir por unos cafés helados y a la vuelta me cuentan todo sobre Peter —SeungKwan se levantó y se dirigió hasta una chica con un delantal verde oscuro.

SeungCheol y JiSoo se miraron sin decir nada, estaban a punto de enfrentarse a algo que realmente no querían, SeungKwan había pasado por muchas cosas en el último tiempo, así que no sabían si psicológicamente podría resistirlo.

—¿Y si omitimos la parte de WonWoo? —susurró SeungCheol, JiSoo negó con la cabeza.

—De todas formas él se enterara, además no pudo mentirle, sé lo feliz que se ve, pero no merece vivir toda esa felicidad bajo una mentira, no es justo.

SeungCheol asintió con la cabeza totalmente de acuerdo estrechando su mano con la de JiSoo, intentando calmar su nerviosismo y sobretodo su miedo por ver a un SeungKwan destrozado por lo que WonWoo había hecho erróneamente y sin pensar.

—Aquí están sus cafés helados —dijo SeungKwan alegre y dejó los vasos en las manos se ambos chicos—. Ya, cuentenme todo.

—Primero que todo, queremos que sepas que no son muy buenas noticias, y que pese a que sea un poco fuerte estaremos aquí para ti —dijo SeungCheol mirándolo a los ojos, y SeungKwan arrugó el ceño preocupado.

—¿Qué puede ser tan malo? —preguntó SeungKwan sonriendo un poco.

—Ayer conocimos a un chico, se llama JeongHan, estaba en el cementerio cuando encontramos la lápida de Peter, resulta que era uno de sus amigos —habló JiSoo sin poder mirar a SeungKwan a los ojos.

—Tú me dijiste algo de un JeongHan... —murmuró SeungKwan hacia SeungCheol, recordando vagamente.

—Si, JeongHan es amigo de JiHoon —dijo SeungCheol un poco dolido—. Y de SeokMin, SoonYoung y WonWoo... —SeungKwan arrugó el ceño confundido.

—Hay otra cosa también —dijo SeungCheol entrelazando sus manos encima de la mesa y mordió su labio inferior—. WonWoo era más que un amigo para Peter.

—¿A qué te refieres? —SeungKwan comenzó a tener un mal presentimiento sobre el tema, y ya no quería escuchar más.

—WonWoo era... —SeungCheol le dio una mirada a JiSoo, y este lo animó a proseguir—. Era el novio de Peter, WonWoo tenía una relación de ocho meses con él.

SeungKwan sintió como si hubiera estado en una burbuja de cristal, y que al escuchar las palabras de SeungCheol se había roto en mil pedazos, veía todo como una película, las escenas que tuvo con WonWoo y no podía creerse que todo hubiera sido todo una farsa.

—¿WonWoo? —susurró SeungKwan a la par en que sus ojos se llenaban de lágrimas, y un nudo se instalaba en su garganta.

—Lo siento mucho... —dijo JiSoo cubriéndose la boca, queriendo llorar también, de impotencia, por no haber visto las intenciones de WonWoo antes, y de simplemente haberlo dejado entrar en la vida de su amigo aún cuando todo lucía sospechoso.

—WonWoo solo me ha estado usando como una especie de consuelo —musitó SeungKwan sintiéndose el más idiota, recordando como se había confesado el día anterior y como WonWoo le había mentido en su cara, él no sentía ni una pizca de amor por él sino que por el rostro que llevaba.

SeungKwan se tomó la cabeza, tenía razón, los chicos bonitos como WonWoo no venían de la nada a hacerle compañía y preguntarle su nombre, ¡Torpe! Debía haber considerado la posibilidad de que amigos o familiares del otro chico vendrían a él pero lo pasó por alto mientras intentaba retomar su vida.

—SeungKwan... —llamó JiSoo con preocupación.

—No fue coincidencia cuando fue a la azotea, por eso me preguntó cuanto tiempo llevaba internado, por eso se quedaba mirándome, por eso era tan atento conmigo, ¿cómo no lo noté? Nunca tengo tanta suerte, por dios.

Las lágrimas no tardaron en caer, el peso de la decepción sobre sus hombros eran inmensas, no lo soportaba. La frialdad con que WonWoo había hecho todo eso lo consternaba, era increíble como le mentía cada día en el que lo iba a visitar, fingía preocuparse por él, aparentaba todo el tiempo, SeungKwan no entendía como.

—Kwannie... —dijo SeungCheol con suavidad poniendo una mano en el hombro de SeungKwan, quien intentaba controlar sus emociones, queriendo reprimir lágrimas, pero era tan grande el dolor que se había formado dentro de él que no podía evitarlo, era como atrapar el agua entre los dedos.

—Necesito ir a casa... —murmuró SeungKwan tomando su mochila y poniéndosela en un solo hombro, JiSoo intentó detenerlo pero SeungCheol no lo dejó, SeungKwan no los necesitaba a ellos en esos momentos, el necesitaba estar solo.

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awaken.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora