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“No sé si te conocí muy pronto o muy tarde”

..

.

La observó aún aturdido por la revelación, ella corría en dirección a él, con su oscuro cabello danzando al compás de sus pasos, sus labios parecían decir algo, pero él era incapaz de poder escuchar lo que decían.

Llevo una mano a su pecho cuando sintió como su corazón empezó a latir de manera errática, y se sintió confundido cuando la sensación de mariposas en su estómago se acentuó aún más. Se suponía que debía estar molesto, se suponía que le reclamaría a la chica que robo su virginidad, pero en cambio por ridículo que sonara se sentía flotar, sentías las estúpidas mariposas de las que tanto se había reído antes en su estómago, y eso lo confundía.

—Me tengo que ir…—susurró cuando notó que ella estaba ya cerca de él.

Era ridículo. La había buscado tanto, se había desesperado por ella y ahora que ya sabía quién era, ahora que la tenía casi enfrente, era incapaz de decir o hacer algo.

Se sentía ansioso y nervioso.

—¡Sasuke-san!.—grito ella su nombre y esa fue la indicación perfecta para que sus pies empezarán a moverse lejos de allí.

Con lo que no contó fue con que alguien lo detuviera. Frustrado volteo su mirada al dueño del brazo que lo detenía, encontrándose con la mirada confundida de Naruto.

—¿Estas escapando?.—pregunto incrédulo, aún sin soltarlo.—¡¿Es enserio?! La chica que has estado buscando las últimas semanas está justo enfrente de ti, y estas escapando de ella. ¿Por qué?.—pregunto con una mezcla de molestia e incredulidad.

Pero él negó con molestia y frustración.—Solo suéltame dobe.

Pero tan molesto y necio como solo Naruto podía llegar hacer, ignoró su orden y lo mantuvo retenido con más fuerza, sacándole una mueca de dolor.

—¡Sasuke-san!.—y entonces cuando dirigió su mirada a ella la noto finalmente frente a él, con sus mejillas sonrojadas y su mirada nerviosa, el cabello se le pegaba al rostro debido al sudor y pese a que era un desastre completo, aún así, a sus ojos ella era la más bonita.—N-necesito decirle algo.—dijo con bastante incomodidad evitando su mirada, y pese a todo el sospecho de inmediato de que se trataba.

Él la miró unos segundos, luego dirigió su mirada a Naruto y a Gaara quién parecía tan interesado como alguien mirando a una hormiga.

—Naruto…—suspiro mira solo significativamente a lo que él solo suspiro mientras asentía.

—Te espero en el parque.—dijo empezando a caminar, llevándose consigo a Gaara, quién solo los miró con el mismo desinterés de antes.—¡Bye, bye Hina-chan!.—se despidió despeinado aún más el cabello de Hinata quién sólo se encogió ante la caricia.

—H-Hasta m-mañana Naruto-kun.—susurro débilmente.

Ambos observaron la espalda de Naruto y Gaara hasta que finalmente desaparecieron entre el alumnado, dejándolos con la sensación de estar finalmente solos, haciendo que la incomodidad y un tenso silencio se posará sobre ellos dos.

—¿Y bien…?—pregunto recostando su espalda en la pared, intentando aparentar una estabilidad mental que en esos momentos no poseía.

Ella lo miró unos cortos segundos antes de nuevamente bajar su rostro a sus pies, mientras jugaba nerviosamente con sus dedos y suspiraba profundo en una intento por darse valor.

—Tu…

—Me gusta…

—¡Hinata-hime!

...

—¡Y bien! ¿Cómo me veo?.—preguntó mientras terminaba de acomodarse el traje.

—Maravilloso, como siempre.—sonrió Momoshiki mientras aplaudía y el asintió satisfecho con la respuesta.

—¿Compraste las flores?—pregunto saliendo del auto.

—Las preferidas de Hinata-sama.—exclamó su sirviente con orgullo mientras le extendía un llamativo ramo de girasoles y el asintió satisfecho.

—Definitivamente eres el mejor Momoshiki-san.—elogio sonriendo mientras aspiraba el encantador olor de las flores del sol.

Observó nuevamente el portón por donde varios alumnos salían, sonriendo cuando notó como algunos dirigían su mirada a él con algo de asombro, envidia y celos.

Rápidamente y sin perder el tiempo empezó a caminar hacia la medianamente decente institución, mientras sonreía anticipando la sorpresa en los hermosos ojos de su bella prometida. Tenía ya tanto sin verla, que saber que dentro de pocos segundos la tendría frente a él, lo hacía sentirse ansioso y emocionado.

Y tan inmerso iba en sus pensamientos que no noto a las personas que venía frente a él hasta que ya fue demasiado tarde.

—¡Ugh…!.—se quejo al chocar su hombro contra el desconocido, quién en el proceso tiro su hermoso ramo.—¡Las flores!.—grito alarmado mirando con preocupación el ramo de girasoles tirando en el suelo.

—¡Lo siento!.—se disculpó el chico que lo chocó, quién rápidamente recogió las flores.—No estaba presentando atención a mi camino, lo siento.—se disculpó apenado mientras le extendía el ramo afortunadamente intacto.

Él lo miró unos segundos, no parecía ser la gran cosa, solo un chico hormonal y de clase media, a juzgar por su atuendo. Tenía el cabello rubio y no parecía teñido por lo que supuso era natural, sus ojos eran de un azul poco común entre los asiáticos, por lo que supuso debía tener sangre extranjera.

Le sonrió falsamente.—No te preocupes, suele pasar.—intento restarle importancia, a lo que el chico rubio solo sonrió incómodamente, disculpándose nuevamente.

Era una dicha para él, el que su ramo no hubiera resultado arruinado, porque estaba seguro que ni con los ahorros de todo el año sería capaz de pagar por sus flores.

—Eres nuevo por aquí ¿Cierto?.—preguntó mirándolo curioso, el asintió, agradecido de que notará que no era parte de su pobre entorno.—¿Buscas a alguien? Quizás pueda ayudarte, ya sabes, por las flores…

Lo pensó unos segundos y decidió que quizás esa era una muy buena idea, se evitaría seguir chocando con sujetos como él.

Forzó nuevamente su sonrisa amable.—De casualidad, ¿Conoces a Hyūga Hinata?.—pregunto con un poco de emoción, sonriendo orgulloso ante la mención del nombre de su prometida.

—¿Hina-chan? Ella no…

—Sigue directo y la encontrarás, está en el pasillo hablando con un amigo.—interrumpió un tercer chico que hasta el momento no había notado, su cabello era de un exótico rojo vino y poseía unas ojeras bastante marcadas.

Lo miro unos segundos antes de sonreírle y agradecerle, mientras rápidamente se dirigía a la dirección que el pelirrojo le indico.


—Oye Gaara, tú no sabes leer el ambiente ¿Cierto?.—pregunto mientras observaba al chico de piel pálida caminar apresurado hacia donde estaban Hinata y Sasuke.

—¿Hice algo incorrecto?.—preguntó su amigo mirándolo confundido, pero él solo negó mientras suspiraba.

—Olvídalo.—susurro dirigiendo su atención al chico nuevo, quién aún entre la multitud resaltaba de enorme forma.—Adelántate tu, yo te alcanzó.—ordeno a Gaara mientras corría hacia el pálido chico de sonrisa falsa.

*N/A

La verdad no sé cuáles son las flores favoritas de Hinata, ese es un pequeño invento mío.

Por cierto la actualización de sacrificios tendrá que esperar un poco mas. ¡Perdón!

¿Quién robo la virginidad de Uchiha Sasuke?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora