<𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓽𝓻𝓮𝓼>

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Los días seguían pasando y cada noche sin falta, ChangBin iba a exigir su collar aunque jamás le era entregado

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Los días seguían pasando y cada noche sin falta, ChangBin iba a exigir su collar aunque jamás le era entregado. Al principio todo se sentía muy extraño, pero después de un tiempo se volvió una rutina y Felix ya estaba acostumbrado a ChangBin.
Cada día, al despertar, tocaba su cuello esperando encontrar su collar y se alegraba de siempre encontrarlo ahí.

Hoy, Felix había despertado bastante temprano. Aún no amanecía por completo, pero por cómo lucía el cielo pudo deducir que no sería un lindo día.

Felix sale a su balcón y se recarga en el barandal de piedra, estaba lloviendo y eso lo desanimaba un poco.

—¿Por qué luces tan decaído?

Felix da un salto al escuchar aquella voz. Gira y se encuentra con ChangBin, quien se encontraba en la esquina de su habitación. Era extraño, siempre solía visitarlo en las noches, no en las mañanas.

—Creí que te habías ido.

—Sabes que no me iré hasta tener lo que me pertenece. —ChangBin le decía eso cada noche y, como siempre, esa fuerte mirada estaba ahí, sólo que esta vez no parecía dirigirse a su collar.

—No te lo daré, Seo.

—Supongo que sólo esperaré a que mueras para después tomarlo.

—¿Eh? ¿Qué dices? Para eso falta mucho.

—Tienes razón, ¿Te gustaría apresurar tu muerte?

—Deja de jugar, no es gracioso.

—¿Quién dice que estoy jugando? —ChangBin comienza a acercarse, pero Felix no se mueve ni un centímetro, por lo que se aleja de nuevo —, no es divertido si no te asustas.

—Lo sabía. —Felix suspira y regresa su mirada al cielo.

—¿Por qué estás triste? —Pregunta ChangBin desde adentro.

—No estoy triste.

—Claro que lo estás. Puedo verlo en tus ojos.

Felix chasquea la lengua resignado y se limita a responder.

—El cielo está triste... Y eso me pone triste también.

—El cielo no está triste.

—Entonces, ¿Crees que Dios esté triste?

Y ChangBin bufa.

—¿Por qué lo estaría? No es como si la estuviera pasando mal allá arriba.

—¿Cómo puedes estar tan seguro de eso? —Ahora Felix observaba a ChangBin, quien sólo mantenía su mirada en el suelo. 

—¿Por qué será?

Felix está a punto de preguntar algo más, pero la puerta es abierta de repente, ocasionando que se sobresalte.

𝑫𝒖𝒍𝒄𝒆 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒐||𝒞𝒽𝒶𝓃𝑔𝐿𝒾𝓍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora