<𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓼𝓮𝓲𝓼>

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Seo seguía sin ir a visitarlo, y de alguna manera eso lo aliviaba, necesitaba tiempo para pensar y lo había aprovechado al máximo, pero ya era suficiente

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Seo seguía sin ir a visitarlo, y de alguna manera eso lo aliviaba, necesitaba tiempo para pensar y lo había aprovechado al máximo, pero ya era suficiente. ChangBin se estaba tardando demasiado, no llegaba y no parecía querer hacerlo. No sabía cómo se podría estar sintiendo el pelinegro, nunca le había ocurrido algo ni cerca de ser similar, por lo que sólo le quedaba imaginar, y claro, no era nada lindo.

Entonces su cerebro se iluminó.

—¿Y si lo voy a buscar? —Se pregunta mientras en su mente elabora un plan que a su parecer era perfecto. No le permitían salir por la puerta principal, así que lo único que tenía que hacer era conseguir una soga para atarla a algo y bajar por su balcón. Podría resbalarse, caer y romperse unos cuantos huesos, si es que no moría... ¡Un maravilloso plan! Felix tenía una gran resistencia, así que sería pan comido.

(........)

—¿Una soga? ¿Para qué? —Pregunta Han.

—Sí, es para... ¡Ejercitarme!

—¿Cómo vas a ejercitarte con una cuerda?

—¿Cómo crees tú?

—¡Ah, de esa forma! ¡Ya entiendo! —Dice cuando a su mente le llega la imagen de el contrario atando la cuerda a cosas pesadas y después arrastrándolas por todo el sitio.

—¡Sí, sí! ¿Puedes conseguirla?

—¡Claro! Le diré a MinHo Hyung.

—No, no. Nadie puede saber. Quiero que sea un secreto, de esa manera sorprenderé a todos.

—Sé guardar secretos, pero MinHo Hyung siempre sabe que estoy ocultando algo. No sé cómo lo hace, ¡Es aterrador cuando comienza a hacer preguntas!

—No tienes que mentirle, sólo debes esconderle la verdad. Por favor no le digas. —Felix junta sus manos y comienza a rogar, hace un puchero que Han no resiste y al final, consigue que el contrario ceda a su petición.

—¡Ah, bien! Lo haré.

—¡Muchas gracias! Te veo en mi habitación por la noche. —Es lo último que dice antes de partir a sus clases particulares.

Han espera a que la noche caiga y consigue llegar hasta el almacén que se encuentra en el enorme jardín, observa a los lados esperando no ver a nadie y cuando se asegura de ello, lo abre y empieza a buscar alguna soga. Para su suerte, encuentra una bastante larga y resistente.

—Esto servirá. —Sonríe y la saca del almacén, para después cerrarlo.

—¿Qué estás haciendo?

Han suelta un grito cuando escucha una segunda voz.

—¡MinHo Hyung! ¿Qué haces aquí?

—No, ¿Qué haces tú aquí?

𝑫𝒖𝒍𝒄𝒆 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒐||𝒞𝒽𝒶𝓃𝑔𝐿𝒾𝓍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora