𝑫𝒖𝒍𝒄𝒆 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒐||𝒞𝒽𝒶𝓃𝑔𝐿𝒾𝓍

<𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝓬𝓲𝓼𝓲𝓮𝓽𝓮>

—¿Qué sucedió, Hyung? —Pregunta YongBok a su mayor, una vez despierta del sueño.

—¿Cuánto tiempo dura esa mierda que Seo te hizo? ¿Dos segundos? — Y bufa con ironía —, de todas maneras... Tenemos que irnos. Algo me dice que las cosas se pondrán muy feas.

—Espera, ¿Y ChangBin? ¿En dónde está? Dijo que vendría.

—Él... Bueno, por allá... ¡Oh, mierda! —Exclama cuando nota que Seo se encontraba en el suelo, muy mal herido.

—¡ChangBin! —Grita YongBok y, en ese instante, aquel precioso pero cruel ser, le mira a la distancia.

—¡No, Cassiel! ¡Por favor, te lo suplico! ¡No le hagas daño! —Exclama sin poder moverse en su totalidad. No podía, ó mejor dicho; no quería. Aún así, su cuerpo se mueve casi por si solo y en un descuidado movimiento, logra obtener su corazón de vuelta. Se recupera al instante, pero no es capaz de alcanzar a Cassiel cuando éste ya había tomado la espada de algún soldado y llegado hasta su amado.

—¿Quién...? —YongBok no termina de pronunciar la oración, porque nota que sangre salpica su rostro. Sangre que no era suya —, ¡MinHo Hyung!

—Maldición... —Dice el mayor, cayendo al piso —, ¿Quién iba a pensar que tendría estos reflejos?

—¡Hyung! Estarás bien, sólo necesito... Sólo debes descansar, alguien te revisará y te encontrarás bien, ¿De acuerdo? ¿Sí? ¿Hyung? Por favor... —El pecoso comenzaba a soltar palabras al azar y lágrimas resbalaban por sus mejillas. Sabía que no podía hacer nada. La herida era profunda.

—Tranquilo, YongBok. ¡Cuidado! —Exclama Lee, cuando logra divisar al extraño ser, tratando de apuñalar una vez más al rubio.

Por suerte, Seo llega a tiempo y le detiene.

—Cassiel, por favor... Te lo suplico, detente. Él es inocente, no tiene nada que ver conmigo. Yo... Lo amo y sé que lo entiendes...

—¡¿Quién es él, ChangBin?! —Pregunta el más joven.

—Él es aquel ángel del que te hablé. El ser del que me enamoré una vez. —Responde, mientras sostiene las muñecas de Cassiel con fuerza, intentando alejarlo del rubio.

—Oh, Seo. ¿Acaso me has cambiado? Creí que nuestro amor era eterno. —Por fin, el ángel decide hablar. Entonces, ChangBin tiembla y YongBok siente que su corazón se hace pequeño.

—Tú... Dijiste que habías hecho un trato con Dios, ¿No es así? —Pregunta al rey a distancia.

—¡Así es, Seo! —Y ríe mientras observa lo que sucede a su alrededor.

—¿Qué fue lo que le pediste?

—¡Derrotarte, por supuesto!

—¿A cambio de qué?

—¡A cambio del alma del chico!

Entonces, ChangBin suspira de alivio.

—Qué pena, mi querido rey. Lamento informarte que Dios no hace tratos con cualquier humano. Mucho menos con una escoria como tú. —Y lanza con fuerza a Cassiel —, también debo decirte algo, mi Rey. ¿Sabías que los demonios son unos seres tramposos y despiadados? No debes hacer tratos con cualquiera. ¿Estabas enterado?

—¿A qué te refieres? Yo... Hablé con Dios. ¡Hice un trato con Dios!

—¿Estás seguro?

—¡Por supuesto que sí!

—Oh, qué triste. ChangBin recupera su fuerza y de repente, Cassiel ya no parece ser tan fuerte como antes. Y eso era porque no se trataba del verdadero Cassiel y habían descubierto su plan, sólo jugaba con sus mentes —. Él nunca haría algo como esto...

Entonces, el que parecía ser un precioso ángel, comienza a convertirse en un horrible demonio de dos cabezas, con enormes colmillos y pelo negro por doquier.

—¿Ya no eres tan fuerte, uh? —Dice, Seo, mientras aleja con fuerza al demonio —. ¿Quieres un alma? Toma la de él. No hay trato, quédate con ella. Será un pequeño obsequio para ti.

Al sentir que algunas miradas se dirigen hacia él, el Rey intenta huir, pero sabe que es imposible cuando siente el cuerpo caliente. Entonces, aquel demonio se convierte en un humo negro que consume de a poco la vida de ese malvado gobernante.

—¿Se terminó? —YongBok mira a MinHo, que se encontraba delirando a causa del desagrado.

—Oh, Hannie... ¿Eres tú? Vámonos a casa, Hannie. Vámonos... Por fin seremos libres, felices y estaremos juntos por siempre. ¿No es así?

—¡Hyung, no! ¡No lo hagas! ¡No te rindas, por favor! No mueras... No tú también... ChangBin... Tú...

—Ni lo pienses... No puedo hacerlo, no con él. Ya ha pasado por mucho. Déjalo descansar... Incluso si viviera, él no sería el mismo.

—¡Pero no puede irse así nada más! —Estaba a punto de quejarse, cuando ve la sonrisa del castaño, que se encontraba sosteniendo el bello cristal carmesí que antes había sido parte de Han.

Lucía feliz a pesar de que iba a morir. ¿Acaso estaba viendo a Han? ¿Estaba imaginando una vida con él en sus últimos momentos? No lo sabía, ni lo haría nunca. Era momento de dejarlo ir.

“Libres” era la última palabra que MinHo había pronunciado antes de partir al otro mundo y, por un momento, YongBok pudo ver a la distancia a su Hyung y a Han caminando de la mano hacia algún lado.

—¿Ahora qué? —Pregunta, mientras se limpia unas cuantas lágrimas restantes. Ya no podía llorar.

—Ahora, esto será tuyo. Necesitas pensar en una manera de arreglarlo. Ese desgraciado sólo pensaba en sí mismo y su pueblo está en ruinas.

—Gracias, ChangBin. Por todo.

—Perdona, pero gracias a ti.

—¿Por qué?

—Por salvarme. —Y el pelinegro sonríe con dulzura, aunque aquello no duró demasiado.

Felix pudo sentir que su vida pasaba frente a sus ojos, al notar que aquella espada atravesaba su pecho y derramaba su propia sangre en el frío y sucio suelo.
¿Qué hubiese sucedido si nunca hubiera conocido a ChangBin? ¿Qué hubiese sucedido si nunca hubiera sido salvado aquella noche? Ah, ¿Qué más daba?, de una u otra forma, terminaría muriendo, ¿No es así?

01/04/2022

¿Listxs para el epílogo? 👀

Medio cagado el cap, lo siento por eso. Escribí la mitad mientras jugaba Valorant. Disculpen los posibles errores. Quería actualizar. En fin, Asura fuera.