<𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓷𝓾𝓮𝓿𝓮>

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Fuego, gritos y mucha sangre era lo que Felix veía mientras huía

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Fuego, gritos y mucha sangre era lo que Felix veía mientras huía. Estaba muy cansado pero no podía dejar de correr, desconocía la razón, pero algo dentro de él, sabía que no debía de parar. Entonces, muchos hombres con espadas en sus manos aparecen de repente, comenzando a perseguirlo a donde fuera.
Asustado, corre lo más rápido que puede para tratar de huir, pero cae al suelo y no puede levantarse más. Uno de esos hombres consigue llegar hacia él, levanta la espada que tenía en manos y cuando está a punto de asesinarlo sin piedad alguna despierta del sueño. Era ya la quinta vez que soñaba con cosas relacionadas a eso. Probablemente eran fragmentos de su memoria. Se alegraba por una parte, pero por otra se molestaba. No podía recordar nada más y todo se quedaba en ese terrible suspenso.

—¿Cuándo recuperaré mi memoria por completo? No entiendo nada de lo que sucede en mi cabeza. —Felix se queja cuando la noche llega y ChangBin también.

—Lo harás con el tiempo.

—¡Pero ya no lo soporto! ¡Es horrible estar soñando con cosas incompletas casi todos los días! ¡Además, tengo terribles dolores de cabeza cada cinco minutos! Ayúdame, por favor.

—Lo siento, pero no puedo hacer nada.

—Claro que sí. Haz lo que hiciste el otro día. Ya sabes, cuando me ayudaste a recordar.

—Oh, eso... Escucha, lo hice porque era algo que debías recordar por completo.

—Necesito recordar todo por completo. Vamos, hazlo.

—Esos dolores de cabeza son debido a que te brindé una pequeña ayuda aquel día. Si te ayudo con el resto, las consecuencias serían mucho peores que unos cuantos dolores de cabeza.

—¿Entonces qué? ¿Debo quedarme sentado mientras espero a que mi memoria regrese por completo después de cien años?

—Tal vez deberías hacer eso.

—¡No voy a hacerlo! ¿No hay otra manera más rápida?

—Puede que sí.

—¡¿Cuál es?!

—Si te llevo a los lugares en los que estuvimos hay cierta posibilidad de que recuerdes algo, no estoy muy seguro.

—Esto es algo que tú hiciste, ¿Y ni siquiera lo sabes con claridad?

—Sólo he hecho esto dos veces para experimentar, ¿Qué esperabas?

—¿Y qué pasó con esas dos personas?

—Cuando traté de acelerar el proceso, una persona murió.

—Oh... ¿Y la otra?

—Eres tú.

—Demonios. ¡Vamos, entonces!

—¿Quieres que te lleve?

—¡Por supuesto!

𝑫𝒖𝒍𝒄𝒆 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒐||𝒞𝒽𝒶𝓃𝑔𝐿𝒾𝓍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora