-¡¿Que hiciste qué Inoue?! –preguntaron al mismo tiempo Ichigo, Rukia y Renji.
Luego de la batalla con Aizen, Ichigo debió permanecer por varios días bajo el cuidado del escuadrón 4 en la Sociedad de las Almas. Finalmente, cuando despertó, todos los capitanes accedieron a darle parte de su reiatsu para que mantuviera sus poderes como shinigami sustituto. Sin embargo, como la nueva forma de adquirir sus poderes era poco convencional, habían decidido enviar a Rukia y Renji al mundo humano por unos días para asegurarse de que todo marchara bien mientras Ichigo se acostumbraba a sus habilidades.
Cuando llegaron a la casa de Orihime y vieron a Ulquiorra y Gin, los tres quedaron impactados y un tanto asustados. No entendían que había pasado por la cabeza de su amiga para creer que eso era buena idea.
- Eso no es todo...pues...verán –Sonó el timbre. Orihime ya sabía quién era- Ellos no son los únicos...-Abrió la puerta y ahí estaba parado el chico de cabello y ojos celestes.
- Urahara me dijo que viniera cuanto antes. ¿Estás bien?
- ¡Grimmjow! ¡Maldito! – gritó Ichigo.
- Ah...hola – Grimmjow se veía un poco cansado. Trabajar para Urahara lo tenía agotado- Entonces, sigues vivo.
- ¡¿Esa es tu condenada reacción?! ¡Te mataré!
- ¡Kurosaki-kun basta! – La chica lo miró bastante cabreada- Grimmjow es mi amigo –Por alguna razón, esto molestó a Ulquiorra. En sólo una semana, ella ya se refería a ese salvaje y a Gin como sus amigos pero a él sólo se refería como Ulquiorra-kun.
- ¡¿Este bastardo que casi me mata es tu amigo?!
- Oye oye oye, tú tampoco fuiste muy amable sabes –Replicó Grimmjow- Mi trabajo era matar shinigamis, y ya no. Personalmente, no me interesa pelear contigo.
- ¡¿Qué?!
- Además, esta es la casa de Orihime. No voy a pelear aquí.
- Ichigo –habló Rukia- Creo que nos apresuramos a juzgar. Pareciera que Orihime tiene todo bajo control.
- Podrías decir que Inoue-san es muy buena domesticando bestias –dijo divertido Gin.
- No lo sé –comenzó Renji- todo esto me da muy mala espina.
- Abarai-san –Renji miró a Orihime que le sonreía dulcemente- Ya que estás aquí, ¿te gustaría algo para beber? Ya conozco los gustos de Kuchiki-san y Kurosaki-kun pero no los tuyos. ¿Prefieres té o algún refresco?
- Yo...refresco –Al parecer, ella sí tenía alguna habilidad para calmar a las bestias.
- Bien, lo traeré de inmediato. Chicos, necesito la ayuda de alguno en la cocina –De inmediato, Gin y Grimmjow la siguieron, dejando a los demás sorprendidos.
- Orihime debería trabajar domesticando leones en un circo -dijo Rukia.
-Sí –afirmaron los otros dos.
La verdad es que Gin comenzaba a entender por qué ella era tan importante para Rangiku. Era dulce y paciente, y siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás, incluso si eso implicaba problemas para ella. Grimmjow por su parte se sentía a gusto a su lado. Ella le traía paz y a la vez, no lo consideraba un salvaje como lo hacían los demás. Incluso cuando tenía sus ataques de ira, ella reía y decía que era igual a los gatitos. A veces tiernos y otras veces agresivos.
Ulquiorra era el único que se mantenía distante de la chica. En toda la semana, sólo habían cruzado un par de palabras. Pese a que se sentía intrigado y atraído hacia ella, no sabía bien cómo acercársele.
ESTÁS LEYENDO
No tengo miedo
RomanceLa Guerra de Invierno ha acabado, pero no es el fin, es sólo el comienzo de nuevos romances y nuevas oportunidades. Bleach y sus personajes pertenecen a Tite Kubo. Esta es una adaptación libre. Queda estrictamente prohibida su copia, distribución o...