Ya pasaban de las 10 de la noche, Camus se encontraba haciendo los últimos retoques al postre que preparó para Milo, cada movimiento que hacía era observado muy atentamente por Afrodita, quien se encontraba iluminando en uno de los cuadernillos de dibujos de Sam, ya se imaginaba a donde iba su primo con tanta preparación y en su interior no podía sentir más que pena por sus ridículos intentos de complacer un hombre que ya ni siquiera era suyo.
Queriendo evitar sentir más lástima por el decidió que lo mejor era ir a su recamara, no sin antes enviarle un mensaje a Milo claro está.
Por otra parte, Milo estaba saliendo de la oficina, se dirigía al estacionamiento cuando su teléfono le advirtió de un nuevo mensaje de texto, lo revisó para ver que era de Afrodita;
“Te espero en mi habitación cuando Camus se duerma”
Inevitablemente se le escapó una sonrisa, le fascinaba esa sensación de adrenalina que acompañaba desde el principio esa relación clandestina, de alguna manera le hacía sentirse joven.
Con más ánimo emprendió el camino a su hogar.
En cuanto llegó, el aroma a la deliciosa comida de Camus provocó que su estómago emitiera un pequeño sonido de hambre, caminó hasta el comedor encontrando varios platos de comida servidos, le pareció extraño que estuviera todo a la mesa, pero después recordó la pelea anterior donde se quejaba de ser demasiado atendido y no pudo más que sentirse un tonto.
Ahora que lo notaba, con Camus se la pasa lamentando sus actos impulsivos, en cambio, a lado de Afrodita no le preocupa eso, su compañía le da una sensación de libertad como ninguna.
La presencia de Camus lo sacó de sus pensamientos, estaba vestido con un atuendo sencillo, tenía el cabello recogido y nada más, realmente hacía mucho que no lo veía con los atuendos elegantes que acostumbraba usar cuando trabajaba, pues desde que Sam nació se dedicó al 100% a atenderlos y encargarse de las labores de la casa, comprendía que ese trabajo era extenuante pero, ¿acaso no podía arreglarse un poco para él?
-Qué bueno que llegas, ¿cómo te fue?
-Bien, ¿cómo está Sam?
-Está bien, se fue a dormir temprano después de terminar sus deberes
-Que bueno
-¿Quieres cenar?
-No gracias ya comí, solo quería hablar contigo-mentía claro está pero no quería pasar demasiado tiempo con él siendo que más tarde se vería con Afrodita.
Camus se sintió mal por eso, se había esforzado mucho en hacerle una linda cena a su esposo, pero no se molestaría por eso, claro que no, él no era así, si Milo había optado por comer fuera tal vez fue por que ya tenía mucha hambre, no pasaba nada.
-Está bien, ¿Qué querías decirme?
-Pues quería disculparme contigo por gritarte, fui un estúpido, no te merecías que te tratará así, como recompensa por soportar a este tonto, quisieras ir conmigo de paseo el fin de semana
-Pero ¿y Sam?
-Podemos pedirle a Kardia que lo cuide
-Es solo que, no me gustaría abusar de su amabilidad
-No pasa nada, tiene mucho que no salimos los dos, sería bueno pasar un rato juntos
-Está bien
-Entonces yo me encargaré de todo, tu solo ocúpate de dejar libre el fin de semana, ahora discúlpame pero me voy a duchar.
Al desaparecer Milo por las escaleras Camus dejo escapar un suspiro derrotado, en realidad tenía muchas esperanzas de que su situación se arreglara en ese paseo.
Guardó la comida y subió a la recamara, pasar tantas horas seguidas cocinando lo dejaron agotado, apenas se recostó cayó profundamente dormido, para cuando Milo salió de la ducha, agradeció que el cansancio lo haya vencido tan rápido .
Se colocó una pijama ligera y bajó hasta el cuarto de Afrodita, no hizo falta tocar, sabía que lo esperaba, lo encontró recostado, se acercó y entró en la cama junto a él, Afrodita aprovecho su cercanía para recostarse en su pecho.
-¿De qué hablaste con mi primo?
-Le propuse ir de paseo el fin de semana para enmendar la pelea del otro día
-Ya veo- inevitablemente los celos y la envidia empezaron a podrirle el alma pero estaba consciente que adoptar una postura tan posesiva a estas alturas podría ser riesgoso para su relación- que bueno que vayan a dar una vuelta, después de todo cuando yo me vaya todo volverá a la normalidad, lo mejor será que te lleves bien con el para que no sospeche nada, ya que tampoco quiero que Sam salga lastimado.
-Por eso te amo, tienes unos sentimientos muy puros-dejó una suave caricia en su cabello y le dio un beso en la frente-pero ahora se me hace muy complicado imaginar que algún día ya no estarás a mi lado.
-Así debe ser, tu estas casado con Camus, no podemos tener una relación normal, menos duradera.
-Pero quiero que dure más, por eso he pensado en comprarte un departamento, un sitio que podamos compartir los dos, ¿qué opinas?
-¿¡Enserio!?, amor eso suena genial, me ilusiona mucho la idea de formar un hogar contigo
Se aferró a su pecho con entusiasmo y permanecieron abrazados así por varias horas más, hasta que dadas las 4 de la mañana Milo regresó a su habitación matrimonial, preparándose para seguir su farsa del matrimonio feliz.
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CORAZÓN VALIENTE.(miloxcamus)
FanfictionCamus se desvive día a día por el bienestar de su familia, es la persona más amorosa que hay en el mundo y eso mismo será su perdición. Solidariamente le ofrecerá techo a su primo Afrodita quien se encuentra en una situación complicada, en su mente...