Querido Futuro Esposo

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Karmi se miró en el espejo, con una sonrisa radiante. Dio varías vueltas con aquel precioso vestido blanco. Se imaginó el peinado, la joyería, los zapatos. Su cabeza iba a mil por hora mientras fantaseaba con todo aquello. Había prometido esperar, pero los vestidos le llamaban al estar sentada en los sillones. Era algo de máxima importancia. Con uno de esos vestidos, se convertiría en Karmi de Takachiho

Karmi nunca había pensado en la opción del matrimonio. Le parecía algo innecesario y hasta agobiante. Por supuesto, sus esperanzas en el amor se vieron todavía más aplastadas cuando su novio de tantos años decidió que aquella chica con dinero que había conocido semanas antes era mejor partido que Karmi, y ni siquiera tuvo el detalle de terminar con ella antes de acostarse con la chica. Karmi se había dado por perdida en el amor justo cuando Kyle Takachiho se sentó en su mesa

En una noche fría de invierno, el café estaba a rebosar de gente. Kyle solo necesitaba sentarse unos minutos y entrar en calor, pues afuera en su motocicleta casi se congelaba. Karmi pensó que no perdía nada dejando que se sentara un rato y aceptó.

Kyle no era el tipo de chico al que le gustara hacer amigos y, sobre todo, meterse en temas ajenos, pero el rostro afligido de la chica no pasó desapercibido para él. Preguntó tímidamente si ella estaba bien, y Karmi respondió medio insegura. No tenía ganas de llenar al primer desconocido que se le topara de su trágica historia de amor, pero Kyle parecía preocupado de verdad y ella quería desahogarse un poco. Contó su historia bastante breve y se sintió mejor cuando Kyle actuó empático con ella. Fue una charla corta, pero que animó a ambos. Las cosas se hubiesen quedado ahí si Karmi no hubiera olvidado su bolso y Kyle lo hubiera recogido. Kyle logró contactar a Karmi para devolverlo y entonces acordaron una cena como agradecimiento por guardar sus pertenencias.

Y así, Karmi conoció a su futuro esposo.

Kyle era simplemente la persona perfecta. Lo que ella deseaba en su vida. Jamás se había sentido tan enamorada como con él, y cuando le propuso matrimonio, prácticamente gritó que sí. Le daba igual lo que la gente le decía o lo que había pensado años atrás. Se casaría con Kyle, sería feliz a su lado.

Un par de manos cubrieron sus ojos y una bonita voz susurró en su oído

—¿Quién soy?

Karmi se giró para encontrarse frente a su mejor amigo, Marco de la Cruz. Era un joven latino de su edad, un músico prometedor que había conocido en un viaje escolar muchos años atrás. Además de Kyle, Marco de la Cruz era la única persona con la que había logrado una conexión genuina.

—Dijiste que me ibas a esperar. —Se medio quejó, tomando la mano de Karmi para hacerla dar una vuelta y lucir el vestido.

—Estabas tardando demasiado y los vestidos eran tan bonitos que no pude aguantar. —Se excusó sin mucho remordimiento. Marco rodó los ojos con una risa

—La gran Karmi Tju, emocionada por unos vestidos de boda. ¿Al fin han logrado mandarme a un universo paralelo? —Se burló Marco, mientras caminaba a los demás vestidos. Al verle avanzar, Karmi hizo una nota mental de pedirle clases para caminar en tacones. Necesitaba esa seguridad y galantería que Marco tenía en cada paso

—Solo estás molesto porque voy a casarme y tú no. —Alzando la falda del vestido, Karmi bajó y se acercó a Marco. —Qué lástima, no podremos cumplir nuestra promesa de casarnos si llegábamos solteros a los 40

—Ay, querida. Tengo una larga fila de donde encontrar esposa o marido. —Marco sonrió mostrando los perfectos dientes. —Estoy soltero porque me apetece. Y porque no tengo la más mínima intención de salir en tu vídeo de boda con alguien. Te robaríamos la atención

One-Shots MarcKyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora