(Aclaración: antes de que comiencen a leer, el siguiente OS está basado en uno de mis ships favoritos, Ziam, y tan solo imaginar que en algún mundo alternativo ésto está pasando me parece interesante xd, disfruten ^^)
_________________________________
—Entonces ¿Ya no eres feliz en la banda? —preguntó con la voz quebrada mientras lágrimas caían por sus mejillas— ¿Por qué? ¿Es culpa mía?
—No, cariño —dijo sujetando ambas manos del castaño— Te amo, y tú me haces muy feliz, eres lo mejor que pasó, pero-
—Pero no es suficiente ¿Verdad? Ya no.
—Lo siento, Fluke. De verdad lo siento —manifestó bajando la cabeza— Solo espero que algún día puedas perdonarme.
Dicho eso, Ohm se puso de pie soltando las manos de Fluke dispuesto a irse.
—Ohm, espera —detuvo el castaño poniéndose de pie también— No me dejes, por favor, no me dejes solo —suplicó agarrando al azabache del brazo.
—Estarás bien amor —repuso Ohm tratando de que su voz no se rompa— Recuerda que eres la persona más valiente del mundo —dijo soltandose suavemente del agarre de Fluke.
No pudiendo soportar el ver a Fluke llorar, el azabache salió de la habitación cerrando la puerta tras suyo.
En cambio el castaño se quedó parado viendo la puerta sintiendo su respiración agitada mientras el llanto se hacía cada vez más intenso.
Fluke no podía creer que Ohm había decidido salirse de la banda.
Si, estar en la banda tenía más aspectos negativos que positivos, la presión era mucha para los cinco, pero Fluke podía soportarlo, por Ohm principalmente, porque no importaba lo que pasara, sabía que el final del día siempre estaría con Ohm, pero al parecer él no pensaba igual.
(...)
Era como un día cualquiera, así que como siempre, Fluke estaba en su departamento sentado en su sofá viendo a la nada.
Había pasado más de un año desde que Ohm se fue, y en todo ese año Fluke no dejó de pensar en él.
Aunque aparentaba estar bien, por la noches lloraba recordando los momentos felices que vivió al lado de Ohm, cada vez que él le besaba y acariciaba suavemente, cada vez que ambos se demostraban el amor que sentían el uno por el otro.
Pero al parecer, Ohm ya lo había olvidado, ahora que ya tenía novia e incluso escribió una canción para ella.
Unos golpes en su puerta hizo que saliera de sus pensamientos, así que limpiándose sus lágrimas se puso de pie para abrir la puerta.
—O-Ohm —susurró viendo con sorpresa al azabache.
—Hola Fluke —saludó con una leve sonrisa.
Fluke no podía creer que Ohm estaba parado frente a él, luciendo tan guapo como siempre, tan imponente.
—¿Q-qué haces aquí? —preguntó el castaño con una expresión neutral.
—¿Puedo entrar?
—S-si —asintió con un poco de duda mientras se hacía a un lado para que el moreno entrara.
Ohm ingreso y se dirigió hacia el sofá para después sentarse.
—¿Que haces aquí? —volvió a preguntar Fluke poniéndose delante del azabache a unos cuantos metros.
