-Pssst, Earth, tienes que ayudarme -susurro el castaño hacía el nombrado.
-Shhhh, cállate o el profesor nos castigará -habló su amigo en voz baja sin quitar su atención de la pizarra.
Fluke solo suspiró casi al borde de la desesperación.
En éste instante se encontraba en su clase de Literatura y el profesor explicaba algo que no era de interés del menor, no lo malentiendan, por lo general le gusta ésta materia pero en éste momento no podía pensar nada en concreto.
Miraba por la ventana hacía afuera golpeando su lapicero en el cuaderno de forma repetida como señal de nerviosismo.
-... entonces señor Natouch, ¿Responderá la pregunta? -cuestionó el profesor.
El nombrado puso su mirada en el profesor y toda la atención se dirigió a Fluke. Ésta era su oportunidad.
-No, no sé la respuesta es más, ni siquiera estaba prestando atención -respondió con una sonrisa poniéndose de pie- De hecho por lo general puedo tolerar su clase, pero hoy estuvo más aburrida de lo usual.
Una oleada de sorpresa emanó del resto de alumnos y uno que otro "uhh" se escuchó por lo bajó.
-Está siendo muy irrespetuoso señor Natouch -regañó el hombre con voz seria- No querrá que lo mande a detención.
-No estoy siendo irrespetuoso profesor, o bueno, sí ser sincero significa ser irrespetuoso entonces sí. En ese caso tiene razón -Contestó encogiéndose de hombros y jugando en el lapicero en sus manos.
-Bien. Entonces no le importará pasar el resto de lo que queda en clase en detención. Ya que mí clase es aburrida seguro que en allá se lo pasará mejor -replicó dirigiéndose a su escritorio y firmando un papel- Aquí tiene -habló de nuevo entregándole la nota.
El castaño, mostrando una sonrisa triunfadora, puso sus cuadernos y lapiceras en su mochila y se la cargó en la espalda. Se acercó al maestro y agarró el papel.
-Gracias -dijo- ¡Adiós Earth! -se despidió de su amigo y sin esperar respuesta hizo su camino hacía la salida.
Caminó por el corredor. Ahora tenía que ir al aula 2D-3.
Se apresuró en ir, no quería perder el tiempo. Llegando a su destino golpeó dos veces y la puerta fue abierta por una mujer que se suponía era la profesora encargada de detención.
-¿Fluke? ¿Que haces acá? -cuestionó la mujer con expresión de desconcierto.
-Detención-dijo simple mostrándole la nota.
-Vaya sorpresa -comentó haciéndose a un lado para dejar pasar el menor -sientate donde quieras -entró detrás del chico y volvió a su escritorio.
El castaño se sentó en uno de los pupitres del fondo y puso su mochila en el piso.
-Hola -saludó, bajando la voz, al chico a su costado.
-Tardaste mucho -respondió el otro chico de la misma forma pero sin dejar de mirar al frente.
-Hice todo lo posible para estar acá -manifestó con un puchero.
-Lo siento, olvidé que eres un chico bueno y te es imposible portarte mal -se burló sonriente volteando su rostro hacía el otro.
-Chico bueno mis...
-Wow, cuida esa boquita pequeño -interrumpió divertido.
-¡Natouch, Thitiwat! guarden silencio-ordenó la maestra sobresaltando a dos chicos, para después bajar la vista al libro que leía.