—No puedo creer que estés hablando en serio.
—Claro que sí Boun. Es en serio.
—Pero...
—¿Me ayudarás o no?— cuestionó casi desesperado.
—Esta bien Ohm. Pero si sale mal no me eches la culpa.
—Todo será perfecto— Aseguró con una sonrisa.
—Si tú lo dices.
—Te lo aseguro. En fin, no lo olvides a las 3 en mí apartamento, las llaves estarán bajo la alfombra.
—Bueno, está bien ahí estaré—Afirmo—Yo me voy que tengo clase de filosofía. Adiós.
—Adios— se despidió viendo como el rubio se alejaba.
Dándose la vuelta el moreno se dirigió al estacionamiento de la universidad. Sacó la llave de su Audi y desactivando la alarma se dispuso a conducir.
(...)
Escuchando el timbre de la última clase se dispuso a arreglar todas sus cosas y guardarlas en su mochila.
—Hasta el lunes Fluke.
—Hasta el lunes Bea.
El castaño se cargó la mochila en sus hombros y se encaminó a la salida del aula tarareando una canción.
—Oye Fluke, ¿Cuando saldrás conmigo?— preguntó una voz masculina corriendo para llegar donde el pequeño.
—Lo siento Jack pero no puedo— respondió aún caminando.
—¿Por qué? ¿Tú mamá no te deja salir con chicos?— preguntó burlón.
—Nop. El que no me deja es mí papi— y con una sonrisa dió por terminada la conversación dejando a al chico atónito.
A veces a Fluke no le gustaba que los chicos le pidieran una cita, y es que él no podía hacerles caso porque amaba a su papi más que a nada y su papi también lo amaba. Además los chicos de su escuela solo querían salir con él para poder presumir con los demás que se habían ligado al castaño. Fluke sabía que era bonito, muchos se lo decían, con su 1,60 de estatura, sus rizos castaños, ojos color chocolate, piel de porcelana, una sonrisa adorable y un aura inocente.
Al llegar al aparcamiento vio su némesis Kari junto a su tonta amiga hablando con el dueño de un coche, pero no de cualquiera sino de alguien en particular.
Al acercarse más, pudo escuchar comentarios como
—Que bonito auto
—Eres muy guapo
—Podemos dar una vuelta cuando quisieras.
—¿No quieres un poco de diversión?Pfff, resbalosas y tontas. Pero más tonto el otro que simplemente estaba con su sonrisa en vez de apartarlas.
—Hola Ohm —saludo algo enojado.
—Mi pequeño —se acercó al castaño para darle un beso pero éste aparto la cara y el beso fue en la mejilla.
—Nada de pequeño, Ohm.
—Hey ¿Que pasa babe?
—¿Que que pasa?...
—Uh... Bueno Ohm nos vamos, hasta luego— se despidió la chica y junto a su amiga se dispusieron a irse— ¡Ah! Y Fluke, que guapo tu novio, felicidades—sin más se fueron.
—La odio— susurró para si mismo.
—Ahora me dirás qué pasa— dijo seriamente.
—Eres malo Thitiwat —con los ojos llorosos acusó al moreno.