Lo que el corazón quiere - Zamasu y Tu

Capitulo 6

Me mantenía quieta sin saber que hacer, la actitud de Zamasu era muy bipolar por lo que nunca podría deducir cual sería su siguiente movimiento. Pero las dudas se esfumaron cuando rápidamente volvió a unir nuestros labios en un beso más lento, sin prisa.

Claramente correspondí sin dudar, ya habría tiempo para arrepentimientos más tarde, en estos momentos simplemente me apetecía disfrutar.

Zamasu bajó sus manos por los costados de mi cuerpo para que estas terminaran en mi trasero, el cual apretó acercándome más a él y causando que un gemido de satisfacción de mi parte terminara ahogado por el beso que manteníamos.

Pude sentir como su excitación se hacía presente chocando contra la parte baja de mi vientre, lo cual me hizo sentir como mi centro se mojaba.

Zamasu terminó el beso para luego continuar un camino de besos por mi cuello, me tomó de las piernas empujando estas hacia arriba por lo que abracé su cintura con ellas, lo cual facilitó su acceso a mi cuello y el que nuestros centros se rozaran causando un gemido por parte de ambos.

Caminó conmigo a horcajadas en dirección a la cama que había en la habitación.

Me recostó en esta para volver a besarme intensamente, sentí como su cuerpo se recostaba lentamente encima del mío, volví a rodear su cintura con mis piernas para volver a sentir ese roce tan delirante, nunca había sentido tanta excitación con alguien y eso me asustaba.

Zamasu en ese momento pareció quedarse en shock o en un tipo de trance, temí lo peor, pero simplemente pareció analizar la situación en la que estábamos por unos segundos para luego mirarme, negar con su cabeza como regañándose a sí mismo, para luego alejarse de mi dejándome algo confundida.

- Lo siento.- fueron sus únicas palabras mientras se dirigía a la puerta para luego desaparecer de mi vista.

Miré por donde desapareció durante unos segundos para luego volver a recostar mi cabeza sobre la cama mirando el techo pensando en lo que acaba de pasar.

¿Que demonios había sucedido? Jamás en mi viva creí que Zamasu haría tal cosa, pero debía admitir que me había encantado, ya sabía lo bipolar que podía llegar a ser así que no me sorprendió que se fuera dejándome aquí. Pero de igual forma me avergonzaba tener que volver a mirarle la cara, simplemente preferiría evitarlo por un par de días hasta poder superar lo que había pasado.

Miré a mi alrededor para darme cuenta de que me encontraba en el cuarto de Zamasu ya que esté contaba con algunas pocas fotografías del Kaio-shin junto a otros Shin-jin.

Me incorporé para irme, no quería que Zamasu regresara y me encontrara aún aquí, sus cambios de humor me dan miedo.

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Ya habían pasado tres días desde aquel encuentro, había pedido a Gowasu ese día por la noche que me dejará hacer las tareas de la manera que la hacía anteriormente con la excusa de que necesitaba un tiempo a solas sin la presencia de Zamasu, algo extrañado aceptó y ahora me encontraba alimentando los peces del estanque con mi cabeza en otro mundo.

Aún pensaba en lo que había pasado aquel día y en las sensaciones que había provocado en mí, cosa que había ocasionado que mis noches de sueño se vieran interrumpidas. Me lo había topado un par de veces en el templo y mi actitud nerviosa era bastante obvia a mi parecer, mientras que el actuaba como normalmente lo hacía, como si nada hubiera sucedido y lo odiaba por eso. Mientras yo era un completo desastre de emociones el actuaba igual que siempre, lo cual en un momento me hizo cuestionarme si aquel candente encuentro realmente había pasado o si había sido un sueño, pero al ver como se burlaba de mí nerviosismo descarté esa idea.