Capitulo 10

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Después de la charla donde confesé a N.18 lo que había sucedido me dio una charla motivacional, claramente lo qué pasó no estuvo bien por ninguna de las dos partes, pero hay que aprender a que en esta vida las cosas no siempre suceden de manera perfecta y que todos en algún momento cometemos errores, mi error fue grande pero estaba mentalizará a que ese tipo de situaciones no volverían a sucederme a mí.

De alguna forma me sentía liberada, sentí que ese peso que estaba sobre mis hombros había desaparecido, no completamente, la culpa siempre estaría allí pero se sentía más llevadera.

Me miré por última vez en el espejo, había tardado más de lo planeado en arreglarme y el reloj que marcaba las 7:30 en la pared lo indicaba.

Opté por un vestido negro de tirantes muy delgados y con un escote algo pronunciado, este se ceñía perfectamente a mi cuerpo, en mis pies pizcaban unos elegantes stilettos negros, los cuales iban a terminar debajo de una mesa o en un rincón ya que no aguantaría mucho el usarlos. Había decidido dejar mi largo cabello al natural, lucía bien, y en mi rostro lastimosamente no usé maquillaje ya que no tenía tiempo por lo cual simplemente utilicé un poco de brillo labial.

Acomodé mis aretes cascada que hacían juego con mi collar plateado. Salí de mi habitación con dirección al jardín.

Al acercarme pude escuchar el bullicio proveniente de las personas que ya habían llegado. Me sorprendí al ver a casi todos allí.

Bulma fue la primera en percatarse de mi aparición.

- Llegas tarde, es el colmo vives aquí.- me regañó para después detallarme.- pero te vez hermosa.- sonreí ante su cumplido.

- Bueno esque toma tiempo extra estar así de bella.- le respondí bromeando mientras agitaba mi cabello a modo de diva.

Bulma río ante esto.

- Ven acompáñame.- dijo tomándome de la mano arrastrándome con ella.

Llegamos a la gran mesa, del lado donde estaban N.18 y Krillin, tomé asiento al lado de ello. Aún era muy temprano para empezar a beber.

- ¡Hola ____! - me saludó Krillin.- ¿como has estado?- preguntó cortés.

- ¡Krillin me alegra mucho verte!- dije sincera.- No me quejo, algo ajetreada pero bien ¿y tu?.

- Bastante bien.- respondió este.

- ¿Ya viste que Zamasu está por allá?- me preguntó la rubia susurrando ya que estaba a mi lado.

Dirigí mi mirada a lado donde indicó solo para encontrarme con que efectivamente Zamasu se encontraba allí, estaba algo alejado del resto recostado en una pared con sus brazos cruzados, me sorprendí ya que yo portaba la toga con las típicas hombreras de gran tamaño, esta vez lucía una que no poseía tal elemento, pero de igual forma era negra, sus ojos se encontraban cerrados y su rostro relajado, lo cuál se me hizo extraño ya que no me esperaba verlo aquí mucho menos con una expresión tan pacifica.

Me paré del asiento para ir en su dirección, simplemente dirigí una mirada a N.18, la cual comprendió a donde me dirigía.

No abrió sus ojos ni siquiera cuando ya estaba a su lado.

- Me sorprende verte aquí.- comenté tratando de iniciar una conversación.

- Bills me obligó.- explicó este.

Dirigí mi mirada a la mesa para encontrar al Dios de la destrucción junto con Whis devorando la comida igual que siempre.

- Eso tiene sentido.- me volví al Shin-Jin,- pero entonces, ¿Por qué estás tan tranquilo?- pregunté.

Lo que el corazón quiere - Zamasu y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora