¿Menma tiene un gemelo?

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No habían llegado a la mitad de la partida cuando Menma le puso pausa al juego, Naruto se puso como piedra y trago en seco, fue demasiado ingenuo al pensar que Menma lo dejaría pasar.

— Y bien— se pone frente a él para observar aún mejor sus fracciones, de es manera podría saber cuándo el rubio estaba mintiendo u ocultaba algo.

— ¿Bien que?— Menma lo mira con reproche pero el rubio iba a seguir pretendiendo no saber nada.

—  No alargues esto Naruto, habla antes de que Sasuke regrese.

— Este no es el momento, podemos hablar cuando estemos en casa— aún así Menma no parecía satisfecho, de hecho estaba más enojado pues su plática se iba a extender hasta el día de mañana y eso sí no salía algo inesperado— vamos no pongas esa cara, sabes que lo mejor es hablar en casa, ¿o quieres que Sasuke escuché algo?

— Claro que no— refunfuño enojado, desvío la mirada y volvió a ponerle play al juego.

— Gracias— le da un rápido beso en la mejilla y con la vista fija a la pantalla su sonrisa se hizo aún más grande.

— ¡Tonto no hagas eso!— le regaña el moreno quien tenía la cara completamente roja.

Naruto ríe por aquella reacción, eran rara las veces que Naruto había visto a Menma tan tímido y eso le divertía mucho, en cambio Menma moría de la vergüenza y suplicaba para que Sasuke no llegara en aquel momento y lo viera con la cara completamente roja. Ambos intentaron centrarse nuevamente en el juego pero ni siquiera habían pasado cinco minutos cuando Naruto le había puesto pause.

— Lo siento— habla Naruto quien mira fijamente a su gemelo, Menma desconcertado voltea a verlo y antes siquiera de poder preguntar algo el rubio ya se había acercado a él para dejar un rápido beso en los labios de su gemelo— por esto— la sonrisa de Naruto fue inmensa junto a un claro color rosado en sus mejillas.

— ¡Idiota!— de nuevo con la cara completamente sonrojada Menma se levanta y camina rápidamente al baño.

— ¡Te dije que lo siento!— habla Naruto aún estando en su asiento.

Aquella sonrisa boba no se le iba a desaparecer en un buen rato.