Un Sueño (Lumity)

Perdida en el bosque

Amity corrió con todo lo que sus piernas le daban. Al escapar del hospital decidió correr a cualquier lugar menos ese, sabia que Luz no iba a dejar que se la llevaran ya que escucho como discutía con su madre al respecto, pero sentía una sensación extraña en su estómago, como un mal presentimiento, pronto escuchó como sonaban unas sirenas y salió a ver por la ventana, docenas de personas salían de unas especies de carretas metálicas, el miedo y la inseguridad se apoderaron de ella, no sabía que era lo que esa gente le iban a hacer, ni ha donde se la iban a llevar, sin embargo a juzgar por el tono alterado y asustado de la humana no sería nada bueno.

Amity no esperó más y se dirigió hacia la ventana, dibujo un hechizo de abominación en el aire e hizo que su abominable saltara por la ventana, una vez que este saltó se estrelló contra el suelo dejando una mezcla viscosa por todo el lugar en el que cayó, la bruja le ordenó que se levantara y así lo hizo una vez que su abominable estaba de pie Amity le ordenó que la atrapará. Sin esperar más Amity saltó y fue atrapada por su  abominable, la joven Blight hizo desaparecer a su abominación y comenzo a correr sin rumbo alguno, con la esperanza de que nadie la encontrara.

Se adentró en un bosque bastante grande, sintiendo como todo a su alrededor se sentía tan silencioso y con un toque espeluznante a pesar de que era de día.

Cuando sus piernas ya no dieron más se detuvo a tomar un poco de aire. Su respiración era agitada y sentía como su corazón latía de una forma tan rápido que parecía que se le iba a salir del pecho.

Después de unos minutos de recuperar el aliento la joven bruja alzó la mirada y miró a su alrededor, no había nada más que arboles, plantas y unos cuantos y extraños animales que se arrastraban por la tierra.

La bruja siguió caminando hacía adentrarse aún más en lo profundo de aquel bosque, de vez en cuando mirando hacia atrás para comprobar que nadie la seguía.

Pasaron horas y la peliverde no encontraba la manera de salir de ahí, era como si diera vueltas en círculos y no era capaz de volver por donde vino.
Pronto el hambre atacó su estómago sintiendo como cada paso que daba se iba debilitando más.

"Me pregunto, como estará Luz en este momento, debe estar preocupada, y seguramente buscándome". Dijo la joven bruja haciendo un esfuerzo para seguir adelante y intentar ignorar el hambre que sentía.

Amity se detuvo, ya no le quedaban muchas más fuerzas para seguir, todos los músculos de su cuerpo se vinieron abajo, estaba agotada, se maldijo internamente por haber entrado a ese bosque y no a cualquier otro lugar de todos los que habían.

Alzando su mirada una última vez intentó encontrar algo que comer o almenos que su estómago pudiera aguantar. Su mirada se posó en un árbol grande lleno de frutas rojas.
La bruja recordó la vez que Luz le había mostrado una imagen de una fruta llamada manzana, le dijo que era dulce y valia hacer muchas cosas con ella al igual que con otras frutas del mundo humano, la fruta se veía igual a la que tenía en las Islas Hirvientes solo que ahí la fruta era un tanto más agria.

Con las pocas fuerzas que le quedaban la bruja se levantó del suelo e intentó mantenerse de pie, caminó hacia el gran árbol e intentó subirlo cuidadosamente, ya estaba muerta de hambre no quería romperse una pierna  o una costilla si lograba caerse. Alzó una mano y tomó varias frutas de aquellas hojas, logró atrapar 3 manzanas y se dispuso a sentarse en una rama y comenzar a comer.

"Vaya, sabe realmente dulce, su sabor es increíble, el de las islas tiene un sabor más agrio, pero no me quejo, aunque prefiero esté. Dijo Amity disfrutando del sabor de aquella fruta.

Cuando termino de comer se dispuso a bajar del árbol. Al momento de poner un pie en una de las ramas la joven bruja dio un mal paso y se cayó estrellándose contra el suelo.