Parte 4. Celos

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Después de salir de Hogwarts, Draco decidió aceptar el trabajo que su padre le ofreció haciéndose cargo de uno de sus ya pocos negocios lícitos, mientras que su novia había hecho su sueño realidad de ser jugadora profesional de Quidditch, las cosas sin duda iban mejor que nunca, habían estado saliendo desde el colegio, así que para ese momento, ya solo le faltaba pedirle matrimonio.

Una vez en la oficina se dio cuenta de que la mayoría de los empleados eran bastante eficientes pero otra cantidad simplemente solo estaban ahí para cobrar y no hacer absolutamente nada, el claro ejemplo era el asistente que solía tener anteriormente su padre y que ni siquiera podía pasarle los recados a Draco, porque estaba ofendido de que le hubiesen dejado el negocio al rubio y no a él.

Más tardó en iniciar el día que Draco en despedir a esas personas y aunque sí aumentó la carga laboral para los demás se les dio el salario del trabajador del cual estaban sacando el trabajo en lo que se encargaba de contratar personal capacitado.

Tenía todo eso que hacer, mientras hacía planes para cuando su novia regresara del juego mejor poner manos a la obra mientras más rápido consiguiera un asistente todo se volvería más claro y más fácil, y para eso tuvo que recurrir a sus ex compañeros y a los que consideraba buenos amigos.

Eran pocos pero considerando que era un Malfoy y que salía con una Weasley, en realidad tres eran una cantidad inmensa para alguien como él, mandó la lechuza con tres cartas para Pansy Parkinson, Theodore Nott y Daphne Greengrass.

[O]

El vestíbulo de la oficina estaba a reventar a causa de todas las personas que habían acudido al anuncio del empleo, mientras sus amigos se dedicaban a entrevistar vacantes normales, él se dedicó a entrevistar a los solicitantes para ser su asistente, después de todo él tendría que acoplarse a esa persona ya que sería su mano derecha.

—Pero qué dolor de cabeza –se quejó Daphne –espero que después de tanto trabajo, nos invites a comer –observó al rubio.

—Claro, no hay problema, elijan el lugar y pagaré su consumo.

—Espera ¿no vendrás con nosotros? –Dijo indignada Daphne.

—No puedo, llevaré a mi nueva asistente a comer, para ponernos de acuerdo en cómo tiene que llevar el orden y organización de mis asuntos.

—Ah, es que ya contrataste a alguien –frunció el ceño Pansy, nada convencida de lo rápido que había actuado su amigo.

—Mientras más rápido, mejor –comentó.

—Las decisiones muy apresuradas no siempre son las mejores ¿sabes? –Murmuró Theo.

—Espero que esta decisión sea buena –se encogió de hombros –los veré después, pueden mandarme la cuenta.

—Sin duda lo haremos –frunció las cejas Pansy.

—Vamos, de verdad tengo mucha hambre, y no es digno de una señorita decente que ande por ahí con el estómago hablando por sí solo –bufó.

Los tres chicos permanecieron en el lugar hasta que una bonita chica de cabellos color chocolate y mirada verde salió hasta donde se encontraban, unos segundos después Draco apareció detrás de ella acomodándose su túnica, sus dos amigas hicieron mala cara al verla mientras que Theo Nott no prestó mucha atención.

—Pensé que se habían marchado –comentó sorprendido.

—En eso estamos –contestó Theo.

—Dime ¿no deberíamos unirnos a él? –Cuestionó Daphne.

—No ¿para darle otra oportunidad de salir juntos? –Se burló –es mejor ahora que es hora de la comida y no de la cena.

Drinny-Con 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora