Parte 10. Coqueteo

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Días después de que Ginny hubiese visto a Draco sobre aquel árbol donde solía sentarse con Luna, notó que solía observarla más aunque de manera discreta ya que era imposible no sentir una mirada tan pesada en ella, una vez que le hacía notar que sabía que la observaba al girar el rostro sonreía pues no era tan indiferente como había pensado.

Había estado coqueteando con él desde aquel partido de quidditch y al pobre le había tomado un poco notarlo pero al final cuando pasaba junto a él y sin querer rozaba su mano o cuando le sonreía para después guiñarle un ojo.

El colegio solía tenerla en un alto nivel en eso de coquetear y "seducir" a los chicos solo porque había tenido tres novios, pero cuando se trataba de Malfoy se sentía más como una jirafa recién nacida que como la maestra del coqueteo que todos creían que era.

La realidad siempre solía ser muy diferente a la perspectiva que los demás tienen de otros, y ella no era la excepción.

¿Cuánto le tomaría a él acercarse a ella a preguntar qué rayos le pasaba? ¿Cuánto le tomaría a ella encontrar una buena oportunidad para acercarse a él por más de cinco segundos? Que era lo que le tomaba sujetarlo de la mano.

—O realmente eres muy mala coqueteando o no le interesas –dijo Luna con voz suave.

—Me temo que la respuesta es ambas –observó a su amiga.

—Te ves tan entusiasmada con él, que me da un poco de pena, al final te ignoró tanto como Harry.

—Eso es cruel.

—Lo sé, pero también es la realidad.

Avanzaron tranquilas hasta la siguiente clase que era adivinación, no estaban muy animadas pero si faltaban una clase más sin duda les mandaría más trabajo que a los demás y ya era bastante tedioso soportarla una hora y hacer su tarea.

La clase giró una vez más sobre la primera persona en levantarse de la mesa y la muerte segura que correría, Ginny estaba luchando fuertemente porque sus parpados no se cerraran, así que Luna la golpeó en las costillas despertándola cuando la profesora se giró a ellas.

—Cada vez que quieras dormir, imagínate besando a Malfoy –comentó Luna.

—Eso hará que quiera dormirme para seguir soñando eso, Luna –dijo Ginny convencida.

—Me dijeron que Astoria piensa declarársele –susurró cerca de ella.

Aquellas palabras fueron mágicas realmente, sus ojos se enfocaron en la chica al otro lado del salón de adivinación, era la hermana menor de Daphne, la mejor amiga de Draco aparte de Pansy y claro que tendría más oportunidad que ella además de que iban a la misma casa tenía un atajo a él.

—Eso te regresó a la vida –se burló Luna.

—Desde luego, tengo que mejorar el coqueteo, o ir directamente a él y decirle que me gusta ¿qué prefieres? –observó a su amiga.

—La que funcione es la que elijo.

El resto de la clase no prestó absolutamente nada de atención y la profesora posiblemente la creyó en trance porque no la molestó para nada, absolutamente nada.

Tenía que encontrar la forma de que se diera cuenta que el coqueteo era en serio y no una posible broma o algo así, también le quedaba la opción de que se acercara a él y se lo confesara pero era Draco Malfoy, se reiría de ella en la cara y la exhibiría.

Sonrió cuando encontró una opción maravillosa, solo tenía que mejorar el plan y lo siguiente sería pan comido.

Drinny-Con 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora