Parte 24. Beso

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La cita había sido un  gran éxito, al menos para Ginny en comparación con la primera cita y cada que Luna le preguntaba ¿cómo era que habían llegado hasta ese punto? No sabía qué responder ya que tampoco era de la clase de chicas que pensara que Draco Malfoy terminaría en una cita con alguien como ella charlando como si nada, él siempre era visto como una persona complicada que cualquier cosa como esa era salir mucho de su personalidad.

Avanzó lentamente junto a él por los pasillos desiertos del colegio a causa de la hora, era como si no les preocupara toparse con Peeves, Filch o cualquier profesor de camino a sus respectivas casas, ella sonrió divertida ya que tampoco lo veía como la clase de chicos que caminaba lentamente junto a alguien de forma "romántica".

No era como si estuviesen saliendo ni nada por el estilo ya que él había procurado mantener una línea imaginaria entre ellos que no dejó que ella cruzara en su primera cita y que él no cruzó en esa segunda.

—Imagino que esa cara es porque algo te molesta.

—Para nada ¿qué habría de molestarme? –Lo observó.

—No soy un adivino, por eso dije que algo te molesta, no que sé lo que te molesta.

—Bueno, te digo que no hay nada que me moleste –sonrió.

—No te creo –soltó.

—Nada me molesta ¿qué habría de molestarme? ¿Qué no me dejaste besarte en la primera cita o que ni siquiera lo has intentado en esta?

— ¿He intentado qué?

—Besarme –dijo enfadada.

—No sabía que querías que te besara.

—Te estás haciendo el gracioso –frunció las cejas hasta formar una V.

Draco se burló divertido de ella y su clara frustración a evitar que cruzaran la línea pero la primera vez había estado demasiado ebria como para aprovecharse de la situación si bien decían que el alcohol ayudaba a hacer lo que sobrio no harías, no era algo que debería ser usado en contra de esa persona.

Ginny siguió hablando o más bien dando un discurso que iba aumentando la velocidad fácilmente podría estar diciendo sesenta palabras por segundo o así lo sintió Draco, que se giró sujetándola del rostro y besándola sin dar el menor indicador que haría algo así.

Ella se calmó de inmediato sintiendo los labios de Draco sobre los de ella en un beso suave y maravilloso en comparación con los que había dado a alguno de sus novios anteriores, aquello parecía el paraíso y podía perderse en eso.

Podía fundirse a Draco en ese momento y no arrepentirse absolutamente de nada pero no quiso llevar eso un poco más, si le había rechazado un beso y solo había recurrido a él como el cliché más bajo aunque delicioso para callarla.

Desde luego que le funcionó, se quedó absolutamente muda mientras miraba al chico que elevó una ceja, como pidiendo una nota sobre el beso que le había dado.

—Debes practicar un poco más –dijo en un tono suave y todavía sorprendido.

—En serio ¿y tienes a alguien en mente con quien pueda practicar? –Elevó una ceja.

—Sí.

La mano de la pelirroja se estiró hasta el cuello del rubio y lo besó de nuevo, volviendo a sentir todas aquellas maravillas en su ser.

Drinny-Con 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora