Parte 16. Delirio

178 23 2
                                    

Tenía que estar soñando, aquello no podía ser en serio, debía estar delirando, sí, era presa de un delirio, una vez que Lovegood reveló su ubicación, un mocomurciélago lo golpeó haciéndolo caer del árbol y aunque fue un golpe bastante fuerte ella ni siquiera se inmutó ¿no le había dicho que le gustaba? Bueno, no lo había dicho ni ella ni a él, pero se había dejado el precedente ya.

Ginny seguía con la varita en alto, apuntándole por si se le ocurría contraatacar, sin embargo lo único que hizo fue tratar de contener todo el moco verde y viscoso que estaba saliendo de su nariz, lo que Ron no había podido hacer en su segundo año, ella lo lograba unos años después, debería sentirse orgullosa.

Draco se limitó a observarla atento, tenía la respiración agitada y las mejillas rojas pero eso las concedía al clima frío y no a él pero eso no le quitaba que se viera bastante bonita toda indignada.

—Eres un pervertido –soltó.

¿En serio? De todas las formas en que aquello hubiese podido iniciar, había sido con una acusación como aquella, era sorprendente aunque no podía esperar mucho de ella que le diera la entrada fácil a una charla.

—No soy un pervertido.

—Te escondes sobre los árboles ¿por qué razón? –Frunció las cejas, indignada.

—No sabía que las comadrejas fueran dueñas de los árboles.

—Viven en madrigueras, no en árboles, idiota.

Se quedó callado ante aquello no iba a poder ganarle una discusión y lo sabía, lo mejor era que se diera media vuelta y se alejara pero se veía tan bonita completamente enojada, quería ir hasta ella y besarla sin esperar la confesión que al inicio pensó que haría.

El cabello pelirrojo combinaba con el pequeño sonrojo en las mejillas de la chica él tenía frío pero podía jurar que no tanto como la joven frente a él, debería retirarse y dejarla ir al castillo para que no se enfermara.

—La próxima vez, en lugar de lloriquear, mejor fíjate que nadie esté ocupando el espacio primero.

—Pues tú pudiste decirme que estabas ahí, ah, no espera, un pervertido ¿a eso te dedicas, Malfoy? ¿A espiar alumnos?

—No me interesa espiarte, Weasley.

—Pues no parecía.

Por un momento pensó que le diría sobre la otra vez, cuando estaba hablando sobre que si le propusieran matrimonio en un picnic no podría decir que no, se sorprendió a sí mismo porque lo más seguro era que si estuviera espiándola aunque fuese de forma inconsciente.

Dio un paso atrás para emprender la retirada antes de dejarse a sí mismo en ridículo, ella no iba a aceptar que él le gustaba y si ella no lo aceptaba, no lo haría él ¿qué tal si se reía de él en su cara una vez que le dijera que también le gustaba?

—No vale la pena seguir discutiendo contigo, así que lo mejor es que me vaya –soltó.

—Espera, pervertido –lo detuvo.

—No soy un pervertido, ni te estoy espiando quizás deberías mejor decirme ¿a qué se refería Lunática?

—Quizás deberías dejar de referirte a ella así.

—Quizás no me vas a decir que hacer.

—Quizás debería invitarte a salir –dijo ella decidida.

—Quizás... ¿qué? –Frunció las cejas –invitarme a salir.

—Sí –dijo con ese tono superior.

—Quizás deba aceptar –sonrió de lado.

Drinny-Con 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora